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Un mundo, una familia: mensaje de Turquía
por la Dra. Hiramalini Seshadri
En los años noventa, 1993 para ser precisos, un grupo de musulmanes de Turquía, liderados por un alma mansa y gentil, Kaya Gunata (léase tío «Kaaya»), se ganaron el corazón de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba con su unidad y pureza. Baba los llamó para una entrevista tras otra. A su regreso, el práctico Tío Kaya decidió «llevar a Baba a Turquía estableciendo un Prasanthi Nilayam en Turquía»; nada menos!
Baba lo bendijo y consiguió la tierra. Pero durante décadas seguiría siendo solo tierra. Baba había prometido que vendría a Turquía; y el tío Kaya esperó pacientemente con fe sencilla. Llegó 2011, y Baba salió del plano físico. Algún tiempo después, el tío Kaya se enteró de que Baba se había manifestado en el plano sutil, en Muddenahalli. Sintiendo un llamado interior, el tío Kaya llegó a Sathya Sai Grama en 2016, acompañado por su secretaria e hija adoptiva, la hermana Taya Kahraman y el líder juvenil Orcun.
El entonces «Comunicador» de Baba, Sri Madhusudan Sai, ahora Sadguru Sai para todos nosotros, que tenía su base en Sathya Sai Grama, lo llamó. La conexión del tío Kaya con Baba fue total e instantánea. Maha Shivaratri de 2017 vio al Tío Kaya de vuelta otra vez; y esta vez regresó con buenas noticias para sus compañeros devotos: ¡la Bhumi Puja del Ashram Turquía tendría lugar en la primavera de 2017! Dos décadas después de soñado, el sueño del Tío Kaya se hizo realidad; y tuvo lugar la Bhumi Puja para el «Prema Yoga Ashram» bajo el «Selfless Service Trust», en Sayalar, en el noroeste de urquía.
Sadguru Sai estuvo presente físicamente para transmitir las palabras de Baba; y él mismo dirigió la Bhumi Puja. «¡Ponte en marcha! Vendré a inaugurar esta morada de Amor y Servicio Desinteresado!» fue el mensaje divino al Tío Kaya y a su joven equipo, dirigido por el Hermano Rafi Bedikiyan y su esposa Meri Bedikiyan. Entusiasmado por lo divino, el Equipo Turquía se sumergió en la siguiente etapa de trabajo.
En 2019 estuvo listo el núcleo del Ashram, una morada divina. Para entonces, el tío Kaya había fallecido. Las palabras de Baba, transmitidas a través de Sadguru Sai, quien estuvo presente en la inauguración de 2019, son tan inspiradoras que tengo que compartirlas contigo, querido lector:
«Tal vez no lo crean, pero Mi deber es decírselo, y así lo haré. El mundo que ven no es todo lo que existe; hay mucho más de lo que ven con los ojos. De hecho, lo que ven con los ojos es una ilusión. Lo que realmente existe es mucho más grande y está más allá de todo esto. Cuando llegamos a este lugar esta mañana, y se estaban cantando todas las maravillosas oraciones y canciones, lo que presencié no fue solo a todos ustedes que estaban sentados bajo este dosel, sino también a muchos cientos de seres alrededor de este lugar. Algunos descendían de los cielos, otros emergían de la tierra y otros llegaban flotando desde todas las direcciones —miles y miles de ellos—, ¡y entonces llegó Kaya! Le pregunté: «¿De dónde vienes?». Me contestó: ‘Del mismo lugar del que Tú vienes’. Cuando Kaya estaba a punto de dejar su cuerpo, tuvo sufrimientos físicos, dolores, lo que es natural cuando se llega a esa edad. Todo el mundo quería que que siguiera viviendo. Intentaron todo tipo de cosas médicamente, haciendo todo lo posible para mantenerlo vivo para que siguiera adelante. Sin embargo, en el fondo de su corazón, él no dejaba de rogar: ‘Swami, por favor, llévame, por favor, libérame de esta esclavitud’. Me acerqué y le pregunté: ‘Kaya, si dejas este kaya,
que en la India significa cuerpo, ¿cómo vas a venir? ¿Cómo vas a volver a visitar este lugar?’. Él sonrió y dijo: ‘Swami, este kaya es maya; este cuerpo y este ser son una ilusión. De la manera en que Tú vengas a la inauguración, yo vendré de la misma manera’. Hoy, él vino de la misma manera».
Sadguru Sai aclaró que el único objetivo del Ashram es practicar el Prema Yoga —una síntesis del Bhakthi Yoga y el Karma Yoga—, lo que significa simplemente, practicar el «Ama a Todos, Sirve a Todos»; para tomar consciencia de la Divinidad. Con este fin, se creó un centro para el desarrollo humano y un centro médico que ofrece tratamiento gratuito con amor y compasión para todos, incluyendo a los animales. Había que poner en práctica el lema «Ayudar siempre, no herir nunca»; había que ayudar a todo aquel, hombre o animal, que acudiera en busca de ayuda.
El núcleo turco se puso manos a la obra. Como toda empresa divina, no fue un camino de rosas. Surgieron obstáculos de muchos lados. Para empezar, nadie, ni siquiera los funcionarios locales, podía entender que alguien quisiera construir un centro que se dedicara simplemente a amar a todos y servir a todos; a ayudar siempre y a no hacer daño nunca. Sonaba muy bien, demasiado bueno para ser verdad. Y, sin embargo, el equipo parecía muy ilusionado y sincero. Los duros funcionarios no daban crédito a lo que oían. ¿Qué? ¿Proporcionar atención médica gratuita, compasiva y de calidad? ¡¿Solo para poder amar y servir a todos?! Movían la cabeza con incredulidad.
La pandemia no hizo más que agravar los males. Todo estuvo a punto de detenerse. Apenas se habían recuperado, cuando, de repente, se produjo un terremoto muy devastador. Solo la mano de Dios protegió al equipo y al Ashram. Esta escriba recuerda el alivio que todos sintieron cuando la hermana Taya envió un mensaje de texto diciendo que todos estaban vivos y bien, inmediatamente después del terremoto. Siete años después del Bhumi Puja de 2017, el «momento Vasudhaiva Kutumbakam» de Turquía amaneció, hace dos días. Pero no estuvo exento de aventura y suspenso. ¡Vi en acción el principio de «amen mi incertidumbre»! El viaje de Sadguru Sai había sido anunciado, pero todo estaba todavía sin confirmacióni. La peligrosa situación mundial no hacía más que aumentar la confusión. En medio de todo, preparar el consultorio médico gratuito para los pacientes, que iba a ser la primera etapa del «Proyecto Hospital», donde todos los servicios se ofrecerían totalmente gratis a los beneficiarios, parecía una tarea de enormes proporciones, casi imposible para la Hermana Taya, el Hermano Rafi y el equipo.
¿Milagroso? Pero las piezas del rompecabezas divino fueron encajando una a una. Para empezar, se sumó al equipo una pareja de médicos, el renombrado profesor Dr. Kalangos y su esposa, que habían visto de primera mano la cardiología infantil de Sadguru Sai y otros hospitales en India, y estaban inspirados y comprometidos a servi. Pero había mucho trabajo por hacer. Obras de infraestructura, exteriores, interiores, carpintería, plomería, pintura, decoración; por no mencionar la adquisición del equipo necesario para el consultorio; y luego prepararlo todo para los pacientes. El Hermano Rafi no tuvo más remedio que rendirse. Y entonces, todo fluyó, como un río que se dirige tranquilamente hacia el océano.
El primer día del sagrado Ramadán de 2024, Sadguru Sai estaba allí, en el Prema Yoga Ashram, un poco más allá de Estambul, en Turquía. Sadguru Sai les recordó que el Ramadán marca el Dar y el Perdonar; y que la verdadera meta de uno tiene que ser vivir toda la vida como uno vive el Ramadán. Sadguru Sai saludó a los hermanos musulmanes de todo el mundo mientras cortaba una cinta y bendecía y dedicaba el consultorio gratuito, y otros proyectos que se estaban preparando en el Prema Yoga Ashram.
En el transcurso de su discurso público dando la bienvenida a Sadguru Sai y su comitiva al Ashram y al consultorio, el hermano Rafi confesó que había pasado noches en vela despertándose a las 3 de la mañana con sudor frío, preguntándose cómo iba a estar listo a tiempo para la visita de Sadguru Sai incluso lo más básico de este consultorio médico gratuito.
A esto, Sadguru Sai bromeó, que en 2011 y 2012, él también solía despertarse a las 3 de la mañana, durante la construcción del hospital Sanjeevani en Raipur, preguntándose cómo iba a hacer que funcionara un gran hospital de cardiología, cuando ni siquiera había construido un pequeño consultorio en su vida (que entonces era solo de unos treinta años). Recordó que las palabras de la Divinidad: «El hospital se está construyendo solo a través de ti, no por ti», le produjeron una oleada de alivio. Sadguru Sai ofreció esas mismas palabras de sabiduría al Hermano Rafi. Solo la Divinidad es el Hacedor y el Gozador. Uno tiene que ser un instrumento totalmente entregado y sin ego. Solo estar disponible, para que la Divinidad trabaje a través de uno. Y punto.
En el Satsang, el Hermano Rafi relató a la audiencia los estupendos logros de Sadguru Sai y su equipo en la última década: nueve millones de niños hambrientos en las escuelas que reciben nutrición matutina gratuita y saludable, más de treinta escuelas y una universidad que ofrecen, entre otras cosas, educación residencial gratuita basada en valores, y más de 28.000 pequeños que recibieron una nueva oportunidad de vida a través de operaciones quirúrgicas de corazón gratuitas, desde el Pacífico Sur hasta África, pasando por Asia.
El lema de «Ama a todos, sirve a todos», legado por Baba, encontraba ahora una expresión práctica global a través de los proyectos de servicio «Un mundo, una familia», lanzados bajo el liderazgo de Sadguru Sai. «Que nadie vaya a dormir con hambre» es un llamamiento al que respondieron los jóvenes de más de 33 países; se han creado hospitales cardíacos gratuitos en el Pacífico Sur y Sri Lanka; en Laos funciona una escuela modelo basada en valores; «Guru Vikas», un programa de formación de profesores en Asia, Europa y Sudamérica para crear profesores inmersos en los valores humanos, es un proyecto de lo más prometedor; y «Crecer para ser Dios», un programa que fomentaba la divinidad en los niños, estaba creciendo exponencialmente.
¿Estás asombrado, querido lector? Estarás de acuerdo en que una cadena de logros tan increíbles en tan solo una década no es humanamente posible para una simple ONG. La mano invisible de lo divino es patentemente visible.
Como viene siendo habitual, representantes de los partidarios silenciosos de la misión —desde Australia hasta Singapur, pasando por la India, el Reino Unido y Europa— estaban allí junto a Sadguru Sai, en el Satsang del Prema Yoga Ashram. Este juego tiene un lema: apoyo sin nombre, sin rostro, fuerte y silencios; todos aprendiendo la Verdad a través de la experiencia, sabiendoque uno NO está haciendo las cosas, sino que se están haciendo a través de uno. Haciendo el trabajo, pero sin ego, sin ningún sentimiento de ser el que hace o el que disfruta. Todos los proyectos de «Un Mundo, Una Familia» son solo oportunidades prácticas para practicar esta habilidad.
Sadguru Sai que está bendecido con la percepción extrasensorial, comentó que también estaba allí el tío Kaya, ahora en el reino que está más allá de Maya. Sadguru Sai también reveló que la tierra del Ashram Prema Yoga, incluyendo las montañas cercanas, había sido santificada durante eones por la presencia de hombres de Dios. El tío Kaya era de hecho, uno de esos santos, reencarnado con
el propósito de unir a la humanidad. ¡Una pieza más del rompecabezas que la Divinidad ha planeado para nuestro siglo XXI!
Para esa parte del mundo, que hierve en horribles guerras, terror, rabia humana y pasiones, este gentil Satsang de Fe que rebosaba con el bálsamo de la bondad —de simplemente Amar y Servir a Todos, incluyendo a los animales— ¡debió parecer absolutamente como un soplo de aire fresco vivificante! De hecho, para todo nuestro mundo plagado de conflictos, la gente de diferentes partes del mundo uniéndose como una familia, solo para hacer el bien, como sucedió en Prema Yoga Ashram, Turquía, es un cambio sumamente refrescante. Envía un poderoso mensaje a la humanidad: que hay una forma mejor de vivir, uniéndose en el amor y la paz. Es una suave llamada a los seres humanos para que corrijan el rumbo. Bueno, parece que nuestro mundo aún tiene esperanza… ¿Te has quedado pensativo, querido lector?
¡Que esta ola de bondad se extienda! Como dice Sadguru Sai, vivir como «Un mundo, una familia» es la única manera de ganar el juego, el set y el partido, en este torneo de la vida.
Por la Dra. Hiramalini Seshadri
dr.hiramalini.seshadri@gmail.com