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*LO QUE HAY QUE HACER*
Sadguru Sri Madhusudan Sai escribe para «Times of India», el diario en idioma inglés de mayor tirada en el mundo.
«Lo que hay que hacer»: una página en la historia de Sri Rama
TIMESOFINDIA.COM | 27 de enero de 2024
El pran pratishtha de Sri Rama Lalla en Ayodhya inaugura una nueva era de Rama Rajya (el Reino de Rama), en la que el dharma será la luz que guíe, y todas las personas harán el bien a los demás. Pero, si puedo preguntarlo, ¿quién conoce realmente a Sri Rama? La respuesta será: no muchos.
Rama nació príncipe, pero llevó una vida de sacrificio por el bien de los demás. Nunca vivió para sí mismo, y éste es uno de los signos de una personalidad espiritual. Rama ha sido alabado como Maryada Purushottama, el mejor entre los hombres honorables. También se dice: Ramo Vigrahavan Dharmah: Rama es la encarnación de la rectitud. El dharma tiene profundas connotaciones, pero también puede definirse simplemente como «lo que hay que hacer». El Ramayana (es decir, Rama + ayana, o camino) es la vía o camino demostrado por Rama. Significa que Rama personifica y representa los más altos ideales de rectitud, desinterés, moralidad y conducta ética. Su inquebrantable compromiso con la defensa del dharma, incluso frente a los desafíos, debería inspirarnos a llevar una vida virtuosa y recta.
Muchos cuestionan las diversas decisiones que Rama tomó a lo largo de su vida. Todo lo que hizo Rama debe verse únicamente a través del prisma del dharma, para comprenderlo a él, a sus acciones, y así aprender de su vida. Comprendamos el carácter de Rama desde su punto de vista, que es el punto de vista del dharma, lo que hay que hacer. El dharma tiene varios niveles; el dharma mayor prevalece sobre el dharma menor, cuando se trata de un individuo. Así pues, sacrificar el dharma menor por la causa mayor es el camino del dharma. Un simple algoritmo del Mahabharata para la toma de decisiones es el siguiente. «Una persona tiene que renunciar a sí misma por el bien de la familia; una familia por el bien de la aldea; una aldea por el bien del país; e incluso la Tierra tiene que renunciar a sí misma por el bien de su propio dharma». El sacrificio hecho por unos pocos por el mayor bien de muchos es el modo de tomar buenas decisiones. Esto era y es aplicable incluso hoy, y lo será en todos los tiempos venideros.
Rama tenía múltiples roles, o dharmas, que desempeñar. Debía ser el rey y líder ideal (raja-dharma), el marido ideal (pati-dharma), el hijo ideal (putra-dharma), el hermano ideal (bhratra-dharma), el amigo ideal (mitr-dharma), el padre ideal (pitra-dharma), etc. Gobernaba con integridad y equidad, trataba a todos sus súbditos por igual, independientemente de su condición social, y garantizaba la justicia para todos. Todos sus súbditos eran felices en sus profesiones, llevaban una vida sin codicia, adherían al dharma y estaban dotados de virtudes.
Cuando Rama siguió su dharma como hijo, después de que su padre le dijera que abdique al trono en favor de Bharatha, eso fue sacrificio. En el bosque, luchó contra muchos demonios y protegió a sabios. Como rey de Ayodhya tuvo una enorme responsabilidad; debía dar prioridad a su dharma —el raja-dharma—, que estaba por encima de sus deberes y obligaciones individuales, y sacrificó a su esposa, por cuya causa había librado una guerra.
La vida de Rama fue una saga de sacrificios. Esta idea del sacrificio está incrustada en las antiguas escrituras indias, y personifica completamente su vida, que es inmortal incluso hoy en día. Así pues, el Ramayana es la historia del camino del dharma de Rama, que él defendió a toda costa; por ello, aún hoy se le recuerda y venera como la encarnación misma del dharma.
Pero, ¿cuál es nuestro auténtico dharma? En pocas palabras, debemos vivir por el bien de los demás. Este es el verdadero dharma para todos. Todo en la naturaleza es por el bien de los demás, del mismo modo que los ríos no llevan agua por su propio bien, las vacas no producen leche para sí mismas, ni los árboles dan frutos por su propio bien. La personalidad de Rama es tal que enseñó esta lección suprema de abnegación —swa dharma o atma dharma— en la que vivió su vida por el bien de los demás, por encima de todo lo demás, y más allá de las diversas capas del dharma.
Escrito por: Sadguru Sri Madhusudan Sai