MI JORNADA INTERIOR – Su Gracia fluye y mi gratitud permanece por Ortrud James

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MI JORNADA INTERIOR

Su Gracia fluye y mi
gratitud permanece

por Ortrud James

La Sra. Ortrud James y su esposo
han sido devotos de Sathya Sai
Baba desde 1979. Ellos y sus
hijos vivieron y sirvieron en Prashanti
Nilayam durante 18 años. Los niños estudiaron en la escuela de Swami.
Desde el 2017, están involucrados
con el trabajo de la Fundación Sai Prema en Fiji.
~
Nací en Alemania en una familia sencilla
donde la práctica de la religión significaba simplemente
ir a la iglesia todos los domingos. Desde muy temprana edad
sentí que faltaba algo en la forma en que
Ia religión era enseñada, que no me llegaba al corazón.

Después de mi confirmación
a los 14 años, decidí dejar la Iglesia y encontrar
respuestas por mí misma. En ese momento, tenía muchas
preguntas como: ¿Dónde está Dios? ¿Quién es Dios? ¿Existe
Dios? Esta indagacion continuó incluso después de que
conocí a mi marido a los veinte años. Ambos estábamos en una búsqueda espiritual, procurando encontrar un
propósito a la vida. Sentíamos que la vida debía ser algo más que lo que podíamos ver.

Nuestra búsqueda nos llevó a diferentes maestros espirituales
pero, por desgracia, no estaban
disponibles en el reino físico. Buscábamos
un maestro vivo que pudiera guiarnos en el
camino espiritual. En el año 1975, nos encontramos con
un libro escrito por Howard Murphet titulado – Sai Baba: El Hombre de los Milagros. Mi marido inmediatamente
sintió que Bhagavan Sri Sathya Sai Baba era su gurú y quería ir a conocerlo. Confié
en mi esposo y en sus ganas de ver a
Baba. Nos tomó cuatro años más antes de dejar Alemania y hacer nuestro primer viaje a lndia, en el año 1979.
Cuando llegamos para tener el darshan de Swami, el Curso de Verano acababa de comenzar.

Escuchamos a Sai Baba
todos los días, y continuamos nuestra estadía en la India durante cuatro meses seguidos.
Mi esposo
aceptó plenamente a Swami y Sus enseñanzas, pero yo era
un poco escéptica y me llevó algo más de tiempo.

El punto de inflexión llegó cuando vino a
a visitar la cocina del comedor para devotos donde yo trabajaba, y me habló. En ese momento, me sentí transportada e
inmersa en la dicha total. Él encendió la lámpara del amor en
mi corazón. Antes de partir de Prashanti Nilayam hacia
Nueva Zelanda (el hogar de mi marido), Swami nos llamó a
entrevista y dijo que muy pronto tendríamos un hijo, también nos pidió que volviéramos
con él. Me alegró mucho oír eso porque
hasta entonces, no había podido concebir.

Tres años más tarde, cuando estaba embarazada, regresamos a Prashanti para que Swami nos orientara.
Durante esta estancia, mi marido y yo
tuvimos un fuerte impulso interior de venir a vivir en el āśhram. Tratamos de obtener la confirmación externa de Swami, pero Él no nos dio ninguna indicación
de lo que debíamos hacer. En el momento de nuestra partida, sabíamos que teníamos que volver a casa, vender
todo y regresar para vivir en el āśhram.

Cuando volvimos a Nueva Zelanda y le comunicamos a la
familia y los amigos de nuestra resolución hubo
reacciones hostiles.Todos pensaban
que era una mala decisión, pero eso no nos impidió hacer lo que creíamos correcto. Fue un gran paso de aprendizaje: confiar en nuestra voz interior
(la voz de Dios) y seguirla,
sin importar el resultado. En mayo de
1983, llegamos a Prashanti Nilayam con dos maletas y nuestro hijo de ocho meses.
Swami nos permitió gentilmente vivir en el
āśhram, y también dio permiso para que
nuestros hijos ingresaran en su escuela. Vivimos en el āśhram durante 18 años e hicimos sevā.
Yo me dediqué a cultivar alimentos para la cantina de los extranjeros y cuidar los nuevos jardines del āśhram. Para mí, este sevā era ‘amor en acción’.

Nos sentimos tan bendecidos por haber podido vivir con Swami
durante tantos años, aprendiendo de El y
concentrándonos en nuestro viaje espiritual. Cuando llegó el momento
de que nuestro hijo mayor fuera a la universidad, tuvimos que retornar
a Nueva Zelanda, ya que no pudimos obtener
permiso para que estudiara en la India.
Era Semana Santa de
2011 cuando recibimos la noticia de que Swami había dejado
Su cuerpo mortal. Nos sentimos tristes porque perdíamos el
contacto físico, pero eso no cambiaba nada. Él seguía con nosotros
como siempre, en Su forma omnipresente.

En el año 2015, oímos hablar de Swami en la forma sutil y fuimos a Australia para tener Su darshan. Sentí el mismo amor viniendo de Sri Madhusudan que había sentido con Baba.
Me enamoré de nuevo y estaba ansiosa por experimentar
más del Sai sutil. Mientras tanto, un pequeño
grupo de devotos de Nueva Zelanda se reunió e invitó a Swami a visitar su pais. Hicimos
preparativos para la visita, pero desafortunadamente no fue posible
por dificultades con los visados.

Swami invitó a nuestro grupo a ir a Fiji.
Durante la visita, nos colmó con Su amor y
nos dio instrucciones para el futuro. Dijo que trabajaramos juntos con la Fundación Sai Prema de Fiji, y que los apoyáramos en su esfuerzo por ayudar
a los desfavorecidos. Las instrucciones de
Swami dieron un nuevo enfoque a nuestro grupo, que todos acogimos con el corazón abierto. Desde entonces fuimos capaces de ayudar en la puesta en marcha del Centro Médico de Fiji.También hemos
contribuido para la máquina de ecocardiograma y la construcción del nuevo Hospital Infantil del Corazón.

Nos sentimos muy bendecidos por poder participar en este sevā.
Para mí, el paso más importante en mi jornada espiritual ocurrió durante el encierro, cuando
Sri Madhusudan Sai nos bendijo con sus charlas sobre «Dominar
la Mente». Escuchando el primer discurso
me empapé de él, y cada día esperaba
ansiosamente el siguiente discurso. Estaba tan avida de
Sus mensajes. De repente me di cuenta que no sabía nada.
A pesar de pasar muchos años
en el āśhram de Swami, todavía tenía que aprender mis lecciones
y ahora estaba preparada para ello. Estudié ansiosamente los
mensajes de Sadguru y me esforcé por llevarlos a la práctica. No puedo imaginar una vida sin la sabiduría de ‘Dominar la Mente’,
Kaṭhopaniṣad o el Bhagavad-Gītā.
Qué mayor privilegio puede haber que ayudar
donde la ayuda es requerida y amar donde el amor mas se necesita. Agradezco a Swami que nunca me abandonó y me permitió ser parte del trabajo de Su vida.

Fuente: Vasudhaiva Kutumbakam Número 30, Septiembre 2023 (Boletin Global Mensual)