MANTEN EL ATMA A LA VISTA Y NADA PODRA DAÑARTE – por Sri Sathya Sai Baba

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MANTEN EL ATMA A LA VISTA Y NADA PODRA DAÑARTE

por Sri Sathya Sai Baba

Sabiduría es ver el Uno en todas partes. Esa unidad omnipresente es el Atma. Busca esta unidad y mantenla constantemente a la vista. Cuando todas tus acciones se basan en el Atma, se vuelven
sagradas y puras. Numerosos sabios, desde la antigüedad, han hecho esfuerzos heroicos para
alcanzar este estado superior de estar inmersos en la sabiduría suprema.

Érase una vez, el rey de Grecia, Alejandro,
llegó a las orillas del gran río Sindhu en la frontera noroeste de la India.Tenía la intención de entrar en la India,
conquistarla y saquearla. Para ello había venido con un poderoso ejército. En aquellos días no había caminos reales; los pocos que existían eran más como
senderos. El rey cruzó las orillas del río y
entró en el bosque con su ejército. Los exploradores que precedían
al ejército encontraron a un yogui tumbado bajo un árbol, con las piernas
extendidas a lo largo del camino, profundamente dormido. Este yogui
había alcanzado la etapa de la iluminación, era un verdadero sabio.
Un soldado se acercó y despertó al yogui
ordenandole que se apartara. Pero este fue totalmente indiferente a sus órdenes. No se movió. Entonces el soldado griego empezó a amenazar al yogui jactandose de que el gran emperador de Grecia, Alejandro, venía con su ejército y que había decidido invadir la India y saquear la nación entera.
Mientras tanto, Alejandro
arribó al lugar. El soldado se enfureció al ver que incluso después de que el emperador había llegado, el yogui
permanecía completamente despreocupado. No estaba al tanto del
respeto y la cortesía debidos al emperador.
Ante esto, el soldado amenazó con cortar la cabeza del yogui. En el momento en que este supo que el
enfurecido soldado quería cortarle la cabeza, se echó a reír y se levantó. En su rostro no había rastro de miedo. Estaba alegre, pero al mismo
tiempo permanecía completamente sereno. El emperador vio
el gran resplandor emanando del yogui y le habló: «Mi soldado acaba de amenazarte con cortarte la cabeza y
y, sin embargo, pareces muy feliz e impasible.
Si fueras una persona ordinaria caerías inmediatamente a sus pies,
suplicarías perdón y tratarías de salvar tu vida. Pero sólo
sonries. ¿Cuál es el sentido de tu comportamiento?».
El yogui respondió: «Yo soy la verdad eterna. Soy la conciencia
pura. Soy dicha infinita. Estoy libre para siempre.Tus
armas no pueden dañarme. El fuego no puede quemarme. El agua
no puede mojarme. El viento no puede arrastrarme. No he
nacido y nunca moriré. Soy el Atma inmortal, el único ser verdadero. Soy indestructible. Pensando que sólo soy este cuerpo, tu soldado amenaza con matarme
cortandome la cabeza. ¿No es ridículo?
Oír esto me provocó risa».

Al oír estas palabras, el emperador se quedó estupefacto.
Pensó para sí: «Es natural que la gente se asuste cuando alguien amenaza con matarlos y están a punto de enfrentarse a la muerte, pero rara vez alguien se mostrará
tan feliz cuando está a punto de morir. En la India hay personas que han alcanzado un estado espiritual tan elevado
que ni siquiera temen a la muerte. ¿Cómo puedo conquistar una nación como esta? No, no tendré éxito aquí
con mis armas». Habiendo llegado a la conclusión de que la India
no podía ser sometida por él, dio la vuelta con su ejército y no volvió más.

• El control de los sentidos es fácil cuando
entienden los sentidos

Desde tiempos inmemoriales, grandes seres como este yogui
han existido en la India, y, en la forma en que ellos condujeron
sus vidas enseñaron a otras naciones las más profundas verdades sobre la espiritualidad. Ellos mostraron las alturas
espirituales que se pueden alcanzar a través del control de los sentidos. Las personas que no conocen el método de
control de los órganos sensoriales se pierden y se desvían por el
camino equivocado. Pero, en realidad, controlar los sentidos es bastante
fácil. Cuando no se comprende la naturaleza voluble de los sentidos, todos los intentos de controlarlos están llenos de
dificultad. Mas una vez que comprendes sus limitaciones
controlarlos se vuelve fácil, porque te das cuenta de que
todos los placeres y goces que obtienes a través de ellos
están llenos de dolor.

El primer paso para controlar los sentidos es investigar los defectos y problemas asociados con los diversos
objetos del mundo. En aras de las alegrías y los placeres temporales, te sometes a muchas dificultades y
y problemas que te acosarán después de que los pequeños gozos
pasajeros sean olvidados. Una persona que tiene una enfermedad
puede tomar algunos alimentos que no están prescriptos en la
dieta y sentirse temporalmente feliz. Al ignorar la dieta y consumir alimentos prohibidos, puede experimentar placer
temporalmente, pero en poco tiempo sufrira las desdichadas consecuencias
de sus actos. Incluso puede llevarle a una situación peligrosa. De igual manera,
el hombre, cediendo a las alegrías temporales, sufrirá muchos problemas a largo plazo.

Cuántos reyes poderosos ha habido que han construido enormes mansiones y palacios, gozado grandes comodidades, comido una variedad de alimentos exquisitos, viajado en
coches lujosos y se han permitido innumerables
vanidades, todo el tiempo pensando que estaban disfrutando de
todos los grandes placeres disponibles en la Tierra. ¿Qué paso con ellos
al final? Pregúntate a ti mismo, ¿disfrutaron realmente de los lujos o son estos los que disfrutan de él? Tendrás que
concluir esto ultimo.
Literalmente se lo están devorando. Pronto se debilita, se enferma y envejece.

Si el rey estuviera realmente gozando de los objetos de los sentidos, entonces
debería haber alcanzado salud y fuerza ilimitadas de ellos. Pero, como es él el que está siendo consumido por
ellos, pierde toda su salud y su esperanza de vida se reduce. Al no reconocer esta verdad
experimenta algo de felicidad. Fija su visión en esos transitorios objetos sin darse cuenta de las consecuencias que, en última instancia, deben venir a su tiempo
debido a su deseo indiscriminado de obtener placer de los sentidos.

• Darse cuenta de la transitoriedad de todos los objetos de los sentidos

Cierto hombre acudió a un quiromántico que adivinaba el futuro de las personas
leyendo las líneas de la mano. El hombre le mostró al quiromántico su mano. Este le dijo que había una línea que significaba que sería muy rico. En cuanto el hombre lo oyó,
se llenó de alegría. Después de mirar su mano un poco más,
el quiromántico le dijo que las líneas también mostraban que
recibiría muchos honores. El hombre se sintió aún más feliz.
Luego, tras examinar aún más la mano, el quiromántico
le dijo: «Vas a ocupar un puesto muy alto».
El hombre se sintió tan feliz, que era como si le hubieran dicho
que ese mismo día sería primer ministro. Al cabo el palmista le dijo que iba a tener muchos hijos.
Alegría sobre alegría. Después
de comunicarle todas estas cosas le dijo: «¡Pero tu vida va a ser muy corta». En el momento en que el hombre
oyó esto, toda su alegría se evaporó; quedó totalmente abatido y
se hundió en la desesperación.

Sean cuales fueren tus bienes y riquezas, la posición que ocupes, los honores que obtengas y por muchos hijos que puedas tener, si sólo tienes una vida finita, ¿de qué te servirán todas
estas cosas a largo plazo? Si no vas a estar vivo, ¿cómo puede entonces cualquiera de estas cosas ser de valor duradero para ti? ¿Cuántos reyes y emperadores han
vivido? ¿En qué circunstancias han dejado este mundo?
En la historia de la India, hubo una vez un emperador que
gobernó sobre todos los cientos de reinos que componen esta
inmensa tierra. Era muy poderoso, pero ¿no tuvo acaso que dejar este mundo? En la antigüedad hubo un rey aún más poderoso, que gobernó sobre el mundo entero.

¿Pudo llevarse siquiera un puñado de tierra con él? Rama
construyó un magnífico puente que cruzaba el océano desde
India a Lanka; ¿dónde está ahora ese gran puente? Tantos
reyes han ido y venido. Ni siquiera uno pudo llevar consigo un puñado de polvo. Si piensas y reflexionas sobre la historia pasada de la humanidad, podrás
comprender lo impermanente que es realmente este mundo.
Por lo tanto, hay que señalar dos defectos importantes acerca de los
placeres mundanos: son impermanentes y
son precursores de miseria.

Todo lo que ves en el mundo exterior no es más que un reflejo
de lo que hay dentro de ti. Sólo hay una cosa que es real, verdadera y omnipresente. Esa realidad, esa verdad, está siempre en tu interior. Es eternamente
verdadera, auspiciosa y hermosa.
Esfuérzate por realizar esa
verdad permanente. Vive en esa auspiciosidad. Sé
uno con esa divinidad. Es la encarnación misma de toda belleza.

• Concéntrate en la Divinidad, tu verdadero Ser, y cumple con tu deber

Después de explicar a Arjuna las cualidades de un hombre sabio,
Krishna le ordenó que entrara en el campo de batalla y luchara.
Entonces, le dijo: «Mantén toda tu atención en Mí. Concéntrate sólo en Mí. Obedece mis órdenes y cumple con tu deber. Este cuerpo te ha sido dado
para que cumplas con tu deber. Es debido a tus acciones en el pasado que has tenido
este nacimiento. Ahora, debes usar tus
acciones para santificar esta vida».

La única luz en este mundo que no se extingue es la luz del Atma, la luz del
ser inmortal. Mientras haya electricidad, las bombillas eléctricas iluminarán. En el momento en que se va la luz,
ya no brillan. Sólo mientras haya
pilas en la linterna, ésta funcionará.
Del mismo modo, cuando los sentidos no reciben energía, dejarán de funcionar. Incluso el sol y la luna, que no necesitan baterias ni electricidad, acabarán perdiendo su fulgor.
Cuando el sol y la luna pierdan su luz,
¿qué pasará contigo? Si esto ocurre con estas poderosas
luminarias, entonces ¿cual sera tu destino, engañado como estás con la conciencia del cuerpo?

Krishna dijo a Arjuna: «Debido a la pena que surge de tu apego a parientes y amigos, te estás ahogando en la ignorancia. ¡Levántate! ¡Despierta! No pares hasta alcanzar la meta!» Así Krishna
rescató a Arjuna y lo puso en el camino correcto.

Fuente: Extracto de Discursos Divinos sobre el Bhagavad Gita, Agosto de 1984