Simposio sobre la «Influencia
de los factores socioculturales en
mejorar la salud mental de los
Adolescentes» – Singapur, 3/9/2022
Sadguru Sri Madhusudan Sai en su discurso
mencionó la causa fundamental de esta peligrosa propagacion
de los problemas de salud mental en la juventud actual
y mostró una manera positiva y práctica de superar este problema. Comenzó su discurso con
una oración de la cultura india que dice:
sarve bhavantu sukhinaḥ
sarve santu nirāmayāḥ
।
sarve bhadrāṇi paśyantu
mā kaścidduḥkhabhāgbhaveta
।
oṃ śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ ।।
Que todos sean felices. Que todos estén sanos. Que
todos vean lo bueno y auspicioso en todas partes y que
nadie sufra. Que haya paz.
– Hice una oración para que todos sean
felices. Hasta ahora, la felicidad y la salud sólo se referían al bienestar físico o biológico. La pandemia de COVID nos ha mostrado los
problemas de salud mental subyacentes en la juventud de hoy en dia. Durante mucho tiempo, esto ha sido un tabú
del que nadie quería hablar. La gente no
no quería aceptar el hecho
de que los problemas de salud mental pueden ser fatales para la vida de uno, simplemente
por miedo a ser marcados o etiquetados por la sociedad
por reconocer tal condición. Las personas sufrieron
en silencio. No es sólo un problema
de los jóvenes de Singapur, sino un problema
presenciado en todo el mundo.
– Los problemas de salud mental van en camino de
convertirse en una de las mayores cargas de enfermedad en el futuro, que provocan suicidios, y en la segunda mayor causa de muerte
en los jóvenes y adolescentes de todo el mundo.
– La infancia puede compararse con la
primavera en la vida, cuando el niño debe avizorar
una hermosa existencia por delante, contribuir a la sociedad, actualizarse y desarrollar todo su potencial.
En cambio, un gran numero de niños se hunden en la depresión y la ansiedad, y quieren incluso
llegar al extremo de quitarse la vida.
– Cuando hablamos de salud mental se trata de la mente. En la India, la mente se divide en cuatro partes. La primera parte es manas – un conjunto de pensamientos. Según las
investigación, cada individuo tiene 16.000 pensamientos
únicos desde que se despierta hasta que
se vuelve a dormir. Esta colección de pensamientos
es como una pieza de tela que está hecha de varios hilos. Los pensamientos pueden ser buenos
malos y feos, ya que sólo son una suma
de información. La segunda parte es buddhi – la inteligencia. Esta analiza estos pensamientos
y toma decisiones en consecuencia. La tercera
parte es chittā – una colección de todas las impresiones,
las experiencias que uno ha tenido desde el nacimiento. Compara los recuerdos o experiencias pasadas instalados en la mente subconsciente y en consecuencia nos ayuda a decidir nuestro
próximo movimiento. La parte final y más importante es ahaṃkāra – la identidad. Nos identificamos
como alguien con talentos, que
pertenece a una familia o a una comunidad con ciertas capacidades.
– El problema de la salud mental está asociado al de
la identidad.Todos tenemos nuestras identidades definidas por
las circunstancias, la sociedad en la que vivimos,
la religión que seguimos, etc. Un niño necesita
un entorno positivo para progresar. El primer entorno en el que el niño crece es la familia. Con la modernización de la sociedad
las estructuras familiares se están destruyendo,
lo que a su vez está afectando la identidad del niño
debido a un entorno erróneo y negativo.
En la infancia, se identifican a sí mismos
como el hijo o la hija de un padre. Pero
durante la adolescencia y la juventud, el niño se identifica con los talentos que posee.
Si no es capaz de reconocerse
con algo positivo, único y especial, el niño se siente sin valor, inútil
y no aceptado, lo que lo lleva a la depresión y la ansiedad.
– La cuestión monetaria es otro gran problema que afecta en gran medida a la salud mental de los jóvenes de hoy en día. Todos los talentos de uno deberían estar dirigidos a
ganar dinero o, de lo contrario, es directamente rechazado por los padres y la sociedad.
Para citar un ejemplo, un niño que quiere
convertirse en profesor es desanimado por sus padres por la razón de que no es un trabajo bien remunerado. Por ejemplo, los padres quieren que el
hijo se dedique a la medicina y se convierta en doctor
para que gane bien, aunque el niño no tenga interés en hacerlo.
Tenemos que deshacernos de esta
vieja mentalidad y marco generacional. La generación anterior venía de tiempos muy difíciles
después de la Guerra Mundial, pero era una época diferente. No superpongamos esa idea a la siguiente generación.
– La jerarquía de Maslow habla de
la seguridad fisiológica. Hay necesidades mayores a ser consideradas –
necesidades de estima, la necesidad de pertenencia y, sobre todo, la necesidad de autorrealización. Los niños deben
sentir que pertenecen a la sociedad y no deben ser rechazados por ser comparados con otros niños.
Es injusto por nuestra parte
comparar a los niños y juzgarlos.
– Actualmente los padres no dedican tiempo de calidad
moldeando y enseñando a sus hijos. Ambos padres trabajan para ganar más y así poder llevar a su hijo a una escuela de renombre, proporcionarle
todas las comodidades, etc. El niño queda bajo el cuidado de una niñera que no va a ayudarle a crecer bien. Hoy en día, si al niño le es negada la requerida
atención, el amor y los cuidados que necesita, se comportara de forma similar
con los padres cuando estos se vuelvan mayores.
– Por lo tanto, aquí es donde nos estamos equivocando como
familia, como sociedad, porque no tenemos padres que entiendan estos valores de
aceptación. No tienen tiempo para sus
propios hijos. Los niños necesitan a los padres. Ellos
necesitan la atención de los padres, junto con su
implicación, y tiempo. Esa es la solución
a la mayoría de los problemas mentales. Debemos identificar
los dones potenciales del niño, y proporcionarle
un entorno no superpuesto con nuestras
propias ideas de lo que debería ser el niño, sino que debemos fijarnos en lo que el niño ha nacido
para ser, el propósito y la identidad. Si al niño se le permite crecer así, florecerá.
Estoy seguro de que tendremos un mejor poeta en la sociedad
y no un mal médico.Tendremos mejores
maestros y no malos ingenieros. Tendremos un mejor filósofo y no un mal
líder.Tendremos a todo el mundo siendo mejores
en hacer lo que hacen, y así
la sociedad no seguirá siendo mediocre.
Habrá excelencia en la sociedad porque
todo el mundo estará haciendo exactamente lo que quiere
hacer. Que se gane la misma cantidad de dinero o no, debería pasar a ser secundario.
– La ecuación de que el dinero es igual al éxito
debe cambiar ya. Hay que enseñar a los padres
a ser mentores; entender que el dinero equivale al éxito ya no es la ecuación de esta era, no en el siglo XXI. No pongamos a nuestros hijos bajo una tremenda
presión. La presión de los compañeros, la presión del rendimiento, etc., no puede ser el camino. Sus
pasiones deben ser fomentadas. Somos una aldea global. Se dice que se necesita una aldea para
criar a un niño. Ahora, se necesita una aldea global para
educar a un niño porque estamos conectados e
influenciados por la cultura de los demás.
– Así que esta es la idea de lo que estamos haciendo
en la India, y también se nos ocurrió el
programa a través del Instituto de Valores Humanos para aquellos que quieran asociarse
y entender cómo impartimos estas
lecciones. Cualquiera puede inscribirse gratuitamente.Tenemos programas sobre la crianza de los hijos, la enseñanza,
voluntariado, atención sanitaria compasiva,
etc. Estos programas están elaborados por expertos de
todo el mundo para que incorporen
ejemplos, sistemas de valores y culturas de muchos países. Esto ayuda a que todos se sientan
asociados y comprometidos. Muchas personas de
todo el mundo se han inscripto en estos
cursos, que es un programa en línea con
una certificación online.
– Espero que todos los países reconozcan este
problema de los asuntos mentales en la juventud y
tomen las medidas necesarias para
reducirlo y eliminarlo de raíz. Me gustaría ver un mundo en el que los niños sean felices, sanos
entusiastas, rebosantes de energía y
mirando hacia el futuro, un futuro común
para todos nosotros que co-crearemos juntos un mundo mejor. Y la responsabilidad recae en
los profesores, que son los segundos padres y, por supuesto, los padres que son los primeros padres en primer lugar. Así que todos
tenemos que trabajar unidos, y estoy deseando
trabajar con todos ustedes en todos los países
para hacer del mundo un mejor lugar donde nuestros chicos puedan vivir y crecer.
Fuente: Tomado de Vasudhaiva Kutumbakam, número 18 – Septiembre 2022 (Boletín Global Mensual)