26 de julio de 2022 – Resumen del Discurso Divino en ocasión del 43º Cumpleaños de Sadguru Sri Madhusudan Sai
La fase final de la Gran Misión de
Sai – La Ascensión del Hombre
Había dos pájaros viviendo en el mismo árbol –
el pájaro inferior y el pájaro superior. El pájaro inferior seguía comiendo frutas amargas y dulces
que había en el árbol. Al conseguir una fruta dulce, se alegraba; y por una fruta amarga, se ponía triste.
Esto duró años, exactamente 32 años.
Y entonces, este pájaro inferior miró hacia arriba y vio al pájaro superior – un pájaro que no estaba interesado en
los frutos del árbol. Solo estaba sentado allí observando todo como un testigo. No quería comer, ni tampoco quería no comer. Simplemente estaba
allí. Después de una larga y profunda reflexión, el pájaro inferior
que admiraba al pájaro superior, se dijo a sí mismo:
«¿Puedo ser yo también así?», no le afecta lo que ocurre a su alrededor.
No le interesan
los frutos amargos y dulces del árbol; sólo esta absorbido por
la paz que experimenta, la dicha que disfruta como testigo.
Lentamente y con constancia, inspirado por la ecuanimidad,
el contento y la paz del pájaro superior, el pájaro inferior
se esfuerza saltando de rama en rama
para percibir cómo es el pájaro superior. Y en el proceso tiene que renunciar a comer frutos amargos y dulces, ya que su objetivo de alcanzar al pájaro superior es
más importante. Y así, en un lapso de 11 años, saltando de una rama a otra finalmente alcanza
la rama más alta, donde el pájaro superior estaba, sólo para realizar que no había ningún pájaro superior. No había pájaro superior ni inferior; era el mismo pájaro.
Cuando pensaba que estaba destinado
a experimentar sólo las alegrías y las penas de la vida
y a luchar cada día para ser feliz, se llamaba a si mismo el pájaro inferior. Pero en el momento en que
se retira de esta lucha diaria por disfrutar de las cosas,
por experimentar las cosas, para ser solo un testigo, se da cuenta de que es el mismo pájaro en la rama superior.
Esta no es la historia de una persona. Es la historia de cada uno de nosotros. Algunas personas pueden haber
subido algunas ramas antes. Otros pueden estar todavía en las ramas más bajas, pero todos estamos sentados en el mismo árbol, esforzándonos por comprender
cómo es ese pájaro de arriba. La lucha por abandonar esta idea de ser un ser inferior es la lucha de todo aspirante espiritual. A veces encuentran frutos dulces en el mundo y se enredan
en la idea de disfrutar más. Pero, de vez en cuando, el árbol de la vida envía algunos frutos amargos.Y ese es el momento en que dirigimos la vista hacia arriba y
vemos al pájaro de arriba y pensamos: «¿No puedo ser como el?» Nuestras penas, contratiempos y luchas en nuestras
vidas son mensajes de ese pájaro superior, que es hora que miremos.
Necesitamos ejemplos en este mundo, ejemplos
que podamos ver y seguir, ejemplos que nos infundan confianza. Esta es la historia de cada Maestro que desciende para el ascenso del buscador. La historia comenzó aquí en Muddenahalli en
julio de 2011; el escenario fue Sathya Sai Anandam.
El escenario era este hermoso entorno natural; y el trasfondo era que un descenso requería de un ascenso, ya que el descenso no podía continuar en el
mismo cuerpo. Pero, aún así, había que dar un ejemplo con el que la gente pudiera identificarse,
con el que pudieran relacionarse y sentirse inspirados.Todo el proceso consistía en
hacer un ejemplo de ese pájaro inferior,
para que muchos otros pájaros ordinarios también se esforzaran por
convertirse en el pájaro superior. Esta es la esencia de toda la historia.
El tiempo para que el hombre realice a Dios dentro de sí mismo
o en sí mismo, es AHORA. Hasta que no dejemos de anhelar
por bayas dulces o amargas, no podremos ascender.
Una vez que ascendemos, no importa si las bayas son dulces o amargas. Esta es la historia de cada uno de nosotros. No hay ninguna razón especial por la que
celebremos un día como éste; es simplemente
otra fecha en el calendario; tantas fechas
han llegado; tantas fechas van y vienen, pero la idea de reunirnos es para recordarnos a nosotros mismos
el propósito para el que hemos nacido. Todo lo demás es secundario.Todo lo demás es innecesario,
incluso no deseado. Lo único que es necesario
es que todos debemos elevarnos, rama tras rama, día a día, para darnos cuenta de que somos ese pájaro superior.
Nuestro papel es simplemente ayudar a todos a subir una
rama a la vez. Los proyectos de servicio, todas las diversas iniciativas en tantos países son sólo escaleras, caminos que nos ayudarán a escalar la siguiente
rama, para que sigamos ascendiendo. Estoy seguro de que todos
aquellos que han participado y formado parte de
estas maravillosas iniciativas de servicio, han subido una rama o dos, o incluso más en los últimos 11 años.
Lo sabéis bien porque sólo vosotros sabéis en qué rama estáis sentados ahora. Pero, he visto la transformación de la gente. He visto una transformación en muchas personas, jóvenes
y mayores, nuevos y viejos devotos, y niños, en los últimos 11 años. Aun los niños pequeños hablan de
la divinidad y la autorrealización.
Muchos jóvenes
han asumido el compromiso de una vida de servicio
a la sociedad, algo que nunca antes había sucedido.
Está ocurriendo ahora, porque esta es la última razón, la fase final de la gran misión
de Sai: elevar a los humanos y ayudarles a realizar su Divinidad. El camino no será
fácil; será un camino de lucha, un camino
de sacrificio, un camino de amor y servicio. Hace once años
me dijeron que fuera desinteresado, intrépido y no tuviera vergüenza, es decir, sin inhibicion cuando hay que hacer algo bueno; no tener miedo
para hacer el bien a pesar de los impedimentos, los comentarios
y dudas; ser desinteresado por el bien
de la felicidad de los demás sin esperar nada a cambio de ellos. Estos fueron los valores cardinales que me enseñó mi Maestro, Bhagavan Sri Sathya
Sai Baba. Él es el gurú que nos enseña a
a realizar nuestro verdadero ser y el camino que ha
enseñado es el del servicio desinteresado.
Los últimos 11 años se pueden dividir a grandes rasgos en
tres fases, cada una de tres años y medio más o menos. La primera fase, de 2011 a 2014/2015, fue
la de saṅkarṣaṇa – para atraer a la gente a esta misión. La segunda fase de 2015 a 2016 fue la de saṅdarśana, cuando la misión se aceleró
y muchas personas llegaron a conocerla. La tercera de 2017 fue saṅkramana , que es la fase de transición que yo llamo la fase de ascensión,
cuando la misión cambió de marcha, y hubo muchas charlas sobre Brahman y la autorrealización.
Estamos transitando la finalización de esta fase de 11 años
y la ascensión se ha completado hoy.
Por eso es un julio significativo, porque todo comenzó en julio de 2011, y aquí es donde esta maravillosa, muy intrigante, muy intimidante,
pero sin embargo fascinante historia se desarrolló.
El Sr. Narasimha Murthy, el Sr. C Sreenivas y el Sr. Isaac Tigrett son los tres sabios, que vinieron
siguiendo la estrella y encontraron el propósito de sus
vidas. Se ofrecieron a esta causa,
esta misión; y hoy todos ellos se mantienen en pie como
ejemplos de entrega y servicio. Esta es la verdadera misión – la ascensión del hombre y el
camino es el del amor desinteresado y el servicio desinteresado.
Tuve que prepararme lentamente y con constancia, sólo
por devoción y compromiso con el Maestro, para hacer lo que había que hacer – no había dos maneras de hacerlo.Y así es como todo esto ha
ocurrido; así es como todos nosotros hemos llegado hasta aquí.
No es sólo mi jornada; es el viaje de todos.
Todos nosotros nos hemos movido una o dos ramas hacia arriba en el
árbol – esta es La Divina Historia. Y sé que en los tiempos venideros va a ser un capítulo muy glorioso de la misión. Esta década que comienza a partir de
hoy será una de las más asombrosas
y maravillosas en la historia de la humanidad.Y este
lugar, Muddenahalli se convertirá en el epicentro de una gran revolución, una revolución espiritual alrededor
del mundo; y aquí es donde comienza.
Los próximos diez años van a ser gloriosos, algo que nunca ha sucedido
en la historia humana; y esto no vendrá
no se producirá por un gran descenso, sino que se logrará
por personas que ascenderán y se darán cuenta de que son
Divinos. Así que, prepárense para estos extraordinarios tiempos
que se avecinan.
Siendo hoy mi cumpleaños, estoy aquí para demandar un regalo de todos ustedes. ¿Están listos para darmelo? (un «si» atronador) Entonces, les pido lo que mi Maestro me pidió a mí. Quiero vuestra abnegación,
quiero tu intrepidez. Quiero un poco de tu atrevimiento y todo esto para hacer el bien. Al final, si no queda nada entre nosotros, este amor
seguirá existiendo.Y en este amor sobreviviremos,
no sólo sobreviviremos sino que prosperaremos.
Soy un gurú poco convencional en ese sentido.
No espero que aprendan Vedas y Upaniṣhads y todas las demas escrituras – esto puede ocurrir o
puede que no, depende de ustedes. No espero que
peregrinen y me hagan pāda pujas, o instalen una
foto y le ofrezcan guirnaldas. Lo que realmente me importa es que
sigan el mensaje, pase lo que pase,
lo que sea; y el mensaje es el de la abnegación,
el de la intrepidez, el de servir a la sociedad, el de hacer
lo que es correcto.
Hoy, mientras celebramos el cierre de una etapa, es el comienzo de otra.Y como he dicho, otra década, otros diez años a partir de ahora que será gloriosa. Pero si será glorioso para ustedes o no, es algo que depende de ustedes, depende
de cuánto de si mismos entreguen
en la búsqueda de esa perfección. Por lo tanto, cada uno
de ustedes disfrutará sólo en la medida de su propia participación y esfuerzo. Permítanme decirles que la vista desde la rama más alta es maravillosa. Es muy serena, es pacífica, es
calmante y satisfactoria. Y no queda ningún deseo
de comer bayas dulces o amargas.
Puedes ser tú mismo, sin que te afecte nada a tu alrededor. Y esa paz, esa calma, esa dicha
es algo que todo el mundo debe experimentar.
Estoy seguro de que llegará el día en que todo este
lugar estará lleno de ātma jñānis, brahma jñānis (iluminados).
Andarán por los caminos de la India y el mundo estará libre de toda miseria y pesar.
Cada uno de ellos será completamente, perfectamente feliz y satisfecho. Ese es el mundo que me he propuesto construir. Y necesito que cada uno sea una
parte de esta gran misión que se está desarrollando.
Somos muy afortunados porque podríamos haber sido
cualquiera de los 8 mil millones de personas en el mundo, pero
aqui son sólo unos pocos cientos de miles de nosotros,
y eso es todo lo que Dios requiere. No necesitamos al
mundo entero para cambiar el mundo. Sólo necesitamos
unas pocas personas buenas, comprometidas, desinteresadas
y sin miedo, que puedan ser agentes del cambio, que puedan
ser agentes de transformación y que a través de sus vidas, le digan al resto del mundo cómo
puede ser mejor también. Y ese es el mayor servicio que podemos hacer. Hay un ejemplo para ti
a seguir y te conviertes en un ejemplo en este proceso para que muchos más puedan seguirte.
Completa el viaje. Asciende al árbol. Conviértete en
ese pájaro que todos somos y
y realiza esa felicidad, esa paz, la alegría que te llega
cuando te das cuenta de tu divinidad. Yo los bendigo
a todos para que podáis realizar ese Ser,
y en esa realización todos nos convertiremos en Uno. Esta es mi
única aspiración en la vida. Esta es mi única oración.
Este es mi único deseo, si es que hay uno, y estoy
seguro de que este deseo se cumplirá a través de cada uno de ustedes.
– Extracto del Discurso Divino dado por Sadguru Sri Madhusudan Sai el 26/7/2022.
Fuente: Tomado de Vasudhaiva Kutumbakam, Numero 16 – Julio 2022 (Boletin Global Mensual)
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.