MANIFIESTEN SU DIVINIDAD – por Sri Sathya Sai Baba 1 de Enero de 1992

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MANIFIESTEN SU DIVINIDAD
 
por Sri Sathya Sai Baba
 
1 de Enero de 1992
 
El Señor del cosmos satura el universo entero, permaneciendo invisible en el universo visible.
 
La conciencia cósmica lo ilumina todo como el hilo que corre a través de las gemas de un collar.
 
Todas las cosas, buenas o malas, ocurren según los dictados del Tiempo.
 
El Tiempo es la causa de la dicha y el pesar, la ganancia y la pérdida.
 
Comprendan que el Tiempo es la causa de todos los sucesos del mundo.
 
No hay nadie que no esté sujeto al dominio del Tiempo (poema telugu)
 
¡Encarnaciones del Amor Divino! El tiempo se mueve rápido como un torbellino. El lapso de vida de cada uno se ve reducido a cada instante, como un bloque de hielo que se derrite. El tiempo pasa incluso antes de que el hombre tome conciencia de sus deberes en la vida. El cuerpo humano no es algo que se adquiera fácilmente. La meta de la vida del hombre no debería ser malgastar su precioso nacimiento humano sin tomar conciencia de su propósito principal.
 
El deber de cada ser humano es hacerse consciente del propósito de la vida y utilizar su tiempo en el cumplimiento de sus deberes para santificar su existencia. Dada la voluntad, no hay nada que el hombre no pueda lograr en este mundo. Sin embargo, antes de iniciar cualquier proyecto, el hombre debería identificar sus habilidades y talentos.
 
El hombre de hoy, que afirma que lo sabe todo y se dedica a explorar el espacio, es incapaz de experimentar la bienaventuranza.
 
Si uno adquiere la habilidad de explorar las estrellas o caminar sobre la Luna, pero es incapaz de comprender su propia naturaleza, no percibe su conciencia integral. Esta conciencia no está relacionada con el conocimiento del mundo externo.
 
Puede ser experimentada solamente dirigiendo la visión hacia adentro. Solo cuando uno posea samagrata bhavam (conciencia integral) tendrá la percepción correcta de un sabio. Únicamente esa visión integral puede otorgar bienaventuranza.
 
# La causa principal de la esclavitud
 
La gente habla acerca de la esclavitud del hombre. ¿Qué es lo que ata al hombre? El hombre puede liberarse a sí mismo solo si sabe qué es lo que lo ata. ¿Son la esposa y los hijos las ataduras?
 
No. ¿Es la propiedad? No. ¿Son los placeres sensuales?
 
No. La causa principal de la esclavitud es no conocerse a sí mismo. Un individuo que no es consciente de su verdadero ser, no puede escapar del pesar. Mientras el pesar esté allí, no podrá experimentarse la bienaventuranza.
 
¿Cuál es el pesar que envuelve al hombre? El pesar lo envuelve de tres modos y lo hace sufrir de muchas formas. Una fuente de pesar es Asat (lo irreal). La segunda causa es Tamas (la oscuridad de la ignorancia). La tercera causa es la muerte.
 
En este contexto, el Vedanta menciona tres categorías: Prakriti (la naturaleza), Jivatma (el alma individual) y Paramatma (el Espíritu Cósmico).
 
Mientras el hombre no renuncie a lo que debe renunciar, no experimentará bienaventuranza.
 
Abandonen la fascinación por el mundo ¿A qué debe renunciar el hombre? ¿Qué es lo que debe saber?
 
¿Cuál es su meta? Lo que debe abandonarse es Jagatbhavam (la fascinación por el mundo). La razón es que el mundo no es diferente de Dios. “Ishavasyam idham jagat” (Dios mora en el Universo). “Vishvam Vishnusvarupam” (El cosmos entero es la encarnación de lo Supremo). Al pasar por alto esta profunda y sagrada verdad, el hombre se convierte en víctima del pesar a causa de sus apegos mundanos. El mundo no debería considerarse algo meramente físico, sino que se lo debe considerar una manifestación Divina. Solo cuando el hombre esté lleno de pensamientos sagrados se liberará del pesar. Por lo tanto, lo que debe abandonarse es lo mundano. Solo entonces puede obtenerse Atmananda (la Bienaventuranza del Espíritu).
 
En segundo lugar, debe abandonarse Jiva-Bhava (el sentimiento de individualidad separada). ¿Quién es un Jiva? Jiva es Dios. “El Jiva (el ser individual) reside en el cuerpo. Dios mora en el corazón”. Ellos se juntan e inician un juego mutuo. Hay un Director que dirige la representación de los títeres. El Jivatma (el ser individual) y el Principio Divino no son dos entidades diferentes y separadas. Por su ignorancia, el hombre olvida la realidad básica y abriga ilusiones que le causan pesar. Es como alguien al que lo invade el temor cuando confunde una soga con una serpiente. Cuando se conoce la verdad, el temor desaparece.
 
Del mismo modo, el hombre, al mirar el mundo, lo considera una entidad fenoménica separada: Jiva Tattva. Pero, en realidad, es Divina. Cuando se entiende la naturaleza divina del cosmos, el hombre se libera de la ilusión de la separación …
 
La meta del hombre es la realización de su divinidad ¿Cuál es el destino que el hombre debe alcanzar? Es Svastanam (el hogar original del que provino). ¿Cuál es este hogar original? Es la conciencia del propio ser verdadero. La Divinidad le ha otorgado el cuerpo al hombre para la realización de esta verdad. ¿Dónde puede uno buscar su propio ser? ¿Puede uno buscarlo fuera de sí mismo? No.
 
De igual modo, la búsqueda de Dios en lo externo es inútil.
 
Por lo tanto, el destino del hombre es la realización de su divinidad (la fuente original). Esta realización debe llegar a través del proceso Vedántico de exclusión (Neti, neti; ‘esto no, esto no’). “Yo no soy el cuerpo. Yo no soy el intelecto. Yo no soy la voluntad. Yo no soy el Antahkarana, el instrumento interno”. Todos estos son solo instrumentos. El hombre debería comprender esto: “Yo soy el Amo de todos ellos”. Cuando el hombre –mediante este proceso de eliminación– toma conciencia de su verdadero Ser, se libera del pesar.
 
# El regalo más precioso y sagrado de Dios es el Budhi (la inteligencia).
 
Hoy el hombre está usando la inteligencia –que debería emplearse para buscar el Atma (Espíritu)– yendo detras de Annam (comida). Cuando se les da un espejo para ver su rostro, ¿cómo pueden verlo si lo giran en la dirección contraria?
 
Usen el espejo del Budhi para reconocer su verdadero ser. Esto se conoce como Sakshatkaram, la visión directa del propio Ser verdadero.
 
Desafortunadamente, hoy el hombre procura conocerlo todo menos su propia naturaleza verdadera. Les pregunta a todos “¿Quién eres tú?”, pero no se hace la pregunta “¿Quién soy yo?”. El que no se conoce a sí mismo, ¿qué derecho tiene a averiguar acerca de los demás? Tal indagación surge de la ignorancia.
 
Sin la conciencia de su verdadero ser, el hombre jamás puede alcanzar la bienaventuranza.
 
# Dios lo contiene todo dentro de Sí
 
La intención de celebrar el Año Nuevo es poner al hombre en la senda de esta autoindagación. Dios, como la encarnación del Tiempo, es adorado con el nombre de Samvatsara (año). Este nombre también significa que lo contiene todo. A Dios también se lo conoce por el nombre de Kalatmaka (el Espíritu del Tiempo). Dios encarna en la tierra para revelarle al hombre su esencia divina. El hombre ha sido dotado de inteligencia (como Dhimanta) de modo que pueda usarla para descubrir lo Divino dentro de sí.
 
# El Atma único que posee diferentes nombres y formas
 
¿Cuál es la unidad que prevalece en la multiplicidad? Esto se ilustra con el ejemplo de una enorme mansión dentro de la cual hay habitaciones y salones para diferentes propósitos.
 
Cuando se quitan todas las paredes divisorias, solo queda la mansión principal. Todos los seres del mundo tienen diferentes nombres y formas como seres encarnados. Cuando se les quita la encarnación, solo el Atma único en todos ellos permanece.
 
El sentimiento de separación es una creación de la mente.
 
Cuando desaparezca este sentimiento, nacido de la ignorancia, la Divinidad en el hombre brillará.
 
El hombre es inherentemente Divino.
 
¡Encarnaciones del Amor Divino! El hombre, que es la encarnación del Espíritu inmortal, se identifica a sí mismo con su cuerpo y sucumbe a los deseos mundanos. ¿Cómo puede esa persona ser un verdadero devoto de Dios, aunque se llame a sí mismo un Bhakta (devoto)? Es solo un devoto de Prakriti (el mundo fenoménico de la Naturaleza). Si consideran Divina aun a Prakriti, eso será algo bueno. Sin embargo, incluso aquí, los hombres separan a Paramatma (lo Divino) de Prakriti (la Naturaleza).
 
Mientras exista este sentimiento de separación, todas las formas de japa y adoración –llevadas a cabo incluso a lo largo de muchas vidas– serán inútiles.
 
Cuando el hombre realiza su verdadera naturaleza y su papel en la vida, se vuelve uno con Dios. Esto está descripto en el Vedanta como Turiya-avasta, el cuarto estado de conciencia en el cual el Espíritu individual es uno con lo Universal. Es un estado trascendental que está más allá del cuerpo y la mente, más allá de los estados de vigilia, sueño y sueño profundo.
 
¿Qué se entiende por Vyakti (individuo)? Este término se aplica a quien expresa el Poder Divino no manifestado que se oculta en su interior. No tiene sentido aplicárselo a alguien que no manifiesta lo Divino en él.
 
# La forma Cósmica de la Divinidad
 
Manifestar la propia divinidad interna no significa producir algo nuevo. La Divinidad es inherente al hombre. Se llama Svabhava (la naturaleza verdadera de uno), la naturaleza Átmica.
 
El Atma es lo que confiere todos los poderes al hombre. Aquellos que se lamentan de su debilidad no son conscientes de su potencial inherente y no le están dando un uso correcto. El primer sentimiento del que uno tiene que librarse es la identificación de la forma física con su ser real. Quienes preguntan “¿Dónde está Dios?” no comprenden que todo lo que ven en el cosmos es una manifestación de lo Divino. Es por eso que las escrituras declaran: Pashyannapi cha na pashyati mudho (“Aun cuando ve, el necio no ve”). El hombre está viendo todo el tiempo el universo a su alrededor y aun así asevera que no ha visto a Dios. ¿Cuál es la forma del Cosmos? ¿No es acaso Divina?
Ustedes ven lo Divino en la forma del universo físico. En el Bhagavad Gita esta forma cósmica del Señor es descripta como Vishva Virata Rupa. ¿Qué es Vishva? Es la totalidad del cosmos.
 
Lo que se necesita es comprensión a través del corazón. Incluso una persona sumamente evolucionada como Arjuna le confesó a Krishna que la mente siempre es voluble e inestable.
 
¿Son los intelectuales de hoy, con todos sus títulos académicos, más grandes que Arjuna? En absoluto. Por encima de todos los títulos académicos y logros intelectuales, uno necesita la gracia de Dios. Krishna reconoció a Arjuna como Su devoto.
 
Ese es el logro supremo.
 
# La morada del Señor es el corazón
 
Cuando reciban del Señor el nombre de Bhakta (devoto de Dios), serán iguales a Arjuna. Dios no los está llamando Sus devotos. No es suficiente si ustedes se dan el título de devotos de Dios. Dios debe llamarlos Sus devotos. Solo cuando su devoción sea reconocida por el Señor pueden llamarse a sí mismos “devotos”. Si no han recibido ese reconocimiento, puede significar que ustedes le han dado la dirección equivocada a su devoción. La dirección del Señor es Hridhayavasi: el Morador del Corazón. Esto significa que ustedes deben continuar con su devoción a Dios hasta que su propia conciencia esté satisfecha.
 
Para alcanzar esta satisfacción, tienen que purificarse a sí mismos constantemente. Tienen que librarse de sus malas cualidades, malos pensamientos y malas acciones.
 
# El cuerpo es un instrumento para la realización del Dharma
 
Tomen conciencia de que el cuerpo les ha sido dado para prestar servicio a otros. ¿Cómo ha de prestarse este servicio?
 
A través de medios rectos y puros. El cuerpo es un instrumento para la realización del Dharma (la Rectitud). El ejemplo de los Pandavas en el Mahabharata transmite alegóricamente esta verdad. Los hermanos Pandavas (Bhima, Arjuna, Nakula y Sahadeva) y Draupadi, que representan a Prakriti (la Naturaleza), siguieron la Verdad y la Rectitud, encarnadas por Dharmaraja (el mayor de los Pandavas) y santificaron sus vidas.
 
Esto se aplica a todos los seres humanos. El hombre puede realizar el Atma solo cuando se adhiere a la Verdad y la Rectitud.
 
# La adoración de la Divinidad debe surgir del corazón.
 
Cuando la devoción fluye del corazón, la voz de Dios puede ser experimentada en el silencio, Shabda Brahman (el sonido del Espíritu Supremo). Esta fue la experiencia de Ramakrishna Paramahamsa. Él guardaba un silencio total esperando oir la voz de Dios. ¿Puede la voz Divina ser oída en el barullo de los sonidos cotidianos? No. Los devotos deben practicar el silencio. Cuando se refrena el habla, la voz del Espíritu interior se hace oír. Ella es más sutil que el aliento humano.
 
La Divinidad puede ser experimentada solo a través de Prapati o la entrega total. Es una experiencia que ustedes pueden tener en cada momento de sus vidas.
 
Fuente: Extracto del Discurso Divino pronunciado en Prashanti Nilayam, el 1 de enero de 1992