EL AMOR DESINTERESADO ES PUREZA – Discurso Divino, 1/8/2017

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EL AMOR DESINTERESADO ES PUREZA
 
Discurso Divino, 1/8/2017
 
El mundo entero no es más que una sombra de la Verdad que es Dios. Podemos ver el reflejo; pero no vemos el objeto que está detrás de nosotros. Es solo cuando dirigen su visión hacia el objeto que sabrán realmente dónde está.
 
El mundo cambiante es la sombra oscilante del Dios permanente. Si nos purificamos, podremos experimentar a Dios en todo. Así como los dulces tienen un sabor amargo para una persona que padece fiebre, de igual modo una persona con impurezas en su corazón no puede experimentar la existencia de Dios. Una persona así no podrá entender el atma tatva o principio Divino porque el principio Divino más elevado solo puede ser comprendido por alguien que tiene un corazón puro, esta es la palabra de la Verdad.
 
El amor desinteresado es pureza. El amor egoísta es impureza. ‘Yo’ y ‘mío’ es impureza. Pero cuando pensamos en «nosotros» y «nuestro», nuestros pensamientos se vuelven más puros. Cómo puede alguien volverse tan desinteresado que se torne lo suficientemente puro como para experimentar a Dios, uno puede preguntarse.
 
Cuando tienen fe en Dios, desarrollan el desinterés. «Dios existe. Él cuidará de mí. No me acontecerá ningún mal. No tengo nada que temer porque Él está ahí para protegerme». Cuando tienen una fe inquebrantable en Dios y en Su amor hasta este punto, se vuelven desinteresados.
 
No hay nada que acaparar, no hay nada que ocultar, pueden compartir con todo el mundo sin miedo. Donde existe tal fe, existe el amor desinteresado.Y donde hay tal amor desinteresado, experimentarán a Dios. Por eso, se dice, donde hay fe, hay amor; donde hay amor, hay paz; donde hay paz, hay verdad; donde hay verdad, hay Dios y donde hay Dios, hay bienaventuranza.
 
Solo cuando desarrollen esta fe firme en la existencia de Dios, en estar siempre protegidos por Dios e intenso amor por Él, podrán realmente comprender y experimentar la bienaventuranza divina dondequiera que esten.
 
Extracto del Discurso Divino – 8 de enero de 2017
 
Fuente: Sri Sathya Sai Vrinda – 1/12/2021