ASHRAM AMOR Y PAZ, ESCOBAR, BUENOS AIRES, ARGENTINA
Un poco de historia.
Sai en su forma sutil vino por primera vez a Argentina en 2016.
Tuvimos la inmensa gracia de que Él se alojara en nuestra casa de Escobar durante Su estadía en Buenos Aires.
Y allí, en nuestra primera entrevista privada cuando llegó al país, nos dijo: «Prema va a andar por aquí».
Estábamos muy emocionados, y no podíamos salir de nuestro asombro ante sus visionarias palabras. Lágrimas de alegría y sorpresa comenzaron a rodar por nuestros rostros, no podíamos expresar coherentemente la cantidad de preguntas que surgían en nuestras mentes.
Sai Baba, a través de Sri Madhusudan, Su gentil comunicador en ese momento, se adelantó a nuestras dudas y dijo:
«Tienen que establecer un Ashram».
Nuestra sorpresa se convirtió en asombro. Y entonces las preguntas llegaron a raudales: ¿será esta casa un Ashram? Sai, con mucha paciencia y suavidad, respondió: «No es esta casa». Cómo, dónde, cuándo, quién, todo esto vino a nuestra mente, hasta que en un momento dado nuestra hija nos dijo: «Madre, tú viste desde el coche una casa en la carretera, hace varios meses, y dijiste ¿cuál podría ser el destino de una casa así?» Madhusudan sonrió con satisfacción y dijo, «sí, esa es la casa».
La intriga y el desconcierto aumentaban a cada momento durante esta entrevista. Aquel suceso había ocurrido hacía tiempo, y ni mi marido ni yo lo teníamos ya en mente. Por otra parte, aquella casa no sólo era hermosa, sino también imponente y fuera de nuestro alcance. Desde el punto de vista humano era efectivamente así, pero desde el punto de vista divino las posibilidades son infinitas.
Él nos dio muchas indicaciones en ese viaje, y hoy, después de un corto período, apenas cinco años – o ya cinco años -, todas Sus indicaciones resultaron ser esenciales, y también fueron el soporte sobre el cual actualizar Su palabra.
Queríamos estar seguros de que hablaba de aquella casa que habíamos visto de camino a la nuestra, para ver si nos referíamos a lo mismo. Así que Jorge aprovechó la oportunidad cuando llevaba a Swami y al señor Narasimha Murthy al siguiente satsang. Cuando pasaban por allí, paró el coche en la puerta y le preguntó si estaba hablando de esa casa en particular. Él respondió rápidamente a través de Madhusudan que esa era efectivamente la casa, y describió su interior. Nunca habíamos estado dentro de ella.
Cuando más tarde le pedimos al agente inmobiliario una entrevista para echarle un vistazo, era exactamente como Sai la había descripto desde el exterior.
A partir de ese momento se produjeron una serie de acontecimientos, entre ellos el establecimiento de una Fundación, para poder comprar la propiedad. Swami llamó a esta institución Sai Prema. Se estableció con un grupo de valientes devotos, que creyeron en un proyecto utópico que parecía imposible.
Finalmente firmamos la compra el 6 de enero de 2018, día de Reyes, cuando solemos celebrar en Occidente la llegada de los reyes que vinieron de Oriente buscando el lugar de nacimiento del niño Jesús.
El acompañamiento divino durante todo el tiempo fue tan cercano y real que nos llevaría demasiado enumerar la cantidad de desafíos que nos planteó, y sobre todo las soluciones que nos mostró en cada momento.
Mencionaremos un par de Sus juegos. Swami dijo que la Fundación estaría lista antes de que tocara nuevamente suelo argentino. Esto era impensable por los tiempos administrativos de nuestro país. La aprobación de la constitución de la Fundación llegó el día en que Él aterrizaba en su segundo viaje a Argentina, y esto significó un tiempo absolutamente récord.
Luego también fue preciso en sus términos en cuanto a la cifra del precio a la que debíamos llegar durante nuestra negociación. Nos dijo cómo proponer el pago, de qué manera pagar … todo fue dado de manera exacta. En cada detalle estaba presente, guiándonos para que pudiéramos cumplir con Su Visión y Su Obra. Fue y es un honor para todos nosotros haber seguido su santa y sabia palabra.
Como pequeños, diminutos instrumentos de una Obra que apenas podíamos vislumbrar, seguimos Sus pasos, Sus señales en un camino que no parecía más que estéril si se transitaba con la razón. Era necesario recorrerlo con el corazón abierto: entonces aparecieron tantas gemas preciosas de su manto creador, de su Fuente dadora de agua de Vida abundante y próspera.
Lo más importante y significativo es que todo el grupo de Argentina sintió el llamado a participar y trabajar en esa casa. Fue y es un logro comunitario de muchas manos y corazones anhelando ser parte de Su milagro de Amor para toda América Latina.
El Ashram fue inaugurado el 25 de septiembre de 2018, con la presencia de numerosos ministros de todas las grandes religiones de nuestro país, y representantes de diferentes organizaciones que también expresan antiguas tradiciones. Nos encomendó realizar un evento ecuménico para la inauguración, y así lo hicimos.
Contamos además con la presencia de un líder de la Iglesia católica, Monseñor Néstor Villa, que es el representante de la Iglesia en materia de ecumenismo. También participó el Embajador de la República de la India, y decenas de hermanos de países vecinos nos honraron con su presencia.
Ese mismo año, Sai nos instó a crear un Instituto Latinoamericano de Valores Humanos, que fue inaugurado con un congreso al año siguiente en Su presencia, a través de Madhusudan junto a Su prestigiosa comitiva.
Por otra parte nos encargó, en relación con el Instituto de Valores Humanos y el ala de Servicio del Ashram, la construcción de un Auditorio con capacidad para 400 personas. Uno de los miembros de nuestra Fundación es también arquitecto, y llevó a cabo el diseño y la dirección de las obras, bajo la supervisión directa y la aprobación de los planos por parte de Sai.
Estamos construyendo este bello auditorio, que se integra armoniosamente con la casa principal y con el hermoso entorno verde y florido de nuestro parque.
Su Ashram, nuestro hogar espiritual, representa para muchos de nosotros un lugar de profunda paz, donde se siente la presencia del Altísimo, un lugar de confianza para hoy y para el mundo que viene. Especialmente, simboliza la oportunidad de ser partes de un Mandala sagrado y universal que teje y canta alrededor del mundo la música que está surgiendo desde las profundidades del Cosmos:
¡Vasudhaiva Kutumbakam! El mundo es una familia.
– Rosana Molho y Jorge Luis Berra
Fuente: Publicado en Vasudhaiva Kutumbakam (Número 5 – Agosto 2021, Global Monthly Newsletter)