MI JORNADA INTERIOR
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predicar
Por el Sr. Gonçalo Medeiros
El Sr. Gonçalo Medeiros, tras licenciarse en Filosofía, trabajó en el Banco de Brasil y en el Banco Central de Brasil como Analista de Sistemas. En la Secretaría del Tesoro Nacional
fue responsable de la implementación del sistema presupuestario de la Unión en el país. En nombre de la
Presidencia de la República, fue uno de los oficiales coordinadores de la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas de 1992.
Bajo la guía de Sri Sathya Sai Baba en los últimos 25 años, el Sr. Gonçalo está iluminando a muchos
maestros y al público en general con las verdades de la vida.
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Durante muchos años, estuve buscando por un Maestro que me hiciera comprender mi
mundo interior – mi verdadero Ser. Oré intensamente para que esto ocurriera, y mi intuición
siempre me decía que lo hallaría en la India, y que Él iba a traer un nuevo camino de
evolución para la humanidad.
Si bien el Maestro no apareció físicamente, yo
prácticamente devoraba todos los libros a mi alcance.
Uno de los libros contenía un mensaje inolvidable: «Cuando el discípulo está preparado, el Maestro aparece».
Mientras tanto, en mi casa, llevaba a cabo rituales que
adoran a la naturaleza y al universo, durante las reuniones semanales
y mensuales de los grupos de meditación. En uno
de esos días, el ritual realizado coincidía
con el día de luna nueva, y yo
experimenté un suceso inusual en el que me encontré en el palacio del zodiaco que comprende
los 13 grandes seres.
Me llevaron por muchas salas especiales
donde promovieron la curación celular a través de un
tipo singular de hilo. Después de pasar por todas las
salas, volví a la sala principal y los grandes seres ofrecieron una oración de agradecimiento por mi búsqueda. Pregunté si podía hacerles preguntas
y ellos consintieron. Les planteé muchas preguntas, algunas de las cuales se mencionan a continuación:
Les pregunté: «¿Por qué agradecen mi búsqueda?». Ellos
respondieron: «Porque tu búsqueda nos ayuda». Durante nuestra
conversación, comenté: «Millones de personas asisten a templos en el mundo». «Sí, millones
van a los templos, pero no se entregan», dijeron.
Al final, me salió la pregunta más importante que se cernía sobre mi corazón: «Llevo mucho tiempo buscando a mi Maestro. ¿Son ustedes
mis Maestros?» A esto, respondieron: «No, no somos
tus Maestros.Tu Maestro está en la India».
Finalmente, en 1986, me uní a un viaje a la India que
visitaría el ashram de un Maestro
que la gente decía era la manifestación de la energía cósmica. Después de recorrer templos en varios estados
de la India, llegamos a Puttaparthi y nos quedamos
dentro del ashram. Al tercer día, durante el darshan de la mañana, Swami se detuvo frente a mi y me preguntó de dónde era. A esto le respondí que era de Brasil. Además
me preguntó por el número total de personas
en nuestro grupo, que había venido para Su darshan. Le dije que éramos 23 personas en total. Señalando
hacia la sala de entrevistas, dijo: «¡Vayan!»
En la sala de entrevistas, Swami preguntó a todo el grupo: «¿Cuál es la mayor fuerza de la Tierra?».
Surgieron varias respuestas como: terremoto,
tifón, volcán, ciclón, etc. Swami entonces
explicó con la mayor paciencia y compasión. Dijo: «La mayor fuerza
en la Tierra es la devoción. Yo estoy más allá de los cinco
elementos, y nada en este universo puede atarme
como la devoción de un devoto». Entonces Él preguntó,
«¿Cómo podemos vivir como Dios, diariamente?» Cada uno en el
grupo dio diferentes respuestas tales como …
realizar ciertos rituales, mediante el esfuerzo propio, etc.
Al final, Baba aclaró todas nuestras dudas revelando
la verdad más elevada de la manera más sencilla posible.
Dijo: «Para vivir como Dios en el día a día, basta con
ver el bien, oír el bien y hablar lo bueno». Esta revelación
fue algo que encendió todos los corazones
presentes en la sala y sirvió como luz de guía para progresar en el camino espiritual.
En mi tercera visita a Puttaparthi entregué
una carta a Baba, pidiéndole que me condujera a la
comprensión que había estado buscando. Su respuesta fue solo una pequeña línea, Él dijo: «Instálame
en tu corazón».
Durante la misma visita, Swami
me guió para enseñar a los niños en las escuelas de gobierno
y privadas de Brasil sobre los valores humanos universales, y a crear videos sobre valores para
hacerlos interesantes a la comunidad estudiantil.
Yo creía que los valores humanos sólo se pueden enseñar a través del
ejemplo, y para ello es muy importante practicar los
valores en la vida diaria. Como se dice en las escrituras indias: «ācarati iti
ācārya», que significa ‘el que practica lo que
predica es un verdadero maestro’. Si no se practica
lo que se predica, las enseñanzas no tendrán un impacto beneficioso en el receptor. Swami
me puso en innumerables circunstancias, en las que tuve que
aplicar los valores humanos en la práctica, y esto fomentó los valores ocultos en mí.
Para llegar a esta comprensión de la espiritualidad, Swami me ayudó en cada
paso, guiándome desde el interior de mi corazón, incluso para
las cosas más mundanas, como lo que debía hacer durante el día, a dónde debería ir, cuando debería hacerlo,
cuando debo regresar de un lugar en particular, etc.
Gradualmente desarrollé una íntima relación maestro-discípulo
con el Swami en mi corazón,
a través de la cual pude empaparme de los profundos
aprendizajes impartidos por Él. Él es verdaderamente el
maestro titiritero, que sostiene los hilos de nuestras vidas. Es sólo dejando ir
nuestra falsa identidad, que podemos dejar entrar a Dios. Este es mi único esfuerzo.
Ser cada vez más y más de Dios y cada vez menos de
mi, hasta que finalmente me convierta en Él.
Fuente: Publicado en Vasudhaiva Kutumbakam ( Número 5, Agosto 2021 – Global Monthly Newsletter)