ESTABLECERNOS EN LA UNIDAD, EL UNICO CAMINO … por Sadguru Sri Madhusudan Sai

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ESTABLECERNOS EN LA UNIDAD, EL UNICO CAMINO …
 
por Sadguru Sri Madhusudan Sai
 
Se ha dicho: «Un carruaje no puede avanzar con una sola rueda». De la misma manera, sin esfuerzo propio, no se puede alcanzar el destino del que hablábamos. Sólo aquellos que trabajan, aquellos que hacen el esfuerzo, que son sinceros y empeñosos, sólo ellos cumplen su verdadero destino. Los demás son como un carruaje con una sola rueda, que no va a ninguna parte, se queda en donde estaba. Este mundo es una gran combinación de gracia divina con esfuerzo humano. El uno sin el otro, no puede consumarse. La gracia divina no puede consumarse sin el esfuerzo humano. El esfuerzo humano no puede consumarse sin la gracia divina. Así como dos manos tienen que estar juntas, como dos ojos tienen que ver juntos, como dos oídos tienen que oír juntos, las dos piernas deben caminar juntas. Solo la conjunción de ambos conduce al destino humano.
 
Nuestra respuesta tiene que ser adecuada a los tiempos. Y esa respuesta pone a prueba nuestro carácter: cómo respondemos a las situaciones de la vida. Situaciones llegan de todo tipo. Pero el modo en que responden ustedes, estableciéndose en advaita (unidad), define si ganan o pierden la batalla. Fuera de ustedes, es dvaita (dualidad). Hay dificultades y hay cosas fáciles. Hay cosas agradables y las hay desagradables, y también dolorosas. Hay cosas que los hacen felices y hay cosas que traen pena. Se puede lidiar fácilmente con todo el dvaita si ustedes responden desde el estado de advaita. Si están en dvaita y fuera también es dvaita, hay una confusión absoluta, es como si los dos ojos vieran cosas diferentes …
 
Sin embargo, el mundo ha sido diseñado de esta manera dual, y nuestra comprensión y nuestra respuesta se basan en ese mundo ilusorio, aunque hay solo Uno. Si no desarrollamos este advaita bhava, ekam bhava, ¿cómo responderemos a este mundo, que es dual? Placeres y dolores, pena y felicidad, ganancias y pérdidas, bueno y malo, tiempos felices, tiempos tristes, así es el modo en que el mundo ha sido diseñado, como el día y la noche. Sin embargo, sólo si nos establecemos en ese advaita bhava, en el que vemos todo con claridad, sólo entonces podemos responder a este mundo de manera adecuada. Si vemos dos en lugar de uno, ¿cómo vamos a responder? Arjuna preguntaría: «¿Cómo disparar? Veo dos en vez de uno». ¿A donde disparar la flecha? ¿Cómo tener una respuesta? Solo si se ve uno, se puede responder al mundo.
 
Los tiempos actuales son así: cuando un paciente llega a la puerta de un hospital, y ustedes tienen que responder, si ven al paciente como «otro» aparte de ustedes, «es otro, y yo soy diferente, no tengo relación con ese paciente, el paciente no tiene relación conmigo, ¿Por qué me preocuparía?. Supongan que se tratara de su propio hijo, y los hubieran detenido por el Covid, o por cualquier otra cosa, ¿no moverían montañas, para que su hijo obtenga lo que necesita en ese momento, no importa lo desesperado que fuera? Es así. Cuando estamos establecidos en este advaita bhava vemos a todos como nuestros, no diferentes de nosotros. Si son devotos, y ven a la Divinidad en todo, en ustedes y también en el paciente que está golpeando a la puerta, este advaita les dará el coraje para hacer lo que haga falta. No les permitirá ver a esa persona necesitada como alguien distinto de ustedes, ajeno al propósito mismo de su vida y al Dios a quien adoran. «Eso también soy yo, eso también es parte de mi, es un reflejo de mí…». Ese coraje es el que da la sabiduría, para trabajar con devoción. «Trabajo, adoración, sabiduría». Si no tienen sabiduría, su trabajo no hallará su significado. No hallará su propósito.
 
«Ama a todos, sirve a todos» no encontrará su auténtico significado, a menos que nos establezcamos en esa idea de la unidad. Nos dice el Isavasya Upanishad: todo lo que nos rodea, todos los seres, nacieron del mismo Atman. El Atman se ha convertido en todo esto. El YO se ha convertido en muchos. Sólo una persona así responderá a la necesidad. Si ven «eso» como diferente de «esto», no llegará el coraje. Los Upanishads nos exhortan: «¡No tengan miedo! ¡No tengan miedo! ¡No tengan miedo!». Este es el llamado de los Upanishads: «No tengan miedo». ¿Cómo no tener miedo si sentimos que la otra persona es un peligro, o que podemos ser destruidos? Si existen estas ideas o ilusiones, ¿cómo se puede no tener miedo? No es posible. No es posible evitar el miedo en este mundo, a menos que veamos la unidad.
 
Eso es el Advaita Vedanta. Todos esos Upanishads enseñan, llaman, exhortan, a una sola idea: «consideren a todo y a todos, como ustedes mismos». Aham Brahma, Sarvam Brahma. Todo es Sarvam Khalvidam Brahma. «Todo esto es divino, todo esto es Dios». ¿Dónde adoro a Dios? Lo adoro en todos. En ustedes mismos adoren a la Divinidad. Cuando esa idea llega a estar formalmente establecida en ustedes, cuando están completamente, perfectamente, enteramente convencidos de que no hay «otro», que no hay otro más que ustedes mismos en este mundo, entonces tienen que responder a ellos de la manera que se necesita. Eso es lo único que tiene que impulsar su vida. No es un esfuerzo. Es una respuesta sin esfuerzo. Porque saben que son ustedes mismos, bajo la forma de «otro». Y deben hacer lo que se necesita en ese momento. Esta es la idea del Vedanta. Sin el Vedanta no podría existir esta idea de poder amar de verdad a todos, sin condiciones, sin expectativas, y de poder servir a todos, aceptando riesgos, poniendo el físico en riesgo, para que se salve otro ser. Es una respuesta sin esfuerzo, simplemente sucede. ¿Por qué? Porque sólo se ven a sí mismos. Si se hacen un corte en una mano, lo piensan dos veces, «¿tendré que vendarla, o la dejaré así?». Inmediatamente, la otra mano va a vendarla. Porque hay solo uno. Esta idea de la filosofía de la India, de que TODO ES UNO, sólo con ella pueden ganar el coraje, la resiliencia, las capacidades, la agilidad de responder con rapidez.
 
Quien tiene amplitud de miras, una mente justa, una mente buena, ve la unidad, su mente está purificada por la devoción, por el servicio desinteresado. La sabiduría brilla en la mente de las personas que han llegado a ser puras mediante numerosas acciones desinteresadas y la devoción. Estos son los métodos para purificar la mente. La sabiduría llega naturalmente, y brilla en una mente así. La persona no necesita hacer ningún esfuerzo para ganar sabiduría. La sabiduría está siempre allí, simplemente se revela. Esa es la idea de los Upanishads.
 
Dice el Upanishad: «Quien ve esa unidad es el único que ve». De lo contrario, no ve nada, está ciego. Aunque vea, es ciego, no está viendo. Quien está establecido en esta idea de los Upanishads, de la unidad de todo, ¿por qué tendría que pensarlo dos veces, preocuparse? No hay que responder preguntas, es una vida sin esfuerzos para tal persona. Todo es Uno. Nadie le dice, nadie le pregunta, nadie le aconseja. ¡Él sabe! ¿Por qué? Porque se ve a sí mismo en todos. Así es posible amar a todos, y así es posible servir a todos.
 
Tomen cualquiera de los dos caminos. Por eso soy tan insistente en que deben esforzarse en ir hacia dentro y darse cuenta de esa idea de la unidad, no en palabras, no en charlas vacías … Es un lindo tema de conversación, pero hablando no logramos nada. Hablando de comida no nos alimentamos, el estómago no se llena. Tenemos que realizar al Si Mismo como la verdad. Sólo esa persona tiene el don de sentirse siempre feliz. Sólo ellos pueden sentirse felices y tranquilos en medio del caos que los rodea. Pase lo que pase en el mundo, no importa cuán exigentes sean los tiempos, ni cuán desesperada sea la situación, esa persona que está establecida en esta idea de que sólo hay Uno, no es afectada. Actúa en este mundo, según lo que se requiera.
 
Si seguimos un poquito con los Upanishads, el nivel vedántico es el superior, pero hay mensajes incluso para el nivel práctico, el nivel social. El Isavasya Upanishad dice: «Consuman, disfruten el mundo, pero con un sentido de sacrificio». Sacrifiquen primero, tomen después. Simple. ¿Por qué? «Todos son lo mismo, todos son divinos». Por eso lo hacemos. No por ninguna otra razón. Simplemente porque todos son divinos. ¿Cómo podrían ustedes dañar a la Divinidad? ¿Cómo podrían no amar a la Divinidad? Los Upanishads hablan desde esa idea, desde la cima de la montaña del Señor, como se dice. Desde allí hacen el llamamiento: «¡Escuchen, todos ustedes! Son hijos de la inmortalidad. ¡Despierten!». Ese es el llamamiento de los Upanishads. El llamamiento de la sabiduría de la India. Era válido hace diez mil años, es válido hoy y será válido siempre.Todo cambiará en los próximos cincuenta años, no hablemos de los próximos cien años: la ciencia, la matemática, el comercio, la manera de hacer negocios, la manera en que funciona la medicina. Nuevas tecnologías, nuevos métodos. Pero esta sabiduría no sufrirá ningún cambio. Es atemporal, eterna. Y aquel que haya aferrado esta sabiduría responderá correctamente. Responderá a toda situación en la vida, como dijo Sreenivas.
 
Los niños están dotados de esa clase de sabiduría, tienen la claridad interior. La vida presentará muchos desafíos, muchas situaciones, pequeñas, grandes, fáciles, difíciles. En todas esas situaciones, sólo esa sabiduría nos dará la correcta comprensión sobre cómo proceder. De lo contrario, perderemos el camino, en los vientos, en las tormentas del mundo, seremos desarraigados, a menos que estemos firmemente enraizados en la idea de este Vedanta, firmemente establecidos en esta idea de la unidad, completamente conscientes de nuestra realidad. No hay otro camino. Sigo repitiendo: no hay otro camino. Si hubiera otro camino, un camino más corto, incluso un camino más largo, Yo lo habría sugerido, ¡pero no hay otro camino! Si hubiera una opción, lo habría comentado, pero no hay opción, esta es la única opción. Es el único camino. Por lo tanto, tenemos que emprender este camino, y no engañarnos pensando que debe haber un camino más fácil para salir de todo esto. No, no hay otro camino, no hay un camino más fácil. Este es el camino, y es el único camino para darse cuenta de que son uno con todo, y esa toma de conciencia es lo único que puede ayudarnos a responder correctamente en nuestra vida, cualesquiera sean las situaciones, pequeñas o grandes.
 
Miren la sabiduría de los Upanishads, ¡es tan práctica! ¡y al mismo tiempo tan eterna! Tan permanente, tan elevada. Todo está contenido en esos Upanishads. Lamentablemente, en lugar de eso hemos estado aprendiendo y enseñando todo lo demás. Si invierten algún tiempo en estas sagradas Escrituras, les hará mucho bien. Les hará mucho bien a ustedes y a todos los que los rodean. Serán redimidos ustedes, y salvarán a diez más, redimirán a todo el mundo, debido a su propia redención. Porque ustedes conocen la salida.
 
No hay otro camino. Si hubiera otro camino, habría otra esperanza; pero no hay otro camino, no hay otra esperanza. Esta es la única esperanza. Cuanto más temprano aprendamos esto, sabiendo muy bien que es el único camino, y que no hay otro, mejor será para toda la humanidad. Por lo tanto, este mensaje del Vedanta debe difundirse, y ustedes deben ser los mensajeros de esto. No solo predicándolo, sino viviendo esas verdades vedánticas. Deben reflejarse en sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, en todo momento, todos los días. Cuando hay que tomar una decisión, debe ser tomada desde esa suprema sabiduría vedántica de la unidad. Eso es lo que debe guiarnos. Nuestra mente no debe interferir, el intelecto no tiene que perturbarnos; el Atman, el Si Mismo superior, la Conciencia, debe ser nuestra fuerza guía, en todas las decisiones de la vida. Sólo entonces podremos llevar una vida satisfactoria en la Tierra. De lo contrario, nuestra vida sería incompleta; con cualquier otro logro, es incompleta. El único logro que es satisfactorio es el logro de esta visión de unidad. Con esta comprensión y esta experiencia de la unidad; todo se vuelve satisfactorio.
 
¿Qué es lo que le da tanto coraje a Swami, para hacer estas cosas? ¿Qué es lo que le da tanta motivación, para salvar a tantas personas? ¿Quiénes son ellos, qué tienen que ver con Él? Ustedes, que son de algún modo parte de las instituciones, son mi dolor de cabeza, puedo pensar así. ¿Y qué hay de aquellos que vienen de cualquier parte, sin nombre, sin dirección, sin relación … ¿Cuál es la relación? ¡Esta es la relación! Estamos relacionados en el Atman. Todo esto es sólo el Atman. Por lo tanto, debo ayudar. Por lo tanto, debo servir. Por lo tanto, debo cuidar. ¿Por qué? Porque son la misma cosa. De la misma manera que cuidaría un diente que me duele, también tengo que cuidar del dolor y el sufrimiento de esa persona que sufre. ¿Por qué? Porque sentimos la unidad. No es una comprensión intelectual; es una vivencia experiencial. En todo momento experimentan «sí, soy uno con la otra persona». Por eso la amo, por eso tengo que hacer algo por ella. Está atravesando penurias en su ignorancia, o en su dolor, o lo que sea. Ni siquiera es mi deber; es amor sin deber, ¿no es así? Simplemente fluye, sin esfuerzo, incesante, espontáneo, porque estoy viviendo en esa verdad, que todos son Uno, todos son Uno. Sí, los nombres y las formas son diferentes, pero esas son todas ilusiones. Tras ellas, la verdad es una. La verdad es una, se trate de quien se trate. Y este seva purifica nuestra mente, desarrolla nuestro entendimiento. El bhakti hace más estable nuestra mente, nos ayuda a enfocarnos en este pensamiento, para que Jnana pueda… ¡revelarse! Ya estaba allí, no es que venga de alguna parte para ingresar en nosotros. Siempre estuvo allí, pero cubierto por capa tras capa, tras capa, tras capa de polvo y herrumbre.
 
El esfuerzo humano es imprescindible en este camino. Los dos, el esfuerzo humano y la gracia divina, juntos, hallarán satisfacción. Uno sin la otra no funcionará. Si todo es gracia divina sin nada de esfuerzo humano, cero de resultados. Sólo esfuerzo humano y nada de gracia divina, ningún resultado. Juntos, resultado completo.
 
Es por eso que les dije que estos son los mejores tiempos. Estos tiempos no volverán fácilmente. Estos son los mejores tiempos. En esta adversidad, esta es una oportunidad para todos. Esta vez, los umbrales son bajos, ahora es más fácil cruzar al otro lado. Es más fácil; este es un tiempo muy, muy oportuno. Si hacen un pequeño esfuerzo, rendirá grandes beneficios. Este es ese tiempo. Utilícenlo bien, sin desperdiciar ni un momento en ocupaciones ociosas. Simplemente manténganse enfocados, y logren lo que tienen que lograr. Y, como se ha dicho, una vez que lo hayan obtenido, simplemente sabrán qué hacer con su vida, cómo conducir su vida.Todo consejo, toda decisión, cada cosa, serán inspirados por ese Brahman, por esa divinidad interior. ¿Cuánto tiempo van a escuchar mis instrucciones? Ustedes tienen que encontrar el camino. Este es el camino, y no hay otro camino. Este es el único camino. Hallen a la Divinidad, tomen conciencia, y por lo tanto respondan. Ese es el único camino. Antes de que lleguen los otros chicos, utilicen este tiempo a fondo, sin desperdiciar ni un momento. Que el éxito sea de ustedes.
 
Fuente: Extracto de la serie «Domina la Mente» – Episodio 29, por Sadguru Sri Madhusudan Sai (Muddenahalli, Junio – Julio 2020)