MERA ADULACIÓN ES POBRE ADORACIÓN …
por Sri Sathya Sai Baba
Akbar, como todos sabemos, es uno de los más grandes Emperadores mogoles. Amaba a la humanidad y respetaba a las grandes y piadosas almas de todas las religiones.
Había oído hablar de la reputación de Guru Nanak y sus intentos de unir a hindúes y musulmanes. Deseaba darle la bienvenida y honrarlo en su corte. Así que le envió un mensaje a través de su ministro, presentando sus respetos y pidiéndole que agraciara la corte. Guru Nanak replicó al ministro: «Sólo responderé al llamado de Dios, el Emperador de Emperadores y entraré solo en Su corte».
El ministro transmitió este mensaje al emperador. El respeto de Akbar por Guru Nanak aumentó, por lo que envió un mensaje de nuevo para encontrarse con él en la mezquita al menos. Nanak consintió y fue a la mezquita a la hora señalada.Tanto Akbar como Nanak fueron recibidos por el mullah (clérigo islámico) con el debido honor. Según la costumbre, el mullah debe decir primero las oraciones. Así que se hincó de rodillas y oró en voz alta. Nanak se rió a carcajadas.Todos los musulmanes del templo se enojaron pero no se atrevieron a decir nada debido a la presencia del Emperador. Entonces Akbar se postró y oró. Nanak de inmediato se rió aún más fuerte. La atmósfera en la mezquita se estaba volviendo tensa. Los rostros de los devotos se enrojecieron y sus labios se crisparon, prontos para arrojarse sobre Nanak. Akbar los controló mediante un gesto silencioso. Ambos salieron. Akbar preguntó a Nanak con toda humildad: «¡Oh, reverenciado! ¿Puedo saber por qué te reíste a carcajadas durante la sesión de oración?»
Guru Nanak respondió: «Oh rey, ¿cómo podría contener mi risa cuando pude ver claramente que ni el mullah ni su majestad pensaban en Dios mientras rezaban? El mullah estaba pensando en su hijo enfermo y usted estaba pensando en la pareja de hermosos caballos árabes que le fueron regalados. ¿Es digno del mullah o de su majestad llamar a eso oración? ¿No es hipocresía? El mullah y el emperador pidieron perdón a Nanak y le agradecieron por abrir los ojos a su propia debilidad.
Recuerden que la oración no es solo una cadena de palabras de alabanza a Dios para ser recitadas mecánicamente. Es un intento sincero de despertar y hacer surgir la divinidad en nosotros. Deberiamos decir oraciones con total concentración. Lo que importa es el sentimiento, no la voz ni las palabras. «Mera alabanza es pobre adoración».
Fuente: Tomado de Chinna Katha, historias y parabolas de Bhagavan.