UNA CARTA DE HOWARD MURPHET

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UNA CARTA DE HOWARD MURPHET
 
Reflexiones del Dr. G Venkataraman
 
Sai Ram. Ha pasado algún tiempo desde que hiciera una reflexión personal; desafortunadamente, he estado demasiado ocupado para atender esta responsabilidad mía. Sin embargo, los acontecimientos recientes me han obligado a abandonar mi excusa [insostenible], y lo que me impulsó a hacerlo fue una carta abierta de Howard Murphet que de alguna manera encontró su camino hacia mí, a través del milagro de la electrónica moderna.
 
Justo antes de recibir este conmovedor ensayo, me inundó una cantidad de comentarios negativos de periódicos en Gran Bretaña, provocados por un documental desagradable producido por un canal de televisión sobre Swami. Decidido a no ser afectado por esta noticia de la cloaca, siendo humano, no pude evitar sentir un poco de dolor en mi Corazón. Fue entonces cuando me llegó esta carta; supongo que fue la forma en que Swami me envió un bálsamo relajante.
 
Murphet llegó a Swami hace mucho, mucho tiempo. Australiano, había visto acción en la Segunda Guerra Mundial como soldado.Terminada la guerra, se volvió, siendo de mentalidad espiritual, hacia la filosofía oriental, la Teosofía, el ocultismo, etc. En sus exploraciones, se encontró con un libro sobre Shirdi Baba. Sobre esto escribe:
 
«Fue un libro escrito por un inglés [The Incredible Sai Baba, de Arthur Osborne] y publicado en Inglaterra que me presentó por primera vez a la extraña y fascinante figura conocida como Sai Baba de Shirdi. Posteriormente supe más sobre este Dios-hombre hacedor de milagros en otros escritos, incluida la biografía en cuatro volúmenes de B.V. Narasimha Swami, pero desde la primera introducción a él, sentí un profundo movimiento dentro de mí, como si algo tirara de una cuerda unida al núcleo de mi ser más íntimo. No pude entender lo que significaba».
 
Murphet tomó el libro sobre Shirdi Baba (en algún momento a principios de los sesenta) mientras estaba en Inglaterra. Posteriormente realizó una gira por Europa y emprendió el viaje de regreso a su tierra natal. En el camino, decidió hacer escala en India. En relación a ésto dice:
 
«Después de pasar un tiempo en Europa, mi esposa y yo decidimos hacer una parada en la India de camino a Australia.Teníamos dos propósitos a la vista. Uno era profundizar más en la Teosofía asistiendo al curso de seis meses «Escuela de Sabiduría» en la Sede Internacional de la Sociedad Teosófica, en Adyar, Madrás.
 
Nuestro segundo propósito fue viajar por el país para descubrir si había alguna dimensión espiritual más profunda en la vida de la India moderna … Nuestra búsqueda nos llevó a varios de los Ashrams más conocidos a lo largo de la India, y a algunos poco conocidos. Nos sentamos y hablamos con ascetas y ermitaños en sus cuevas en el Himalaya. Conocimos a una buena variedad de Sadhus y maestros de diferentes tipos de yogas.
 
De las ermitas del Himalaya y los Ashrams a lo largo del sagrado Ganges, regresamos a Nueva Delhi. Allí, en un club social líder, conocimos a un alto ejecutivo de negocios que dijo: “Entonces, estás buscando la vida espiritual de la India. ¡No hay ninguna! Todo eso es pasado. Estamos buscando lo que tienes en Occidente: progreso material». En otro lugar, un catedrático de Historia también trató de frenar nuestro entusiasmo. ‘Créame’, dijo, ‘no queda espiritualidad en este país. En la India de antaño la había, pero murió hace mil años»‘.
 
Murphet no aceptó estas opiniones negativas. Sintió en sus entrañas que todas estas personas estaban equivocadas, y fue a un ashram cerca de Agra para conversar con la gente de allí. En el transcurso de sus conversaciones, escuchó una historia. Según ésta, un joven buscador le preguntó a un Gurú: «¿Cómo encuentro a Dios encarnado?» La respuesta dada fue: «Reza todos los días a Dios para que te lleve al Hombre en quien está encarnado actualmente». El hombre que le narró este incidente a Murphet agregó: “Le sugiero lo mismo ahora. Sin duda alguna, esta oración será respondida.Y cuando lo sea, ¡escríbame y aviseme! » Murphet guardó este consejo en su cerebro y continuó sus andanzas, durante las cuales se encontró con un yogui. Este fue un punto de inflexión. Escuchémoslo del propio Murphet.
 
«Escuché por primera vez el nombre de Sathya Sai Baba de un yogui errante. Él mismo no había conocido a este hombre Santo, dijo, ni había estado en su ashram en una aldea llamada Puttaparthi. Éste, había oído, era un lugar difícil de alcanzar, estando en la naturaleza salvaje del interior; había que hacer la última parte del viaje en un carro de bueyes o a pie por caminos accidentados. Aún así, el Swami sin duda valía la pena el esfuerzo, pensó el yogui, si tenía tiempo e interés en los fenómenos. Se sabía que tenía Siddhis [poderes ocultos] y que era un gran hacedor de milagros.
 
«¿Qué tipo de milagros?», pregunté.
«Bueno, se dice que puede, por ejemplo, producir objetos de la nada. Por supuesto, hay otros hombres que tienen algunos de los Siddhis. Pueden hacer algunas hazañas supernormales, pero según los informes, los poderes de Sai Baba son mucho mayores.Y realiza milagros con frecuencia. Cualquiera puede verlos.
 
Esa charla ciertamente despertó mi interés y curiosidad. Había oído [¿quién no?] que la India era el crisol de los hacedores de maravillas. Había leído sobre los grandes adeptos, ocultistas, santos del pasado que conocían las leyes internas de la naturaleza. Pero había dudado de su realidad efectiva. E incluso si alguna vez existieron, ¿podrían aún ser encontrados?
 
Esta, pensé, podría ser mi gran oportunidad para descubrir si los cuentos fantásticos que han salido de la India pertenecen al reino de la realidad o la ficción. Decidí que debía ver a Sathya Sai Baba lo antes posible. Más tarde, cuando escuché que sus seguidores lo consideraban una reencarnación de Sai Baba de Shirdi, mi deseo de conocerlo se hizo aún más fuerte».
 
Para abreviar una larga historia, Murphet vio a Bhagavan poco después en Madrás, cuando asistía a la escuela mencionada anteriormente. Aproximadamente al mismo tiempo, Swami también había llegado a la ciudad a instancia de muchos devotos allí. Murphet tuvo el Darshan de Baba, vio milagros, se asombró al principio, luego se preguntó acerca de ellos y finalmente se dio cuenta de que la Divinidad de Bhagavan era primordial, mientras que los milagros eran simplemente una manifestación de Su Amor. Murphet rápidamente realizó el hecho de que Baba es una Encarnación del Señor, y que cuando el Señor viene en forma humana, debe ser reconocido no por fenómenos o aspectos sobrehumanos, sino por las cualidades divinas del amor puro, la compasión y el sacrificio desinteresado y tolerancia ilimitada.
 
Habiendo sido respondidas sus oraciones y habiendo visto la Encarnación con sus propios ojos, Murphet no escatimó esfuerzos para compartir su «descubrimiento» con el resto del mundo. Lo hizo a través de muchos libros y, por supuesto, también conferencias, especialmente en su país. Resultado: los extranjeros incrédulos comenzaron a acudir en masa a la remota aldea de Puttaparthi en números cada vez mayores, para encontrarse cara a cara con el Dios Viviente. El propio Murphet hizo muchos viajes a la India para tener el Darshan de Baba, y continuó haciéndolo incluso después de haber pasado la avanzada edad de noventa años. Él fue quien «presentó» a Baba en Australia. Naturalmente, Swami siempre tuvo un rincón tierno para Murphet y lo saludaba preguntándole: «Murphet, ¿eres perfecto?» Invariablemente, producía risas alrededor. A los devotos presentes, Swami les presentaría a Murphet como el ‘Viejo Tigre Australiano’. El mérito de nacimientos anteriores le valió a este amable anciano el privilegio de difundir el nombre y mensaje de Swami a su manera, y de ese modo ganar más Gracia Divina. Como dice Krishna en el Gita, «Bienaventurados los que hablan del Señor y difunden Su Mensaje».
 
Murphet tiene ahora 95 años (2002). Ha estado ciego durante muchos años, pero todavía escribe, usando un dictáfono desde el cual otros luego transcriben. La carta que se reproduce a continuación es uno de sus últimos escritos. ¡Qué devoción y qué compromiso! ¡Y cómo, a pesar de su avanzada edad y su discapacidad, está preparado para hablar con valentía en la causa de la Verdad!
 
Encontré en la carta de Murphet todo el coraje y la inspiración que necesitaba para salir de mi fugaz hechizo de abatimiento. Espero que usted, querido lector, también lo encuentre.
 
~
 
Una Carta de Howard Murphet en respuesta a los muchos falsos rumores contra Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
 
Abril de 2001
 
Queridos devotos:
 
Mis buenos amigos – o algunos de ellos – en el movimiento Sai han expresado la opinión de que el tiempo actual es realmente la división de los caminos, «el tamizado de la paja del grano», o lo que la Biblia podría llamar la
separación de las ovejas de las cabras. Sea cual fuere la forma en que lo veamos, este es un momento difícil para algunas personas, especialmente para los seguidores de Sai Baba que son bastante nuevos.
 
Muchos de ustedes habrán leído algunos de mis libros, así que saben que tal vez sea entre los primeros del mundo occidental en venir a Sathya Sai Baba.Vine como un escéptico y me quedé con Él, o cerca de Él, durante unos seis años, tratando de resolver el problema de Su identidad y de por qué está aquí en el mundo.
 
Retorné a Occidente, pero he regresado muchas veces, atraído por el fuerte imán de lo que es un Avatar. He estudiado su relación con los seres humanos ordinarios en el mundo, y cómo su propósito es guiar a aquellos que están listos hacia su propio Gurú interno, o el Dios interior. No lo acepté inmediatamente como un Avatar, pero lo hice después de que me enseñó, de una manera humilde lo que es un Avatar, y como todos somos Avatares, descensos de Dios, sin ser conscientes de ello. A medida que prosegui, me sentí más y más seguro de Su autentica identidad. Esto no se basa en el hecho de que materializa cosas.
 
Sé que hay otros en la India que tienen los siddhis (poderes ocultos) para la materialización. Algunos son maestros en el camino dharmico, otros transitan el sendero de la mano izquierda de los magos negros. En la mayoría de los casos tienen sirvientes entrenados en el reino astral que llevan las cosas para ellos, conforme sus deseos. Me refiero a objetos materiales como baratijas, comida y demás. Así que se podría decir que el hecho de que Swami materialice objetos no es ciertamente una prueba de que es un Avatar de Dios.
 
En su caso, sin embargo, Él va más allá de eso. Hace lo que sólo un Ser con la conciencia de Cristo, o la conciencia divina en la tierra puede hacer, y he sido testigo de muchos de estos fenómenos. Un ejemplo es la conversión de un tipo de materia a otro, lo que lo califica como un «Maestro de la materia». Uno de estos casos que yo presencié fue la transformación de un pedazo de roca de granito en un caramelo comestible, mientras que la roca nunca se apartó de mi vista. La examiné antes, y después y degusté algo de ella. Sólo el Divino puede lograr algo así. Otra cosa que hizo, cuando surgió la necesidad, fue transmutar un cubo de agua ordinaria, sacado de un pozo cercano, en uno lleno de gasolina agitando el agua con su dedo índice. Luego lo vertió en el tanque de gasolina del auto, y el coche continuó el viaje, usando la gasolina que Swami había convertido a partir del agua.
 
Estos incidentes, y otros malabares con los átomos para cambiar un tipo de materia a otro, son cosas que me convencieron de su conciencia Divina, que muestra que Él es un Maestro de la materia, siendo capaz de crearla, cambiarla y destruirla …
 
Deben haber leído sobre todo esto en mis libros, pero el mayor de sus milagros es el Amor Divino por el cual trae un profundo cambio en la naturaleza de la gente, de sus seguidores. He descripto este cambio interior que podría llamarse el «nacimiento del Niño Divino dentro de nosotros», o la iniciación en la vida divina. Mucha, mucha gente, a través de los años, ha cambiado de esta manera; este cambio interior tan arraigado es realmente su primer paso en el viaje de regreso a casa.
 
Luego está la gran compasión de Sai Baba, que requiere de una acción milagrosa para su cumplimiento. Ustedes han leído en uno de mis libros que hace algunos años – de hecho en 1982 – cuando se me diagnosticó una enfermedad incurable, recé muy fervientemente a Sai Baba, mi Gurú.Yo estaba en una hermosa habitación en las colinas de Adelaida, mientras que Él (en el cuerpo) estaba por supuesto en ese momento en la India en Su ashram. Mi oración fue tan intensa que después de dormir en un sofá donde el sol brillaba a través de las ventanas, me desperté para ver la cabeza y el brazo de Swami mientras daba vueltas alrededor mío, asi supe que había venido y que era una señal de curación.
 
Lo vi en ese breve tiempo entre el sueño y el estar completamente despierto, que, como habrán oído, es un tiempo en el que todo el mundo tiene un corto período de clarividencia. Cuando ese período pasó, Su mano y cuerpo desaparecieron de mi visión, pero aún estaba allí en la habitación. Lo supe por la increíble sensación espiritual de una presencia luminosa en el lugar. De hecho, la habitación estaba llena de Él, y penetró en la pared hasta donde mi esposa estaba sentada en el cuarto de desayuno; y luego cuando Swami se fue, la luminosidad desapareció también. Esto es lo que los antiguos romanos llamaban «sentido de la Presencia de lo Divino» (lo luminoso o lumina). Bien, entonces supe que estaba curado de la enfermedad, y las pruebas posteriores demostraron que así era.
 
Hay gente que conozco que ha tenido la visión clarividente de la FORMA SUTIL de Swami casi todos los días, y Él tiene el poder de aparecer en más de un lugar a la vez. Cuando era más joven, solía entrar en trance para hacer viajes fuera del cuerpo requeridos para ayudar a la gente. Pero, desde hace muchos años, continúa con lo que está haciendo, mientras envía una forma sutil para hacer lo que sea necesario en orden a efectuar su trabajo de ayudar a la humanidad. De esto he tenido muchas pruebas, y no tengo ninguna duda al respecto. A través de estas experiencias y mi contemplación de ellas, he llegado a una firme e inquebrantable convicción de que tenemos con nosotros, en Sathya Sai Baba, a uno de los más grandes Avatares de todos los tiempos.
 
Todas estas insignificantes y ridículas alegaciones (se refiere a la campaña de difamación desatada contra Swami alrededor del mundo) que circulan sobre Alguien que es Dios – Aquel que deberíamos darnos cuenta que no puede ser medido con la vara de medir de la mente humana ordinaria – me encuentro sin prestarles atención en absoluto. Ellas surgen a través de las actividades de algunos egos, ansiosos de disminuir lo Más Alto a su propio nivel, para que sus egos personales puedan elevarse, mientras intentan subir la escalera de la Divinidad. Al mismo tiempo, sirven a las fuerzas oscuras que están luchando tenazmente hoy contra la Luz que el Avatar está derramando en la tierra.
 
Sé, también, que Él está siendo apoyado por muchos trabajadores en el campo de fuerza de la luz, como los Maestros Ascendidos, con los cuales tuve mucho que ver mientras estaba investigando las biografías de los fundadores externos del Movimiento Teosófico. Son el Maestro El Morya y el Maestro Kuthumi, que son dos de los Instructores más poderosos detrás del lanzamiento de la Sociedad Teosófica en el siglo pasado. Su propósito, en sus propias palabras, era «girar la cresta de la ola del pensamiento intelectual, que se estaba ampliando por el rápido crecimiento de la ciencia durante la última mitad del siglo anterior, para dirigir esto – o al menos algo de ello – hacia las riberas espirituales en lugar de dejar que todo se rompa en las rocas del materialismo».
 
Estos dos grandes Maestros Ascendidos han dado el peso de su visión y conocimiento espiritual, para confirmar lo que yo mismo, y muchos otros en todo el mundo, hemos experimentado. Siento más allá de toda duda que estamos muy honrados de tener un Avatar del calibre de Sai Baba en la tierra entre nosotros actualmente. Ambos Maestros declararon en el libro, «La Luz los hará libres» que, «El Avatar Sai Baba está trayendo la Conciencia Divina al mundo hoy».
 
Otra gran santa y vidente india, sobre la que todos habéis leído en la «Autobiografía de un Yogui», de Paramahamsa Yogananada, es Ananda Mayi Ma, cuya foto está en el libro. Ella ha declarado a un devoto Sai que, «Sai Baba no sólo es un gran Avatar, sino el más grande que haya caminado sobre la Tierra».
 
Sin duda, muchas personas pueden dudar, y otros descreídos podrian alejarse del Avatar, pero esto no cambiará Su misión, que es elevar la conciencia de las personas en el mundo. Cuando suficientes de ellos hayan evolucionado, traerá un salto cuántico en la conciencia de la humanidad, y así comenzará la nueva Era de la Verdad (Sathya Yuga).
 
Sólo puedo transmitirles mis convicciones en este asunto, y dejar que tomen su propia decisión sobre el camino a seguir. Uno lleva a la Luz, y el otro a la oscuridad por la que el mundo ha sufrido durante los largos siglos del Kali Yuga. Es su elección, por supuesto, pero oro para que puedan hacer la opción correcta, y llevar a tantos otros como puedan a elegir de la misma manera. Aquellos que trabajan en contra del Avatar, a menos que desciendan al nivel irredimible de lo demoníaco, algún día, en alguna vida volverán a los Pies Divinos. Rezo por esto mientras les envío mi amor.
 
Dios los bendiga, Sai Ram.
 
Fuente: Howard Murphet a raiz de las controversias sobre Sri Sathya Sai Baba – Abril de 2001