Mensaje de Sadguru Sri Madhusudan Sai en la festividad de Vishu – 14 de abril de 2021

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Mensaje de Sadguru Sri Madhusudan Sai

en ocasión de la festividad de Vishu

14 de abril de 2021 

 

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Sri Krishna dice en el Bhagavad Gita: sukha-dukhe same kitva labhalabhau jayajayau tato yuddhaa yujyasva naivam papam avapsyasi. Placeres y dolores, felicidad y pena, ganancias y pérdidas, considérenlos como iguales en su vida, trátenlos como iguales, y con esta actitud peleen en la batalla. Participen en la vida. Vivan la vida. Al desarrollar un sentido de ecuanimidad, una persona así, desapegada de las ganancias y las pérdidas, que trata de la misma manera a los placeres y los dolores, que se mantiene siempre estable y ecuánime, nunca incurre en pecado.

Hoy celebramos este Año Nuevo tamil, nos deseamos unos a otros «que este año sea feliz para ti, que sea bueno para ti». Esto se celebra también en el tiempo del equinoccio, el equinoccio de primavera. Es el tiempo en que los días y las noches son de la misma duración. Durante el año tenemos otros equinoccios, y siempre el día es más largo o la noche es más larga; pero cuando regresamos al equinoccio de primavera se vuelven iguales. Comenzamos el año con esta mentalidad igualada, esta actitud de ecuanimidad    , y también Vishu significa «igual», sama. Por eso, Krishna dice sukha-dukhe same kitva. Desarrollen esta capacidad de tratar como iguales los placeres y los dolores, como iguales las ganancias y las pérdidas. Y simplemente hagan su tarea, peleen su batalla, hagan su dharma. Sin poner la vista en los resultados. Hagan su dharma. Una persona así nunca incurre en pecado. Para una persona así, nunca hay punya ni papa. Es libre del karma y de sus consecuencias.

Aquí, el Año Nuevo se celebra justamente con esta actitud. En el calendario británico, el Año Nuevo es el uno de enero, pero en nuestro calendario, el calendario hindú, el calendario lunar, lo celebramos en esta fecha. Porque este es el tiempo en que el día y la noche son iguales, y es el tiempo en que debemos desarrollar esta actitud, de que todo el año debe pasarse con un sentido de ecuanimidad.

Arjuna le pregunta a Krishna: «Cómo podemos desarrollar la ecuanimidad? ¿Qué clase de persona tiene ecuanimidad?» Sthitaprajnasya ka basa, aquel que está siempre en samadhiSamadhi significa ecuanimidad en todo momento. ¿Cómo vive una persona así? Sthitaprajnasya Kim prabhaseta Kimasita vrajeta Kim. ¿Cómo se comporta, cómo hace estas cosas, cómo se sienta, camina, habla…? Entonces, Krishna responde: Sarvaan-paart’tha Mano-gathaan. Cuando abandona todos los deseos de la mente, cuando todos los deseos, no unos pocos deseos, sino todo deseo ha sido abandonado, Aathmany-eva-aathmanaa Thushtah, está satisfecha consigo misma, porque hay tanta dicha interior, que se deleita en esa dicha y no necesita una fuente exterior de placer o dicha. Hay una eterna fuente de dicha que surge de su interior. Por eso no necesita ninguna otra fuente de placer o felicidad.

La gente se siente feliz cuando tiene éxito y triste cuando no lo tiene. La gente se siente feliz cuando tiene ganancias y triste cuando tiene pérdidas. La gente se siente feliz en tiempos favorables e infeliz en tiempos desfavorables. Pero aquella persona que ha abandonado todo deseo por las acciones y sus resultados, desarrolla la ecuanimidad, llamada stithaprajna. Es feliz dentro de sí misma. Esto también está en nuestro Mundaka Upanishad: la cualidad de tal persona que desarrolla la ecuanimidad.

Lo que ustedes deben preguntar es cómo desarrollar la ecuanimidad en un festival como este. Un año seguirá al presente año, y traerá todo tipo de altibajos, pero, a través de todos los altibajos ¿cómo permanecer ecuánime? ¿Cuál es la manera de volverse ecuánime? También para eso, dice el Mundaka Upanishad: cuando se toma consciencia del mismo prana o el mismo principio vital, la misma Divinidad hace ocurrir todo alrededor de ustedes. Esa persona se hace callada. Callada en la mente, no solo en la boca. Se hace silenciosa. Porque en ese silencio disfruta de la profunda alegría que brota desde dentro. Esa persona es Brahmavida, el conocedor de Brahman. Solo esa persona puede ser ecuánime.

La ecuanimidad proviene de la alegría que se deriva de dentro, no de fuera. Y la alegría de dentro viene cuando se abandonan todos los deseos. No solo uno o dos deseos, sino la ausencia de deseos. El Kata Upanishad elogia esta idea de la carencia de deseos. Allí mismo la persona se hace inmortal. Allí mismo se convierte en Brahman. ¿Quién? Quien ha abandonado todos los deseos. Aquel que ha eliminado del corazón todos los deseos, esa persona inmediatamente alcanza la divinidad. Y la persona que tiene esa experiencia divina es siempre ecuánime. Pase lo que pase, es siempre ecuánime.

Esta es una ocasión en que muchos devotos no pudieron venir a celebrar como en los años anteriores, y rogaron tener un mensaje. Por eso quiero darles este mensaje, en este festival de Año Nuevo. Así como en la vida vienen el día y la noche, vienen las diferentes estaciones, y todas están incluidas en el mismo año, de la misma manera lo bueno y lo malo, lo favorable y lo desfavorable, las pérdidas y las ganancias, los placeres y los dolores son parte de la vida. Aquel que ha desarrollado la ecuanimidad y los trata a todos ellos con la misma mentalidad, solo esa persona es la auténtica conocedora de Dios. Y llegar a ser así debe ser el propósito de nuestra vida.

Pasamos el tiempo haciendo muchísimas cosas. Cada año adoptamos una resolución. Las personas de negocios adoptan la resolución de generar más ganancias, los intelectuales adoptan la resolución de producir más publicaciones intelectuales y aprender más asignaturas, un agricultor piensa que este año tiene que tener una mejor cosecha, un médico piensa que debe tener más pacientes este año, y cosas por el estilo. Pero ¿qué debemos pensar? Bartrihari se lamenta en el Vairagya Shatakam: no estamos gastando el tiempo, el tiempo nos está gastando a nosotros. Nuestros deseos nunca están satisfechos, siempre están presentes. Nosotros estamos siendo consumidos, nuestros deseos no terminan, nosotros estamos siendo terminados, año tras año. Una persona así nunca puede tener paz ni felicidad.

Mientras haya un deseo en el corazón, ese deseo los inducirá la acción, la acción tendrá consecuencias, las consecuencias conducen a más deseos, y más deseos llevan a más acciones. Esto es un chakra. Una vez que son atrapados en este círculo vicioso es muy difícil salir de él. La única manera de desarrollar la felicidad en la vida es abandonar todo tipo de deseos.

Tal vez ustedes pregunten: «Debo estudiar, obtener buenas calificaciones, Tú dices que hagamos esto, que hagamos lo otro… ¿Acaso esos no son deseos?». No, esos no son deseos, mientras no sean para su propio beneficio egoísta. Lo están haciendo para los demás. Si lo hacen por los demás, a esto no se le llama deseo. Esto es seva. Pero en el seva también puede haber deseo. «¿Por qué quiero hacer seva? Quiero ser conocido y que me vean; quiero ser reconocido y elogiado». Entonces, ese seva se convierte en un deseo. Cualquier acción realizada sin la expectativa por los resultados, ya sean buenos o malos, realizada solo por hacerla, tal acción se vuelve pura. Una acción así no es contada, ni puesta en la categoría de los ciclos de «acción y reacción»; se aparta de esto, cuando se hace todo solo por hacerlo, porque eso es lo que dijo Dios, «cumple con tu deber y pelea en tu batalla». Pero ¿cómo? Sin ser afectado por los altibajos, lo bueno y lo malo, las circunstancias favorables y las desfavorables. Esto es posible solo cuando ustedes hacen solo por hacer, no por los resultados.

Solo esa persona con ecuanimidad puede alcanzar la verdadera felicidad. Los demás no pueden alcanzar esta clase de felicidad. Así es como desarrollamos la pureza de la mente. Con esa pureza alcanzamos la divinidad, y la divinidad fortalece aun más la idea de la ausencia de deseos, y la idea de la ausencia de deseos nos ayuda a permanecer puros y divinos en todo momento.

Llega este Año Nuevo; se nos han dado otros doce meses. Qué haremos en estos doce meses, es la pregunta que debemos plantearnos. ¿Estamos solo tratando de ser mejores negociantes, mejores maestros o estudiantes, médicos o ingenieros, mejores políticos y líderes? ¿O estamos tratando de ser mejores seres humanos desde dentro, donde nuestra humanidad se transforma en divinidad? Con esta idea debemos celebrar este año. Cada año que llega trae esta oportunidad de hacer de nuevo lo que no pudimos hacer.

También celebramos el festival de las cosechas de primavera, esta vez Baishakhi. Obviamente, solo cosecharemos lo que hemos sembrado. Si hoy estamos sufriendo o nos sentimos felices, es por lo que hemos hecho en el pasado. Si queremos ser ecuánimes y eternamente felices en el futuro, debemos esforzarnos ahora, sembrar las semillas de la divinidad en nosotros mismos, las del altruismo en nosotros mismos, hacernos ecuánimes y así poder sentirnos felices para siempre.

Deseando a todos los devotos, especialmente aquellos que hoy están celebrando el Año Nuevo… Porque Ugadi fue celebrado ayer, y el Año Nuevo tamil, Vishu, Bhaisakhi y algunos otros se están celebrando ahora, a todos ellos los bendigo y les deseo que tengan un año bueno y feliz. Estos años felices deben surgir de la ecuanimidad de cada uno, nacida de la acción desinteresada.

 

Video en inglés: