LA BENDICIÓN SUPREMA
Swami Purushottamananda recibe la Visión Divina
por Sri N. Kasturi
«En el camino de regreso, Baba detuvo el autobús en un lugar, donde una pequeña barra delgada de hierro llevaba una placa de identificación a medio distinguir, «Vasishta Guha».
Procedió a descender la pendiente bastante escarpada hasta la orilla del río, como si hubiera estado allí a menudo antes y estando consciente de un compromiso con el ocupante de la cueva.
El Ganges toma una amplia curva cerca de la cueva; próximo, un pequeño riachuelo vierte sus ofrendas en el Ganges, por lo que el paisaje es doblemente atractivo. Vasishta Guha (la cueva de Vasishta) lleva un nombre sagrado; ha sido santificada por las austeridades realizadas por muchos grandes reclusos y monjes en el pasado.
Swami Purushottamananda, un discípulo de Swami Brahmananda de la orden Ramakrishna, iniciado en Sanyas por Mahapurushji, otro discípulo directo de Sri Ramakrishna Paramahamsa, había estado viviendo en la cueva desde hacia 30 años y recibió a Baba como si él también lo estuviera esperando.
Con más de setenta años, había pasado la mayor parte de su vida en el ascetismo más riguroso y en el estudio de las Escrituras. Su rostro tiene el brillo genuino del gozo espiritual y la menor mención de la gloria de Dios lo llevaría al Samadhi (éxtasis espiritual). Cuando todavía era un hombre joven, Swami Brahmananda había leído su palma en Kanyakumari y predijo que residiría en una cueva y proseguiría meditando intensamente.
¡Baba le recordó las tribulaciones que soportó cuando entró por primera vez en la cueva, acerca de los leopardos y cobras y la caminata de tres días a Rishikesh, la lucha desesperada por la sal y las cajas de cerillas! ¡Habló de la ayuda que le llegó a través de la pura intervención divina!
Swami repitió la visita la noche siguiente a pesar de un cielo atronador y las quejas de algunas personas que lo acompañaban. Pero el estruendo cesó y los murmuradores se llamaron a humildad; por la gracia de Baba, el cielo se despejó y la lluvia se detuvo.
El mismo Baba cantó varias canciones ese día en Vasishta Guha y cuando uno de los Swamis que asistían a Swami Purushottamananda le pidió que cantara una canción de Thyagaraja, muy amablemente le preguntó cuál de los Krithis (composiciones) de Thyagaraja le gustaba más escuchar. Swami Kalikananda dijo que estaba deseando escuchar «Sri Raghuvara Sugunalaya».
Baba la cantó, sólo para hacerlo feliz. Nadie le había escuchado cantar esa canción antes, así que fue un golpe inesperado de buena suerte por lo que agradecimos a Swami Kalikananda. Al enterarse de que Swami Kalikananda sufría de dolor de estómago crónico desde hacía muchos años, Swami tomó algunos ‘dulces’ de la nada y se los dio, con instrucciones sobre la dieta, etc. También le dio a Purushottamananda un Japamala de brillantes cuentas de Sphatika, que se ‘manifestó’ del aire en Su mano.
Pero, más misteriosa y significativa fue la Visión que le concedió a Swami Purushottamananda esa noche. Después de enviar a todos fuera de la cueva, Baba y el sabio entraron en el recinto interior.
Sri Subbaramiah, presidente de la Sociedad de la Vida Divina, de Venkatagiri, describe lo que pudo ver desde afuera de la cueva, así:
«Incluso ahora esa imagen está impresa en mi memoria. Estaba parado cerca de la entrada de la cueva. Podía ver lo que estaba sucediendo. Baba colocó su cabeza en el regazo de Swami Purushottamananda y, ¡se recostó! De repente, todo Su cuerpo estuvo bañado en un resplandor divino. Me pareció que su cabeza y rostro habían aumentado mucho de tamaño. Rayos de esplendor emanaban de Su rostro. Me sentí abrumado por una extraña e inexplicable alegría. Era alrededor de las 10 de la noche».
Cuando se le pidió más tarde que divulgara la experiencia, Baba nos informó que era una Visión de Jyothir-Padmanabha (el Señor Vishnu como la llama de Amor-Sabiduría) ¡Qué supremo Karuna! (compasión) ¡Qué inconmensurable buena fortuna!
Swami Purushottamananda falleció la noche de Shivaratri de 1961, cuatro años después, durante el Lingodbhava Muhurtham, el momento en que Baba manifestaba el Lingam durante ese Shivaratri”.
Fuente: “Sathyam Shivam Sundaram”, Volumen I, por el Prof. N Kasturi.