DEVOCIÓN, DESAPEGO Y CONOCIMIENTO – por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

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DEVOCIÓN, DESAPEGO Y CONOCIMIENTO
 
por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
 
La Luz es Sabiduría. Sin Luz todo es oscuridad. Si ustedes no han tomado la lámpara del Conocimiento para iluminar su sendero, tropezarán en las tinieblas y el miedo será su compañero. No hay mayor incertidumbre que el miedo, ni ignorancia más poderosa que la que se deriva del miedo. Por lo tanto, decidan caminar a la luz del Conocimiento y sean dignos de haber nacido. A través de su éxito, podrán, además, hacer que la vida de otros valga la pena.
 
El Desapego depende también del Conocimiento y de la Devoción. Si privan al desapego de tales elementos, lo verán desmoronarse rápidamente. Y es que el desapego es la base fundamental para el progreso espiritual. Los tres: Desapego, Conocimiento y Devoción tienen que ser enfatizados durante la práctica espiritual y no hay razón para que estén separados o para que ustedes se esfuercen en ellos aisladamente. La Devoción incluye al Conocimiento; el desapego, aislado de la Devoción y el Conocimiento o el Conocimiento aislado de la Devoción y el desapego; y la Devoción aislada del desapego y el Conocimiento, son por sí solos inefectivos. Lo máximo que puede proporcionarnos uno de estos caminos practicado independientemente de los otros dos es algún entrenamiento en la pureza, nada más. A pesar de todo, ustedes nunca deben desarrollar el engreimiento y declarar que son devotos, o sabios o ermitaños renunciantes. Los aspirantes espirituales tienen que sumergirse en la trinidad de la Devoción, el Conocimiento y el Desapego. No hay otra forma de salvación.
 
Antes que nada sean santos y puros. Aspirantes espirituales hay muchos, pero aquellos que son puros de corazón suman sólo unos cuantos. Por ejemplo, observen este hecho: hay muchos que leen religiosamente el Gita, una y otra vez, otros tantos reflexionan acerca de su significado durante horas y horas, pero las personas que practican la esencia del Gita son escasas. Muchos de ellos son como los discos grabados que reproducen las canciones de otro, incapaces de cantar ellos mismos con voz propia e ignorantes del regocijo del canto. Estos no son aspirantes espirituales del todo y su práctica espiritual no merece ser llamada así.
 
La vida debe ser vista como la manifestación de las tres gunas, como un juego de temperamentos manejando los hilos de las marionetas. Esta conciencia tiene que saturar cada pensamiento, palabra y acto, y ése es el Conocimiento que necesitan.Todo lo demás es ignorancia.
 
Quien ha alcanzado el Conocimiento no tendrá trazas de odio dentro de sí, amará a todos los seres; no estará contaminado con el ego y sus actos serán acordes con sus palabras. El ignorante, por el contrario, se identificará con sus sentidos, su mente y su cuerpo denso, que sólo son herramientas e instrumentos. La eterna y pura Alma está siempre detrás de la mente y ésta es la causa por la cual el ignorante se hunde en los conflictos, el extravío y la miseria.
 
Todos los nombres y formas que llenan el Universo y que constituyen la Naturaleza no son sino creaciones de la mente. Es por esto que la mente debe ser controlada y apaciguadas sus descarriadas fantasías a fin de percibir la Verdad. Las siempre fluctuantes olas de un lago podrían aquietarse de tal forma que se pudiera ver el fondo claramente. Así también tienen que ser calmadas las olas de la ignorancia que agitan el lago de la mente.
 
Mantengan su mente alejada de los deseos bajos que corren tras los placeres fugaces. Desvíen sus pensamientos de ahí y diríjanlos hacia la bendición permanente que resulta del Conocimiento de la Divinidad Inmanente. Mantengan ante la mirada de la mente los defectos y fallas de los placeres sensoriales y la felicidad mundana. De esta manera ustedes perfeccionarán su discernimiento, su desapego y su progreso espiritual.
 
Así como el oro que se funde en el crisol se despoja de la escoria y brilla con su radiante aura, también el hombre debe ponerse en el crisol del Yoga y purificarse en el fuego del desapego. El hecho de estar dotado de este conocimiento es un indicio de discriminación equilibrada, según lo explican algunas personas.
 
Para quienes son capaces de tener autocontrol a lo largo de este camino, el poder natural se afirmará gradualmente por sí solo y la realidad se verá libre de ese velo de niebla que ahora la hace incomprensible. Cultiven pacientemente el hábito de meditar acerca de la naturaleza del Alma y vean lo particular como lo universal. A través del equilibrio de la conciencia el progreso está garantizado y, finalmente, se obtiene la Liberación.
 
Las fuentes del egoísmo brotan de la ignorancia de la Verdad básica. Cuando el Conocimiento del Alma surge, la ignorancia con su prole de penas y miserias se desvanece. La señal del sabio es su ausencia de egoísmo, la extinción del deseo, el sentimiento de un Amor igual para todos, sin ninguna distinción. Estos son los cimientos del Conocimiento del Alma.
 
Pueden ver sin los ojos, escuchar sin los oídos, hablar sin la lengua, oler sin el olfato, tocar sin el tacto, caminar sin los pies. Hasta pueden tener experiencias sin la mente. Sí, porque ustedes son la esencia pura misma, son el Ser Supremo.
 
Ustedes no han entendido esta Verdad y, así, están hundidos en la ignorancia; sienten que su auténtico «yo» son los sentidos únicamente y, por lo tanto, experimentan miseria. Los cinco sentidos están supeditados a la mente; la mente los activa uno por uno a todos y ella a su vez se ve afectada por sus reacciones. El hombre lee a través del ojo asociado a su mente y, por lo tanto, falla, pero el sabio tiene el Ojo Divino, y porque tiene la Visión Divina, él puede oír y ver sin la ayuda de los sentidos.
 
En el Gita se dice que los pies del Señor, sus manos, sus ojos y sus oídos están en todas partes; es por esto que Él ve todo y hace todo. Exento de los sentidos, pone en funcionamiento a todos los sentidos. Para comprender este misterio es necesario caminar por el Sendero del Conocimiento, el cual es muy provechoso. Cuando una persona se convierte en un sabio verdadero se transforma en el Conocimiento mismo, fundiéndose con él y volviéndose indistinguibles uno del otro. En ese momento comprende que él mismo es el inescrutable e indefinible Dios, no limitado por la imposición de nombre y forma.
 
Cuando el fuego arde, su luz puede ser distinguida a cierta distancia; sin embargo, los observadores muy lejanos no pueden sentir su calor. De la misma manera, es fácil describir el resplandor del Conocimiento para aquellos que están lejos de adquirirlo, pero solamente los que realmente se han acercado a él, los que lo han sentido y se han sumergido en él pueden experimentar su calor: la alegría de disolver la ilusión.
 
Para experimentar el fuego del Conocimiento es necesario practicar la disciplina espiritual con regularidad y la meditación constante en Dios. La esencia puede ser conocida por medio de la disciplina espiritual de la Devoción, pues la meta del devoto es realmente el Conocimiento Supremo.
 
Cuando un dramaturgo escribe una obra, la obra entera está ya en su mente antes de transcribirla al papel, acto tras acto y escena tras escena. Si él no tuviera completas las imágenes del drama en su mente, nunca tendría en consideración la idea de escribirla. Sin embargo, tomen el caso del público espectador: ellos comprenderán la historia sólo después de que la obra se haya representado totalmente. La historia se desarrolla por sí misma a través de cada escena y cada acto; y una vez que los espectadores han entendido la trama, entonces también podrán describirla con seguridad a otras personas, dando referencias sobre el argumento y el mensaje de la obra. Similarmente, para el Señor, el drama del tiempo, con sus tres actos, pasado, presente y futuro, es claro como el cristal. En un abrir y cerrar de ojos Él comprende los tres actos; porque es Omnisapiente y es Su plan el que está siendo representado y su drama el que está siendo actuado en el escenario de la Creación. Los actores y los espectadores se pierden en la confusión, incapaces de vislumbrar el significado y desarrollo de la obra. ¿Por qué? ¿Cómo puede una sola escena o acto revelar el significadc de la obra entera? Esta tiene que ser llevada a término para que la trama se revele por sí misma.
 
Sin una comprensión clara de la obra en la cual desempeñan sus propios papeles, abrazan el error de que ustedes son almas individuales y desperdician sus vidas, golpeados por las olas del gozo y la tristeza. Sin embargo, cuando el misterio es aclarado y la obra es descubierta como una simple comedia, aparece la convicción de que ustedes son Él y que Él es ustedes. Por lo tanto, traten de conocer la Verdad que está detrás de la vida, busquen lo fundamental, persigan valientemente la realidad subyacente. Los aspirantes al Conocimiento Superior siempre deben estar conscientes de esto.
 
Fuente: de «La Senda del Conocimiento» (Jnana Vahini) capitulo 8, por Sri Sathya Sai Baba