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Discursos de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba en su amorosa visita en Su Forma Sutil a Chennai
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19 de diciembre de 2015
Thiruthani es una ciudad a unos 85 kms de Chennai, dedicada al Señor Muruga o Subramanya. Thiruthani es una de las seis moradas del Señor Muruga, conocida como ‘Arupadaiveedu’ en Tamil. Las otras cinco moradas (ciudades), todas en el estado de Tamil Nadu son Palani, Swamimalai, Thirupparangunram, Pazhamudircholai y Thiruchendur. Se dice que el Señor Rama, luego de derrotar a Ravana, visitó Rameshwaram y luego Thiruthani. El Señor Rama decidió visitar Thiruthani para bendecir a Sri Siva Prasada, su devota esposa Smt Lata y su familia. ¡Por cierto nos recuerda a la historia de la devota ‘Shabari’ del Ramayana!
La visita de nuestro amado Bhagawan a la ciudad azotada por la lluvia, Chennai, vio en el día transcurrir dos eventos en dos lugares benditos. Swami y un pequeño grupo de invitados visitaron la fábrica y la casa de Sri Siva Prasad en Thiruthani, mientras que Su ejército de voluntarios marcharon rumbo a Chidambaram y Cuddalore (uno de las áreas más afectadas), ¡para realizar seva (servicio) con 14 camiones cargados de provisiones de auxilio!
Eran las 9:15 de la mañana cuando la comitiva de Swami dejó Chennai, en un viaje de dos horas y media hasta Thiruthani. En el camino, uno podía ver la devastación que las lluvias habían dejado a su paso. Algunas áreas continuaban estando saturadas con agua.
Sri Siva había invitado a Bhagawan hace un par de meses para la Bhoomi Puja de la segunda planta de fabricación, y el compasivo Señor aceptó y dijo que Él la visitaría en diciembre. La floral placa de bienvenida leía, “Una cordial bienvenida a nuestro Presidente Bhagawan Sri Sathya Sai Baba.” Mientras Swami era escoltado hacia el edificio industrial, pequeños niños, bordeando ambos lados del camino, recibieron al Señor. Alrededor de 300 miembros del personal y devotos se encontraban esperando al Señor con ansia. Al otro lado del edificio, la nueva maquinaria estaba decorada, lista para ser bendecida e inaugurada por Swami. El amado Señor bendijo las máquinas y también inició la primera tanda de cuadernos por ser impresas. Como los cuadernos terminados salieron en el otro extremo, Swami les preguntó a todos los niños que estaban ahí para acercarse y recibir los libros, y se los entregó a los pequeños. ¡Él dijo que los libros de las nuevas máquinas eran prasadam! ¡Y de hecho lo eran, pues estaban siendo entregados por la Misma Madre Saraswathi (la diosa de la sabiduría)!
Bhagawan comenzó Su divino discurso con un poema sobre Bhakti (devoción). ¡Él dijo que quien le ofrezca una hoja, una flor, una fruta o agua con devoción, Él lo aceptará con amor! Dibujando una hermosa analogía y explicando el significado interno del poema, Él dijo que Patram (hoja) es el cuerpo, Pushpam (flor) es el corazón, Phalam (el Karma de cada uno) y Toyam (agua) es las lágrimas de felicidad o ananda. ¡Cuando se los ofrece con amor a Él, estos serán aceptados!
Swami dijo que Él no tenía planes para venir a Thirutani, ¡pero el inmaculado amor y los rezos de la gente simplemente Lo han atraído aquí! Anunció que dondequiera que está Dios, se encontrará a Sus devotos, y dondequiera que hay devotos, ¡seguro Dios se encuentra ahí!
Ensalzando el vínculo único entre el Señor y Su devoto, Swami dijo que cuando nace un bebé, la madre se regocija. ¡De manera similar, cuando nace un devoto, el Señor se regocija!
Swami les dijo a todos los reunidos que Él no había venido a hablar mucho, sino a mostrar cómo si un devoto llama con mucha sinceridad y amor, ¡Él irá a cualquier parte!
Luego, dirigiéndose al personal de la fábrica bendita, Él les recordó sobre la noble vocación a la que se dedicaban, y dijo que los libros que fueron hechos por ellos ayudaban a los niños a estudiar y a desarrollar su carácter, lo cual a cambio beneficiaba a la sociedad. Él pidió a los trabajadores que trabajaran con ese sentimiento, el cual luego será elevado a karma yoga.
Explicando la verdadera esencia de la espiritualidad, Swami reiteró que todo trabajo realizado que es ofrecido a Dios, es verdadera espiritualidad, ¡y no es tan complicado como en realidad lo es! Él dijo que Dios no necesita nada, excepto el amor de Sus devotos. Bendijo la fábrica, diciendo que la misma crecería cuatro veces su tamaño actual, en los años próximos. En un tono menos serio, refiriéndose al hecho de que Swami es el Presidente de la compañía, Él dijo – “No soy ni un hombre, ni necesito una silla. Soy el habitante en sus corazones. ¡Consérvenme en sus corazones!”
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