LA VERDAD ES DIOS
por Sri Sathya Sai Baba
Para alcanzar este nivel, el fundamento es una vida ética. Esta vida ética está basada en el discernimiento entre la verdad y la falsedad. Exactamente como la perla es retenida mientras la cubierta es desechada, la esencia que es la verdad debe ser aceptada y lo no esencial descartado. Pero además, deberán coexistir el esfuerzo individual y la gracia divina. También se debe practicar constantemente la gran lección de que el cuerpo y el alma están separados. Este es un ejercicio altamente beneficioso.Tal discernimiento es necesario para todos los aspectos de la vida temporal, así como de la vida espiritual. Esto es indispensable para realizar la verdad, la verdad que persiste en la creación, existencia y destrucción, la verdad que es Dios mismo.
Para servir a este Dios Supremo, tiene que ser observada la pureza del alimento. En lo que respecta al alimento, la cuestión no es cuánto, sino la calidad. Naturalmente que también la cantidad no puede ser pasada por alto, pero ¿por qué es vital el alimento? Es necesario para adquirir la fuerza destinada al servicio del Señor. Para que el servidor pueda producir el fruto del servicio es esencial el alimento y tal alimento debe ser puro. Hay que prestar atención a este aspecto del alimento.
En esta forma, cada uno deberá poner constante atención a sus hábitos y a los rasgos de su carácter, y por lo tanto, desaparecerá el apego al cuerpo y la tarea de asegurar la bienaventuranza del Alma (Atmananda) será facilitada.
El hombre tiene que cumplir todos estos deberes diversos antes de lograr la liberación, ya que es solamente gracias a tal vida espiritual como puede adquirir pureza; y sólo a través de esa naturaleza pura le es posible realizar el Alma Suprema (Paramatma). Sin dedicarse a estas prácticas, no tiene objeto que se queje de que no haya sido capaz de conocer el Absoluto.
En este mundo material, no se puede apreciar el valor del esfuerzo espiritual si no se ha tenido experiencia en tal vida espiritual y en su pureza. Puede decirse que uno debe emprender el esfuerzo espiritual solamente después de apreciar su valor; pero esto es como decir que debería meterse al agua únicamente después de aprender a nadar. Uno puede aprender a nadar sólo lanzándose al agua, con un flotador adherido al cuerpo. En la misma forma, con algún flotador adherido a la mente, sumérjanse sin miedo en las prácticas espirituales. Entonces, por ustedes mismos comprenderán el valor del esfuerzo espiritual. La naturaleza y condiciones del sendero espiritual son conocidas solamente por aquellos que han viajado a lo largo del camino. Ellos saben que el sendero de la Verdad y del discernimiento conducen al Alma Suprema (Dios). Quienes no han caminado por él y quienes no saben de su existencia no pueden explicárselo a sí mismos ni a otros.
Sólo el Alma Suprema es real. El Alma Suprema es verdad. El Alma Suprema es amor. Mediten en Él como verdad, como amor. Es posible realizarlo en cualquier forma Suya en que mediten. Deben estar siempre en compañía de Sus devotos. En virtud de esta buena compañía, se implantarán y aumentarán el discernimiento y el desprendimiento. Esto reforzará el espíritu y los dotará de paz interior. Entonces, la mente se fundirá con el Alma Suprema.
En todas las cosas que hagan, usen toda la fuerza y el talento del que están dotados, hablando y actuando verazmente. Al comienzo es posible que no lo logren y hasta pueden encontrar dificultades y sufrimientos. Pero finalmente están llamados a triunfar y alcanzar la victoria y la bienaventuranza. Por su comportamiento y a través de su forma de vida pueden conocer la verdad, pueden realizar a Dios.
Fuente: del libro Sobre el Amor (Prema Vahini, Capítulo 8)