EL CAMINO REAL HACIA DIOS – Discurso Divino de Onam, 28/8/1985

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EL CAMINO REAL HACIA DIOS
Discurso Divino de Onam, 28/8/1985
Esta tierra es sagrada debido a muchos santos, visionarios, reyes y eruditos que han enriquecido su cultura y traído felicidad y paz a las vidas de la gente. Es una fuente de inspiración el recordar sus enseñanzas y resolver ponerlas en práctica en días establecidos para este fin.
Shankaracharya fue uno de los más grandes entre ellos. A muy temprana edad dominó las escrituras y compuso elaborados comentarios sobre los Upanishads, los Brahma Sutras y el Bhagavad Gita (los tres tratados básicos del Sanathana Dharma, la Sabiduría eterna). Viajó a pie por toda la India, visitó los mas famosos santuarios y sitios consagrados y paso varios años en los Himalayas antes de su partida fisica a la edad de 32 años. Reveló que el mensaje fundamental de los videntes y sabios era el no-dualismo (Advaita). Los axiomas Védicos Aham Brahmâsmi (Yo soy Brahman), Tat Tvam Asi (Tú Eres Eso), etc. son expresiones de la verdad que son validadas por las escrituras, la lógica y la experiencia. El individuo es equiparable a lo universal. No hay dos; todo es Uno, la omnipresente Conciencia cósmica, el Ser impersonal, sin forma, sin nombre y sin atributos.
– El hombre, la naturaleza y Dios son Uno
El no-dualismo no alienta ni inspira la devoción a un Dios personal. No habría lugar para la rendición a una figura dominante. Las masas que anhelaban aplacar su sed interna tenían que ser conducidas paso a paso. Ramanujacharya interpretó los textos básicos y descubrió que el hombre puede realizar a Dios por medio de la adoración, usando el don de la naturaleza como instrumento. El hombre, la naturaleza y Dios son Uno sin segundo (advaita) en un sentido especial y único (visishta). Así, la filosofía de Ramanuja es llamada no-dualismo calificado.
Sin embargo, el no-dualismo calificado era una experiencia no fácilmente accesible para los hombres ordinarios. Ellos querían poner su fe en un Dios compasivo, omnisciente, omnipotente a quien pudieran orar y ofrecer su vida y su amor. Entonces Madvacharya declaró que el hombre es distinto de Dios. Su destino más alto es servir a Dios, como Radha adoraba a Krishna. El ansia por el servicio, el anhelo por ver y llenarse los ojos con la belleza y majestad del Señor – ese es el sadhana más potente.
Este proceso de devoción y dedicación es el sendero real, el más suave hacia el éxito espiritual. Este día, la gente del Estado de Kerala, dondequiera que se encuentren, experimentan este sagrado proceso. La región de Kerala celebra hoy el día del festival de Onam, refrescada por las lluvias de los monzones; las selvas, tierras bajas y la costa están brillantes; la tierra presenta una alfombra de flores doradas. El país resplandece con una atmósfera de adoración. Una maravillosa historia explica esta expectativa, esperanza y sentido de gratitud.
– El dorado imperio de Bali, el Emperador
Hiranyakashipu es descripto en los Puranas como un rey demoníaco. Él negaba a Dios y aterrorizaba a sus súbditos. Mientras afirmaba que Dios no está en ninguna parte, su hijo Prahlada declaraba que Dios está en todo. En consecuencia, Dios no estaba en ninguna parte para el padre, mientras que estaba en todas partes para el hijo. El hijo de Prahlada fue Virochana y el héroe de la historia detrás del festival de Onam era el hijo de Virochana. Se llamada Bali, Balichakravarti (Bali, el Emperador). Siendo el nieto del devoto Prahlada, Bali también se dedicaba a la glorificación de Dios y a la elevación material y espiritual de sus súbditos. No había traza de pobreza y mala salud en su imperio. Cada hogar estaba iluminado por la alegría; cada día era una ocasión festiva.
Él decidió celebrar un elaborado rito sacrificial llamado Vishvajit que propiciaría tanto a los dioses que, con sus bendiciones, podría extender su benefico reinado sobre el mundo entero. El Señor utilizó esta oportunidad para derramar Su gracia sobre él. Narayana (Dios) se manifestó como Vamana dirigiendose al altar sacrificial bajo la forma de un estudiante mendicante, apenas iniciado en la vida espiritual. Bali se sintió feliz de darle la bienvenida. Cuando se le preguntó a Vamana qué don aceptaría, respondió que necesitaba sólo tres pasos de suelo, medidos por Sus pies. Bali se quedó sorprendido de esta respuesta. Por un breve momento, dudó de la intención e identidad del extraño visitante. Su preceptor, Shukra, le advirtió en contra de prometer nada. Pero Bali mantuvo su palabra. Le permitió a Vamana medir Él mismo los tres pasos.
– Por qué el Señor encarna
El Señor había encarnado para bendecir a Bali, no para destruirlo. Así, una vez que hubo cubierto la tierra con un paso y el cielo con el segundo, colocó Su pie en la cabeza de Bali (a pedido de éste) y aceptó al emperador como el tercer paso. Ese pie liberó a Bali del recurrente ciclo de nacimiento y muerte.
Pero Bali tenia un último y persistente deseo que el Señor convino en cumplir. Él pidió, “Permíteme volver a la Kerala que goberné un día al año para que pueda ver a la gente que amo y la tierra que atesoro en mi corazón”. Onam es ese día. Bali escogió para su visita anual el día de la estrella Shravana en el mes de Shraavanam.
– La llegada de Bali es un día de regocijo
La gente de Kerala celebra la llegada de Bali con gran regocijo. Es un día dedicado, cuando preparan deliciosos dulces y los ofrecen al Señor. Todo el mundo lleva ropas nuevas (Ona-kodi), cada hogar es decorado con festones, guirnaldas y diseños florales. La atmósfera es fragante con el incienso proveniente de cada altar doméstico. Los aldeanos pasan el día juntos compartiendo bailes y cantos. Se encienden lámparas en cada hogar; son colocadas en los umbrales, y llevadas delante de los templos por filas de niños. La lámpara encendida simboliza el alma individual (jîva), cuyo ser no es sino un diminuto parpadeo de la Luz cósmica. Viejos y jóvenes, ricos y pobres, están todos igualmente inmersos el día de Onam en agradecida adoración al Señor y a Bali, quien se ganó la gracia de Dios sacrificando su ego.
La lección que Onam imparte es que una vida entera pasada sin devoción al Todopoderoso Señor es una lastimosa pérdida. Librándose de la identificación con el cuerpo y sus atributos, uno debe involucrarse con el Espíritu. Sólo esto puede revelarle al hombre su realidad, el Âtma. Una vez que la propia esencia átmica es experimentada, necesita sólo un paso más para descubrir que todos los demás tienen ese mismo Âtma como su realidad. Así, el hombre se vuelve consciente de la Unidad que es la verdad, que es Dios.
El hombre está ahora sufriendo de una visión totalmente confusa de las cosas. Cree que él es real, la naturaleza es real y Dios es una invención de la imaginación. Pero Dios es la semilla que se ha expresado como la naturaleza, de la cual el cuerpo humano es una parte. De la misma forma que en cada fruta que produce el árbol está latente la semilla, el Paramâtma (la Conciencia divina) es también el núcleo de cada ser.
El ser inferior o ego actúa como una niebla escondiendo esta verdad, que si el hombre la conoce puede liberarlo. El ego es la causa invisible de los altibajos con los cuales uno lucha toda la vida. Para remover la niebla, limpiar la mente de deseo y aflicción, el hombre debe dedicarse a actividades positivas. El hombre es impulsado a la acción por su mejor naturaleza enraizada en él. Pero, por pura perversidad persigue ruinosas actividades que contaminan sus pensamientos, palabras y acciones.
– Dios existe y puede ser experimentado
El oído debe estar ansioso de escuchar la gloria de Dios. La lengua debería amar sólo el sabor de Su historia. Cada acción debe ser suficientemente meritoria para ser una ofrenda a Él. A menudo les he dicho, “Vean lo bueno; escuchen lo bueno; digan lo bueno; sean buenos. Este es el camino a Dios”. También añado; “No vean el mal; no escuchen el mal; no digan el mal; no hagan el mal; no sean malos. Esta es la senda a Dios».
Hoy en día hay gente que declara que no hay Dios. Pero Hiranyakashipu que pertenecía a esta categoría fue confrontado por su propio hijo quien afirmó ya como niño, que Dios existe y puede ser realizado. Aquellos que niegan a Dios no pueden probar que Él no existe, excepto por su limitada razón y lógica. La experiencia de Dios ganada por los sabios en todas las edades y todas las tierras no puede ser desechada con la ayuda de la razón, que puede estar afectada por el prejuicio, el orgullo y hasta la mala salud. Hay muchas verdades que son demasiado estables como para ser desconocidas. El imán atrae al hierro, tres más tres da seis, una hoja verde de betel con cal blanca cuando se mastica con una nuez produce saliva de color rojo, un retoño colgado con las raíces hacia arriba crece sin embargo hacia arriba como es su costumbre – estos hechos no pueden ser negados en absoluto. El tener conciencia de Dios, que es el propósito mismo de la existencia humana, debe ocurrir, no importa cuan largo sea el tiempo que se tome, ni la dificultad en el proceso. Cuando el corazón es purificado y la conciencia iluminada, la tarea es posible.
– Mensaje del Festival de Onam para todos
Dios es más diminuto que lo más diminuto. Si no pueden ver el aire que saben está alrededor suyo, ¿cómo pueden ver a Dios que es más sutil aún? Dios es lo más vasto. Si no son capaces de imaginar el cosmos que la astronomía no ha podido desentrañar, ¿cómo pueden percibir o imaginar lo más vasto de lo más vasto? El emperador Bali, a quien la gente de Kerala da la bienvenida en sus corazones y hogares el día de Onam, tenía una fe inquebrantable en Dios. Él servía a sus súbditos, como si estuviera comisionado por Dios. Ofreció a Dios todo lo que había ganado, todo lo que él era, con la mayor alegría. Se sobrepuso a las nubes de ignorancia y se elevó a las alturas de la suprema sabiduría. Su ser se expandió de tal manera que se fundió en la Conciencia divina. La pureza lleva a la unidad y la unidad a la fusión con la divinidad. Este es el mensaje que el Festival de Onam y la historia de Bali le transmiten a la humanidad.
Fuente: Extracto del Discurso Divino en ocasión del Día de Onam, 28-8-1985.