EL AURA DE LA DIVINIDAD
por el Dr. Frank Baranowski
A menudo se dice que las personalidades divinas tienen un aura alrededor de ellas. Algunos científicos creen que todos los seres vivos, incluyendo las plantas, tienen un aura. Esta no es visible a los ojos pero puede ser fotografiada por una técnica conocida como fotografía Kirlian.
El Dr. Frank Baronowski, profesor de la Universidad Estatal de Arizona en América, era un experto en este campo. No sólo fotografiaba el aura, sino que estaba bendecido con el raro don de poder verla directamente con sus ojos.
En 1979, vino a la India para hacer un estudio del aura de hombres santos del país. Inevitablemente, sus viajes lo condujeron a Baba, que entonces estaba en Bangalore. En el momento en que Baronowski llegó a Whitefield, se estaba llevando a cabo un curso organizado por Swami para maestros de escuela. Baronowski se enteró de esto y naturalmente estaba deseando hablar en la conferencia, compartiendo sus numerosas experiencias. Baba lo sabía y a Su propia manera lo hizo posible. Pero primero, Baronowski tenía que ver algo que nunca antes había visto.
El primer atisbo del Profesor a Swami fue durante la temprana mañana del Darshan. En esos días, Swami solía dar Darshan al final del Nagarsankeertan, la oración matutina y la procesión de Bhajans que uno puede ver hasta hoy en Prashanti Nilayam. Baronowski se quedó atónito por lo que vio – el aura de Baba era simplemente fuera de este mundo. Lo vio una y otra vez – durante el Darshan de la mañana y el de la tarde. Vio cómo esta aura extraordinaria envolvía a todos y cada uno, creyentes y no creyentes por igual, aquellos que lo miraban directamente y aquellos cuya atención estaba vagando. Más tarde, Baronowski tuvo la oportunidad de hablar durante los actos de la conferencia, en la presencia inmediata de Bhagavan Baba. He aquí un extracto de lo que dijo:
«He conocido a más de cien hombres santos en la India. Muchos de ellos están involucrados en sus propios egos personales. Sus auras muestran sobre todo preocupación por ellos mismos y por sus instituciones. Por lo general, sus auras son sólo de unos 25 cms. de ancho o tal vez 50 cms. No soy un devoto de Sai Baba. He venido aquí como científico, para ver a este hombre.
Lo vi el domingo, en el balcón dando Darshan a los devotos reunidos abajo. El aura que Baba proyectaba no era la de un hombre. El blanco era más del doble del tamaño de cualquiera, el azul era prácticamente ilimitado, y había bandas de oro y plata más allá incluso que aquellas, mucho más allá de este edificio, hasta el horizonte. No hay explicación científica para este fenómeno.
Su aura es tan fuerte que me afecta aun estando de pie junto a la silla en la que está sentado. Puedo sentir el efecto. Es muy difícil para mí admitirlo. Soy un científico. He dado más de seis mil conferencias en todas partes del mundo, pero es la primera vez, créanme, que mis rodillas estan temblando. El aura que emana de Baba muestra su amor por todos. He conocido a muchos hombres santos, pero ninguno de ellos se ha hecho tan accesible como lo hace Baba. Eso es un signo de grandeza.
Baba les ha dado la clave del éxito, la simple palabra de cuatro letras: ¡AMOR! Si alguna vez puedo usar la frase de que he visto al Amor caminando sobre dos pies, es aquí.
He estado observando a Baba, mientras se dirigía a ustedes. El aura rosa que se manifestaba era tan vasta y fuerte que llegaba hasta el salón detrás de esta silla. Llenaba el gran salón, abrazando a todos aquí. No puede haber una explicación científica para este fenómeno. Lo he observado durante una semana mientras caminaba entre los devotos, mañana y tarde. He visto esta aura, de color rosa, entrar en la persona con la que habla o a la que toca. Esto se debe a que absorbemos Su energía, que parece ser ilimitada. Se extiende por todas partes y puede ser aprovechada por todos los que están a su alrededor. Un hombre ordinario pronto quedaria exhausto de ir como Él lo hace, entre tantos. Le he visto acercarse a una niña pequeña en una silla de ruedas y hacerle cosquillas. Me sorprendió el aura de amor que lo rodeaba en ese momento.
No he sido educado en ninguna creencia, aunque soy cristiano de nacimiento y católico romano. La comunidad científica de mi país encuentra difícil aceptar a un Dios. No es científico, afirman. Estoy arriesgando mi reputación cuando hago esta declaración. Hace dos días, justo fuera de esta sala, miré a los ojos de Baba. Tienen un brillo dentro de ellos. Es evidente para mí que contemplé el rostro de la Divinidad. No hay ninguna explicación científica para esto; ¡no debería haberla! En mi opinión, Él es exactamente lo que parece ser, ¡AMOR! ¡Eso es lo que es!
He hablado en plataformas donde el Presidente Ford de los Estados Unidos, la Reina Isabel II de Gran Bretaña y la Reina Guillermina de Holanda han estado presentes, pero nunca olvidaré esta experiencia! Es realmente abrumadora en su impacto».
El Dr. Baronowski tuvo la rara bendición de «ver» el aura del amor. El resto de nosotros no podemos verla, pero nadie puede negar que todos sentimos el infinito Amor de Bhagavan en Su presencia o incluso cuando sólo pensamos acerca de Él.
Fuente: Radio Sai Revista electrónica, 15 de noviembre de 2003.