Divine Will Foundation
11 de abril de 2020
La guía de Swami
En este discurso Swami nos aconseja sobre cómo conducir nuestra vida en estos exigentes tiempos y cómo los cambios del bien están afectando el mundo y nuestra conciencia de una familia global. Nos da claridad acerca de cómo manifestar más compasión, cariño, amor y cuidado por todos.
Es tiempo de que nos conozcamos mejor, entre nosotros y a nosotros mismos. Todo el tiempo preguntamos «¿Quién eres, quién eres?» en el mundo exterior, pero olvidamos decir «¿quién soy?». Al menos una parte del día, la gente se está preguntando esto, que es lo importante. De lo contrario, no sabemos quién es la persona en el espejo; conocemos a todos los demás. Es una buena oportunidad para todos, y espero que todos los devotos estén haciendo buen uso de este tiempo, en el que pueden ir hacia dentro y hacer las preguntas correctas, como qué es lo que más importa en la vida, y lo que no importa. Este es mi sentimiento. La gente debería pensar de este modo.
Nos hemos enredado con el mundo durante tanto tiempo, que desenredarnos llevará tiempo. Nos hemos atascado en este matorral espinoso. A medida que quitan espina tras espina, tras espina, más puros se hacen. Cuanto más puros se hacen, más amorosos, más compasivos y más conectados se vuelven. Muchas personas están ahora experimentando esto. Esto es bueno, no solo para los devotos sino para todos. La gente se pregunta qué es lo que pasa hoy en el mundo. Esta cuarentena, este aislamiento, nos están demostrando cuán separados estamos todos de todo. No hay cura, por lo tanto su dinero hoy no sirve para nada, sus relaciones hoy no sirven para nada. Tanto un príncipe como un pobre son igualmente susceptibles a esta enfermedad.
La naturaleza nos está diciendo que todos somos creados iguales. Su dinero no los hace más grandes ni más pequeños, su conocimiento no los hace más importantes o menos importantes. Al menos algunas personas están pensando así, no todos, porque no es posible para todos ver el mundo de esta manera. Pero, en aquellos que tienen al menos una pequeña inclinación espiritual, esta idea se está haciendo ahora más fuerte. Se la está alimentando. Esto es importante para el mundo. Yo estaba diciendo a algunas personas que deberíamos agradecer a este virus por ayudarnos a entender qué importa y qué no importa en la vida.
La vida es muy frágil; podemos morir en el próximo momento. Todo su dinero y conocimiento no pueden impedir que así ocurra. La muerte llegará, y esto está haciendo que la gente despierte a esta idea. Esto ayudará, porque a veces necesitamos estos golpes duros; de lo contrario, la gente no despierta. Siguen durmiendo, pensando que esto continuará para siempre y nada saldrá mal porque tienen dinero, pero eso ya no se sostiene. Esto crea miedo. Ahora el rico y el pobre se están haciendo iguales.
En las semanas y los meses a partir de ahora, las economías sufrirán, y todas las personas que amasaron tremendas fortunas mediante propiedades, acciones de la bolsa y otras inversiones, verán disminuir sus fortunas. De repente se darán cuenta de que los cincuenta años que trabajaron para construir este imperio, hoy no son nada, porque la gente quiere alimentos más que instalaciones de cinco estrellas, la gente quiere salud más que precios de acciones, y la gente quiere seguridad más que nombres importantes y relaciones. De repente, todas estas cosas parecerán fruslerías, no tendrán sentido. Al menos la mayor parte del mundo debe despertar a estas ideas; este es mi pensamiento.
Por supuesto, en el Satya Yuga, en tiempos de Rama, también había algunos demonios. El mundo está creado con dualidad, pero a medida que los números se hacen menores, es como un agradable rejuvenecimiento de las viejas ideas. Para los países occidentales es indispensable. En los países indios sabemos acerca de muchas de estas cosas. Sabemos del karma. Sabemos de la vida y la muerte. Sabemos de Dios. Sabemos de la reencarnación. En la India, la gente está más acostumbrada a estas ideas, pero en los países occidentales no. Probablemente hagan unas cuantas preguntas.
Alguien me dijo que hay personas de ciertos credos que no pueden hallar respuesta a por qué este virus afecta solo a ciertas personas y por qué otros escapan de él. No hay respuesta para esto. Contraer este virus no es un accidente. Ocurrió porque algún karma, en alguna parte, estaba escrito para ustedes. Ahora la gente está hallando respuestas a estas preguntas largamente pospuestas, sobre el Sanathana Dharma, sobre la reencarnación y la teoría del karma. La gente se está tomando el tiempo de comprender y aprender acerca de estos conceptos, que son muy reales, ya que ninguna de estas religiones, ninguna de estas filosofías, responden a estas preguntas muy básicas. La gente está despertando a este pensamiento nuevo, y al menos hay una indagación, algún interés.
Los cambios de estación son buenos. Cuando las estaciones cambian, algunas plantas tienen que florecer y algunas plantas tienen que morir. Siempre he dicho que finalmente solo el bien se mantendrá, y todo lo demás colapsará. Espero que de esto salga el bien. La gente verá un poco más allá de las fragilidades del mundo, lo efímero y temporario de las cosas, y probablemente invertirá más de su tiempo y de su vida en cosas que son más permanentes, como sus buenas relaciones, el servicio, la compasión, la amabilidad. Comenzarán a hacer de esto su inversión, no solo edificios y muertas propiedades. De alguna manera, esto ocurrirá. No cabe duda de ello. Muchas, muchas personas despertarán a esta idea, especialmente la generación joven, que está aquí para explorar.
Espero que también los estadounidenses estén pensando así; por lo menos el miedo está haciendo que piensen así. Todos son afectados. Si es bueno para Estados Unidos, es bueno para el resto del mundo. Si ellos piensan de modo egoísta, salvar solo a los estadounidenses y no a los demás, el día de mañana no podrán viajar, ni hacer negocios, ni hacer nada con el resto del mundo. Todos debemos saber que estamos dentro del mismo bote. Todos necesitamos ayudarnos mutuamente para sobrevivir.
El espíritu de la India es muy resiliente. La cultura india ha sido muy resiliente, porque es una civilización antigua. Ha estado aquí durante milenios. A pesar de múltiples cambios, gobernantes e invasiones, ha sobrevivido. La «indiedad» nunca murió, y esa indiedad está sosteniendo a todos juntos. Pienso que aquí hay más unidad en la gente, y se preocupan unos por otros, y por supuesto, también tienen miedo. De repente han sido sacudidos de este ensueño de que todo iba a seguir tal como estaba. No es así. Para la nueva generación es una nueva experiencia, porque nunca vieron algo así en su vida. La vieja generación vio al menos alguna hambruna y otras epidemias, si no en India, en otros lugares. Pero, para la nueva generación, el hecho de que también pueda ocurrir esto es una llamada para despertar.
La gente está despertando, y siento que más y más personas están rezando al Dios en que creen. Aun si no creen en Dios, como dijo su presidente estadounidense, «cualquiera sea la fe a la que ustedes suscriban, recemos todos». Que esto venga de Estados Unidos, es una primicia. Depender del poder de la oración y la colectividad es bueno para todos. Solo espero que no lo olviden enseguida, después de que esto haya pasado. La mayoría de ellos lo recordarán, aprenderán a ser personas compasivas.
La gente estará dispuesta a compartir, y tendrán más empatía con otros que tienen menos. Cuando coman, pensarán en aquellos que no han comido; cuando estén sanos, pensarán en otros que no están sanos, y las personas respetarán sus relaciones en el hogar. A veces al marido no le importa de la esposa, o la esposa no honra al marido, y los hijos no honran a sus padres. Esto les enseñará a honrarse más unos a otros, dentro de la familia. No puede ser una relación de transacción (mientras me seas útil y yo te sea útil), no debe ser así. La gente despertará a la idea de que ven mucho bien en los demás, mucha compasión y cariño en los demás. Conocerse unos a otros, además de conocerse cada uno a sí mismo, los ayudará a amar y conectar con todos. Este es el momento apropiado para conocer el valor de la vida humana.
Agradezcan a Dios por cada día que tenemos para vivir vidas saludables y hacer lo que tenemos que hacer, y agradezcan a todos los que nos rodean y que nos ayudan a llevar estas vidas saludables. En la India es una gran campaña. La gente está respetando a los porteros; la gente está respetando a los barrenderos, limpiadores, enfermeras, médicos, policías, verduleros y agricultores, porque hoy nos están manteniendo. Como ven, hoy no nos está manteniendo nuestro dinero. Lo que nos está manteniendo es que nuestro ambiente está limpio, desinfectado. Para eso, mucha gente, los trabajadores de primera línea, están poniendo en juego la vida. También ellos tienen familias, también ellos tienen sueños. Pero por el bien mayor, hacen esto. Esta percepción ha llegado a la gente.
Antes no pensábamos así. Pensábamos que una vez que habíamos pagado por estos servicios, obteníamos el servicio y la cuenta quedaba saldada. Pero por primera vez sienten que «¡¡NO!!». Estas personas están haciendo más de lo que vale su dinero. No se trata solo de su oficio, hecho por dinero; están salvando al país, y poniendo en juego sus vidas. Esto hace que sean respetados. Previamente, personas como un barrendero o un limpiador eran considerados menores o insignificantes. Este es un pensamiento nuevo, que antes no existía.
Existía nuestro sistema de Varna (castas). Brahmanas, Kshatriyas, Vaishyas y Shudras. Aquellos que hacen todo este trabajo manual, trabajo físico, son generalmente llamados Shudras. Están siendo respetados, porque su trabajo es importante para nuestra supervivencia. La élite y otras personas están tomando conciencia de esta idea, y las enfermeras y médicos también están recibiendo mucho respeto. En la India, a los médicos se los solía llamar «dioses» (Narayana Hari). Ahora están recibiendo el respeto largamente postergado. También pienso que ahora la gente está rompiendo la barrera religiosa, lentamente, y todos se dan cuenta de que este virus está más allá de la religión, porque puede afectar a todos y cada uno.
La gente se está volviendo más consciente de sus responsabilidades, unos con otros. Pienso que la gente está mejorando. Al menos, este es un gran golpe de cambio. Vientos de cambio. En todos están ocurriendo algunos cambios. ¿Qué otra cosa harían durante todo el día? Están pensando de este modo. Pienso que, en la India, la gente ya es espiritual porque tiene en sí esa semilla, pero nunca fue alimentada. Ahora está volviendo.
Estados Unidos tendría que tomar esta idea. Todos los países occidentales, y el mundo entero, debe tomar esta idea: que tenemos que volvernos compasivos y agradecidos para con tantas personas que nos ayudan a vivir y hacer lo que podemos hacer. No se trata solo de nuestros empleos y aquellos que nos pagan; son también los cientos y miles que trabajan detrás del escenario.
Hoy decimos «si te quedas en casa estás haciendo servicio». La idea de quedarse en casa ha sido transformada desde una simple barrera social o una restricción, a un servicio. Ese concepto de servicio es: si sales, puedes infectar a otros; si te quedas en casa, estás haciendo servicio a los demás. Se transforma el concepto de un simple pensamiento, como el de quedarse en casa, que de otro modo sonaría como un toque de queda, o una restricción política o del gobierno. La idea es transformada en servicio. Aun quedándose en casa, pueden decir «hoy he hecho servicio».
Miren el concepto que implica este proceso mental. Eso es lo que estoy apreciando. Las personas se están respetando mutuamente. Tienen más compasión; se preocupan unos por otros. Se preguntan mutuamente «¿estás bien?». Amigos largamente olvidados están poniéndose en contacto y preguntando si están todos bien, intercambiando bromas, saludos y enviándose mensajes. No por alguna transacción, sino solo por preocupación y compasión. Antes, solo enviábamos mensajes y cosas porque necesitábamos algo de los demás. Pero por primera vez, los estamos enviando solo por cariño. Miren qué cambio. Así tendría que ser la sociedad humana, y en alguna medida está ocurriendo, mientras el mundo entero se une.
Todos los primeros ministros y presidentes hablan entre sí, preguntando «¿cómo superamos esto?». Ya no piensan solo en su país y su gente; porque saben que si uno de los suyos viaja a otro país y regresa, podría infectar al país entero. Todos están llegando a comprender cuán responsable debe ser cada país, cada gobierno.
Por supuesto, habrá algún país, algún gobierno o algún pueblo que sea incorregible. No podemos evitarlo, pero la mayoría de ellos adoptan esta idea de una familia global, una responsabilidad global. Espero que esto conduzca a un mundo más compasivo, un mundo unido, un mundo en que los unos piensan en el bienestar de los otros. De esta crisis debe emerger una Cultura Mundial, con cariño mutuo. Es Mi Firme Convicción, no solo esperanza o aspiración, sino convicción, que emergerá.
La gente está enviando alimentos, provisiones, artículos médicos y raciones de Australia, de Europa. Están pensando de esta manera. Esta manera de pensar es importante, en lugar de vivir inconscientemente.
Todo esto es bueno, todo es para bien. Puede que haya una cáscara amarga, pero dentro hay un dulce fruto. Tenemos que mirar el fruto dulce y olvidar lo amargo de la cáscara que desechamos. ¿Qué es lo amargo? El miedo es lo amargo. La inseguridad es lo amargo. ¿Qué trae consigo el dulce fruto interior? Trae cariño, compasión, respeto y la idea del discernimiento entre lo que importa y lo que no importa en la vida. Uno puede ser un multimillonario y morir al día siguiente, y nadie puede ayudarlo, porque el dinero no puede comprar tiempo ni vida. Se puede comprar algo de oxígeno, pero no hay garantía de que uno sobreviva.
Todas son buenas cosas que salen de esto, tienen que tenerlo presente. Hacer Satsang, participar en Satsang, esto es bueno. Prosigan. Inspiren a todos, compartan pensamientos positivos. Pidan a las personas que se sienten y hallen su propio aprendizaje, hallen sus propias lecciones a partir de esto, sus ideas personales, qué es lo que han comprendido. El mundo será mucho mejor que hoy.
No es momento de temer ni entrar en pánico. Si hemos hecho el bien, el bien nos protegerá, con virus o sin virus, eso no importa. No solo a nosotros, sino que protegerá también a todos los que nos rodean. Sigamos haciendo el bien en estos tiempos. Si no hay nada que puedan hacer fuera, porque son ancianos o enfermos, siéntense y recen por todos; esto es lo mínimo que se puede hacer. Para aquellos capaces de hacer algo más, pregunten a su municipalidad, consejo o gobierno local, cómo llegar a aquellos que padecen necesidad.
El virus se disipará con el tiempo; la gente lo superará en uno o dos meses. Pero el impacto, la devastación económica que dejará, especialmente con personas como los pobres de India y países similares, será severa. Algunos gobiernos lo saben, y están dando pasos al respecto. Nosotros ayudaremos.
Lo primero que estamos haciendo es contactar a todas las familias de los estudiantes, a través de nuestros directores y celadores, para ver si necesitan alguna ayuda. Estos estudiantes provienen de medios muy pobres. El gobierno está tomando buenas iniciativas, ayudando con alimentos y dinero. Cuando surja la necesidad, nos pondremos en acción y proporcionaremos lo que les haga falta.
A través de Annapoorna llegaremos a cada niño, mediante los profesores y los voluntarios Annapoorna. Como mínimo, ayudaremos a los que están inscriptos en el Programa de Desayuno Annapoorna, porque para nosotros son como una familia, y veremos si alguno de ellos necesita algo después de esta crisis. Si necesitan algo, los adoptaremos o los mantendremos al menos durante dos o tres meses, hasta que hallen empleos y puedan regresar a su vida normal. Una familia puede adoptar a una familia. Estamos esperando para ver lo que está haciendo el gobierno, y después extenderemos nuestra ayuda. Esta es una oportunidad para que el gobierno intensifique su acción. Si se requiere más ayuda, intervendremos nosotros.
Lo que pide Swami es un mundo mejor, con más compasión, cariño, amabilidad, más sacrificio, más discernimiento en nuestra vida cotidiana, y amor mutuo. Esto es lo que debe emerger de esta crisis, y nuestros devotos deben liderar el camino.
- Fuente: Divine Will Foundation – Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamrutha Prakashana, de Muddenahalli.