CONVERSACIÓN ENTRE SWAMI Y UN NIÑO ESTABLECIDO EN LA UNIDAD …
El 6 de mayo del año 1990, mientras los devotos esperaban un discurso de Sai Baba en ocasión de la memoria de Su madre Ishwaramma, Swami sorprendió a todos llamando a un niño de nueve años próximo a Él y “entrevistándolo”. El diálogo resultante, afortunadamente grabado por un devoto, destaca la estatura espiritual del niño y el regocijo del Señor al interrogarlo.
Swami – ¿Cómo te llamas?
Niño – Sai Giridhar.
S. – ¿Cuántos años tienes?
B. – Nueve.
S. – ¿Cómo lo sabes?
B. – Swami, Tu me lo dijiste.
S. – Nunca te dije nada.
B. – Sólo Tu me diste a luz y me lo dijiste. Tu eres mi madre, mi padre, mi todo …
S. – ¿Cuántos hermanos y hermanas tienes?
B. – Todos son mis hermanos y hermanas.
S. – ¿Cómo puedes decir eso?
B. – Tu eres la madre de todos; por lo tanto, somos verdaderamente hermanos y hermanas.
S. – ¡Bravo! ¿De dónde has venido?
B. – ¡De Ti, Swami!
S. – ¡Oh! ¿De Mí?
B. – Sí, Swami; el mundo entero viene de Ti.
S. – ¡Ah! ¿Qué sabes del mundo?
B. Tu me has enseñado todas estas cosas.
S. – ¡Pero nunca antes te he hablado!
B. – Sí, Swami, eres mi Maestro. Eres el único Gurú para todos.
S. – Bien. ¿Y ahora, dónde estás?
B. – Estoy dentro de tu corazón, Swami.
S. – Pero tu cuerpo es una cosa y el Mío es otra.
B. – No, Swami, mi cuerpo también viene de Ti.
S. – ¿Y cómo lo sabes?
B. – Sí, el mundo entero viene de Ti. Tu eres Brahma, Vishnu y Maheshwara (la Divinidad en Su triple manifestación)
S. – ¿Has visto alguna vez a Brahma?
B. – Sí, Tu eres Brahma.
S. – ¿Cómo es la forma de Brahma?
B. – Brahma tiene cuatro manos, en las que está la flor de loto, la caracola, la rueda …
S. – Pero Yo no tengo nada de eso, mira!
B. – Sí, Swami, tienes todo.
S. – ¿Por qué dices eso?
B. – Eres Tu quien me mostró en una visión la forma de Brahma.
S. – ¿Cuándo?
B. – En mis sueños te apareciste a mí en todas las formas de Dios.Todas las manifestaciones divinas vienen sólo de Ti.
S. – (Dirigiéndose a los otros chicos) ¡Otro Hanumantappa! (refiriéndose al vicerrector de la Universidad de Bangalore, que también había contado muchas visiones de este tipo en sus sueños. Los muchachos se ríen) Bien, ¿qué quieres?
B. – Sólo te quiero a Ti, Swami.
S. – ¡No, no! Pídeme algunos objetos: un bolígrafo, un lápiz, un chocolate, un reloj … algo en fin.
B. – No, Swami, no. Sólo te quiero a Ti, y nada más que a Ti.
S. – ¿Te dedicas a alguna práctica de oración o de meditación?
B. – Sí, Swami, canto los 108 Nombres de Dios.
S. – Bien. Dime.
B. – ¡Om Shree Bhagavan Sathya Sai Babaya Namah! Luego continuó recitando este Nombre 108 veces. (Risas de los chicos).
S. – ¿Y rezas tus oraciones?
B. – Sí, Swami, por la mañana recito Karagre Vasathe Lakshme. Al mediodía, para el almuerzo, digo el Brahmarpanam
S. – ¿Sabes su significado?
B. – Sí, Swami. Brahmarpanam significa, ‘ofrezco mi comida a Dios’.
S. – ¿Quién es Dios?
B. – iTu eres Dios! Te ofrezco todo a Ti!
S. – ¿Te gustan los otros dioses, como Rama, Krishna?
B. – ¿Por qué debo amar a otros Dioses cuando Tu estás conmigo? Tu eres Rama, Krishna … todo.
S. – ¿Meditas?
B. – Sí, Swami.
S. – ¿En qué forma?
B. – Me pongo en la posición de Loto (padmasana) y cierro los ojos.
S. – ¿Qué ves?
B. – Sólo veo a Swami.
S. – ¿Por cuánto tiempo?
B. – No lo sé, no tengo reloj.
S. – ¿Quieres un reloj?
B. – No, ¡sólo te quiero a Ti!
S. – ¿Conoces alguna oración en común?
B. – Sí, Swami. Loka Samastha Sukhino Bhavantu.
S. – ¿Y otras?
B. – “Oh Dios, toma mi corazón …»
S. – ¿Sabes alguna canción?
B. – Ninguna, Swami. Sólo sé de bhajans (canciones devocionales).
S. – Canta una.
B. – Govinda bholo! Gopala bholo! (y canta el bhajan entero).
S. – ¿Ves la televisión o los videos?
B. – No, Swami, sólo veo dibujos animados en casa.
S. – iPero los dibujos animados no son Dios!
B. – Sí Swami, Dios está en todo. ¡Tu eres Dios!
S. – Pero Yo no soy un dibujo animado … ¡mira bien! (Y todos se ríen).
B. – Sí, Swami.Tu eres todo.
S. – ¡Bravo! ¿Estás peleando con los otros niños, o estás celoso de ellos?
B. – No, Swami, Tu estás en todos ellos; entonces, ¿cómo podría estar celoso de alguien?
S. – No, claro que no. Pero, en la escuela, algunos de tus compañeros podrían estar celosos de ti o involucrarte en una pelea.
B. – No, Swami. ¿Cómo podrían hacer esto si estás en todos ellos? Tú nos enseñas a amar a todos.
S. – Pero mira a los chicos mayores, son todos egoístas.
B. – No, Swami, ¡son buenos! Tu también estás en ellos.
S. – En el mundo, sin embargo, hay bien y mal.
B. – Todos son buenos, porque Tu estás en todos.
S. – (Mostrando su mano) ¿Qué es?
B. – Eso es ‘Todo’.
S. – ¡Pero es sólo una mano vacía!
B. – No, Swami, en esa mano están todos los poderes y Tu eres todos esos poderes.
S. – ¿Cómo lo sabes?
B. – ¡Tu mismo has dicho que el mundo está en tus manos!
S. – Bueno. ¡Bravo! Ahora toma estas 100 rupias y ponlas en tu bolsillo, a salvo. Podría haber ladrones afuera. Así que ten cuidado.
B. – No, Swami. Tu también estás en ellos y nadie más que Tu me tocaría; nadie más me quitaría lo que también me das.
S. – Bien. ¿Cuándo saldrán los resultados de los exámenes?
B. – No lo sé, Swami.
S. – ¿Tendrás excelente?
B. – Sí, Swami.
S. – ¿Y cómo lo sabes?
B. – ¡Porque ahora mismo dijiste “excelente” y Tu palabra no fallará!
S. – ¿Has leído muchos libros?
B. – No, ¡sólo conozco las palabras de Swami! Sólo Él es toda la ciencia.
S. – (Dirigiendose a todos) Él está firmemente establecido en la actitud de unicidad del ideal espiritual (Advaita bhava). iOtro Prahlada! De hecho, ni siquiera Prahlada hablaría de esta manera. iBien! iEstoy muy feliz!
Fuente: Dialogo registrado entre Swami y un niño de 9 años – 6/5/1990