SAI, MI CONSEJERO DIVINO
por Deepika K
Mayo 19, 2016
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Cuando Deepika, de la Juventud Sai de Bangalore se encontraba en una importante encrucijada en su vida académica, Bhagavan acudió en su ayuda, guiándola a tomar la decisión correcta. Mientras ella vino a Swami como una joven estudiante de Bal Vikas, fue solo en los últimos años que consolidó una relación de amor con Él. Actualmente cursa su carrera de ingeniería en el Instituto de Tecnología Nitte Meenakshi de Bangalore.
En este artículo ella comparte sus experiencias con Swami y las lecciones divinas que Él le enseñó a través de ellas. Sigue leyendo …
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El aire reverberaba con melodiosos bhajans mientras los niños de Balvikas cantaban con gusto delante del Señor en el día de Eashwaramma en Brindavan en el año 2006. Como estudiante de Balvikas de nueve años, yo era uno de ellos, afortunada de estar sentada en la primera línea. Durante los bhajans, recuerdo vívidamente a Swami mirándome a los ojos continuamente por un largo tiempo. Siguió mirándome durante tanto tiempo que después de un rato me asusté mucho y volví mi mirada tontamente lejos de Él. Y me sentí extremadamente aliviada cuando descubrí que ya no me estaba mirando. Aunque ahora lamento mi inmadurez, me doy cuenta de que a través de esta experiencia Swami me estaba enseñando que Él siempre nos está viendo y está constantemente a nuestro lado. Y cuando nos conectamos con Él internamente, podemos experimentar dicha. Esta fue mi primera experiencia con Swami. Y a medida que pasaron los años, estuve ocupada en mi propio mundo de la escuela y otras actividades culturales. Durante mis días de escuela secundaria, llegué a saber sobre Radio Sai y el sitio web me ayudó a conocer más sobre Swami y Su misión. Sin embargo, fue en los últimos dos años que Swami decidió mostrar Su presencia en nuestra casa, o mejor dicho, nos permitió sentir Su presencia.
Dios hace Su presencia conocida
El 15 de septiembre de 2014 es uno de los días más memorables de mi vida. Me estaba preparando para ir a las clases de entrenamiento, cuando mi hermano se precipitó hacia mí, sonriendo gloriosamente. Mi curiosidad se despertó, lo seguí hasta el altar donde vi para mi agradable sorpresa que Vibhuthi (ceniza sagrada) se había manifestado en las fotografías de Swami. Por muy incrédula que fuera al principio, lo que siguió durante la siguiente quincena me convenció sin ninguna duda de que estábamos experimentando Su divino amor y bendiciones. Los milagros aumentaron y más Vibuthi se manifestó en los chocolates, frutas y naivedyam (comida ofrendada a la deidad) que se habían ofrecido. Hay una foto de Swami con Sus manos levantadas en Abhayahastha (señal o mudra de bendición) y la miel fluyó de Sus palmas. Cuando puse mis boligrafos (para ser usados en los próximos exámenes) en el altar, Bhagavan también los bendijo amablemente. Todos estos eventos aumentaron mi fe de manera considerable. Después de mis exámenes de la junta, tuve un mes de vacaciones de estudio para preparar los exámenes competitivos y fue entonces cuando ocurrió el siguiente incidente.
Estaba leyendo algo en mi habitación, cuando mis pensamientos se desviaron y tuve una mala idea o dos. Me salí de mi ensueño por el sonido agudo de algo cayendo. Cuando me volví para ver qué era, vi para mi sorpresa que la foto en 3D de Swami que tenía junto a mi cama se había caído. Esta foto en particular esta colocada de tal manera que a veces es difícil incluso quitarla para limpiarla. De todas las fotos que podrían haberse caído, esta foto habría sido la más improbable. Además, ¡había caído con un sonido tal que parecía como si Swami se hubiera alejado! Y luego el entendimiento vino a mí. Swami no quería que tuviera malos pensamientos y decidió darme una lección. Me disculpé con Él profusamente y con cautela volví a colocar la foto en su lugar. Entonces decidí negar mis malos pensamientos pensando en cosas buenas. Encendiendo Radio Sai, comencé a cantar bhajans y justo cuando estaba pensando, ‘Mira, Swami, estoy haciendo algo que te gusta ahora’, la flor que guardaba la foto de otro Swami sobre la mesa de estudio cayó al suelo. ¿Qué más tenía que entender que Él estaba al tanto de cada pensamiento que estaba pasando por mi mente? ¡Y de una manera asombrosa Él eligió enseñar esa lección!
Nuestra vida es Su responsabilidad
Fue una secuencia milagrosa de eventos similar lo que me llevó a unirme a la universidad en la que estoy hoy.
La alarma sonó fuerte y clara varias veces, pero se detuvo cuando presioné el botón y me acurruque en mis sábanas en la mañana del 18 de abril de 2015. Volví a dormir y fue entonces cuando tuve mi primer sueño con Swami. Viajaba en un autobús junto a Él y otras alumnas. Recuerdo que llevaba un salwar kameez blanco con un pantalón de color grisáceo y estaba sentada en la parte trasera mientras Swami estaba sentado en el asiento delantero. Swami hizo una pregunta numérica. Calculé rápidamente la respuesta, dándome cuenta de que la pregunta era un poco complicada, aunque parecía ser simple. Todos menos yo dijeron en una voz «Dieciséis». Swami negó con la cabeza y dijo «No». Luego levanté mi mano y dije «Dieciocho». «Correcto» dijo y me pidió que me acercara a Él. Luego, con mucho cariño, me concedió Padnamaskar (tocar Sus Divinos Pies) y con eso el sueño terminó.
Cuando me desperté por la mañana, eufórica como estaba porque Swami había aparecido en mi sueño, realmente no podía entender los eventos en el sueño. Los días pasaban y pronto el gobierno declaró que los resultados de los exámenes de la 2a PU (preuniversitario) se anunciarían el 16 de mayo de 2015. Al estar absorta en pensamientos de ansiedad sobre mis resultados y los preparativos para los próximos exámenes, me había olvidado más o menos del sueño. El 16 de mayo de 2015 amaneció y con temor en mi corazón, leí el periódico para buscar los resultados solo para darme cuenta de que había sido pospuesto para el 18 de mayo. Así que fue el 18 de mayo cuando finalmente recibí los resultados y vi que tenía una distinción. Fue sólo entonces que recordé el sueño de que 16 era la respuesta incorrecta y 18 la correcta y me di cuenta de que Swami siempre había sabido sobre esto y me había bendecido de antemano. Hubo muchas discrepancias en las correcciones del documento de respuesta de ese año y supe que si obtuve buenas notas, sólo fue por la gracia de mi madre Sai. Pero los eventos no terminaron allí. Cuando vine por primera vez a Muddenahalli, llegué a saber que Swami continuaba Su misión en el cuerpo sutil leyendo en Internet, aunque no un informe muy positivo. Pero luego recordé que cuando tuve la oportunidad de cantar bhajans en Muddenahalli junto con nuestro grupo de música en 2012, me sentí muy feliz y pude experimentar la presencia de Swami allí, aunque en ese momento no sabía nada del fenómeno del cuerpo sutil. Nos trataron con tanto amor. Entonces, cuando un pariente mío después de una sesión de satsang en Muddenahalli confesó que estaba seguro de que definitivamente era Swami, no tuve ninguna duda de que era nuestro amado Bhagavan y corrí a Muddenahalli para experimentarlo en la forma sutil. Reflexionando hacia atrás, me doy cuenta de que fue solo por la gracia de Swami y Su voluntad que pude seguir mi corazón y experimentar Su presencia tan fácilmente. Después de los resultados, me atrapó un dilema sobre si debería ingresar a ingeniería o algun curso dental. Esperaba buscar el consejo de Swami sobre esto. Pero cuando llegué a Muddenahalli esa semana tampoco tuve la oportunidad de hablar con Él ni Él me habló. Sin embargo, Swami me miró y el único pensamiento en mi mente fue, ‘¿Ingeniería o dental? ¿Ingeniería o dental?’ Sin respuesta proveniente de Swami, decidí resignarme a mi destino y me fui a casa bastante abatida. Esa noche Swami vino en mi sueño y cuando aproveché la oportunidad para preguntarle qué rumbo debía seguir, Swami dijo muy claramente dos veces, «Ingeniería, ingeniería». Me desperté con una sacudida, feliz por el giro de los acontecimientos y corrí a comunicarle las buenas nuevas a mi madre. Ella también estaba muy feliz y pronto me inscribi en una buena universidad de ingeniería. Después de unirme a la universidad, se anunció que los estudiantes de primer año obtendrían uniformes ese año. Cuando estaba recibiendo el uniforme, me dio escalofríos cuando me di cuenta de que era el mismo salwar kameez que había usado en mi primer sueño con Swami. El Señor había elegido una universidad para mí meses antes de que mis resultados llegaran. Ahora realizo que la universidad que Swami ha elegido es perfecta para mí de todas las maneras posibles y cualquier otra universidad, si hubiera sido elegida, no hubiera sido tan conveniente. Las decisiones de Dios siempre son las mejores. Sólo espero que Swami me dé la fuerza para comprender que todo lo que sucede en mi vida es Su voluntad para mí y, por lo tanto, siempre es lo mejor.
Sairam,
Deepika K
Fuente: Sai Vrinda