La Ascención del Hombre a Dios – El relato de un testigo
Por Sumeet Tappoo
“He abierto la jaula. Déjalo volar libremente. Libre de todo cautiverio y apego al mundo. Quiero crear un ejemplo para toda la humanidad para que el Hombre se convierta en Dios y lo he elegido para ser ese ejemple para que todos lo puedan seguir algún día” dijo Bhagawan Sri Sathya SaiBaba el jueves 18 de julio a las 11.30 a.m. aproximadamente en Su habitación en el Prem Deep en Muddenahalli.
Unos minutos antes de Su respuesta, me desmoroné y Le lloré con todo mi corazón y alma. Estas fueron lágrimas de dolor y tristeza porque Él se había “llevado” a mi hermano Madhusudan o “Bhai” como solía llamarlo.
Para ser sincero, sabía que este día llegaría. Me lo dijo Swami. Incluso discutí esto con mi Bhai. Pero como la muerte, cuando se lleva a un ser querido, trae tristeza, impresión, dolor, incredulidad y un sentido de vacío dado que no hay un remplazo para ese espacio que existe en el campo físico.
Sin embargo, acompañado de mi llanto había un sentido de gratitud hacia el señor por darme a mí y al mundo, un Guru, guía y mentor.
Ahhhh… ¡la agonía y el éxtasis del Guru Poornima de 2019!
Mi viaje ha sido uno que causa perplejidad e incredulidad. Es como una película de Hollywood y Bollywood todo en uno. Algunos lo creen y otros no. Pero desde mi infancia, el campo de la súper conciencia del universo ha representado una parte profundamente arraigada en mi existencia de la conciencia.
Bhagawan Sri Sathya Sai Baba ha sido una parte de mi vida desde mi nacimiento gracias a mis padres, abuelos y mi tía (la segunda hermana mayor de mi padre) que fueron capaces de darse de que Él es Dios a pesar de que vivían a miles de millas de distancia de la India, en una pequeña isla paradisiaca en el Pacifico sur, Fiyi.
Algún día cuando escriba un libro, describiré todo, hoy no es el momento para eso.
Mi viaje con Bhagawan Baba se aceleró desde 1997 en la víspera de la histórica Conferencia Mundial para la Juventud que se llevó a cabo en Prashanti Nilayam, Puttaparthi. Muchos días se llenaron con crecimiento en el mundo y mis noches se pasaron y envolvieron con alegría y dicha de estar con Dios. El mundo puede denominar este estado como un sueño. Estaba lejos de esto. Era una realidad en un plano diferente. Aquellos “sueños” abarcarían las discusiones más mundanas de la vida diaria hasta el conocimiento más profundo de Dios, la divinidad y el universo, enseñanzas de todos los textos sagrados de todas las religiones.
El sueño en 1999 sobre Muddenahali es uno que sobresale muy vívidamente y muy relevante a la misión de hoy. Hace veinte años Él me mostró el ashram de Muddenahali, que hoy se encuentra a un 60% de lo que Él me mostró. Él dijo: “Pasaré los últimos años de mi Avatareidad en este Ashram”.
Estos sueños eran revelaciones y también un vistazo del futuro. Antes de que un evento se llevara a cabo en cualquier lugar del mundo, Yo me enteraría de eso. Antes de que cualquier inauguración de algún edificio en Puttaparthi o de algún evento sobre Él, Swami mismo me lo diría.
En 2005 Él había anunciado en el pórtico de Prashanti Nilayam que Él se embarcaría en un “Tour Mundial”. Después de Su discurso Le había orado muy emocionadamente que viniera a Fiyi. Unos días después, un sueño reveló Su viaje desde Bangalore a Fiyi via Singapur y Australia con la misma comitiva que lo acompañó en Su visita inaugural a Fiyi 2015, Swami, Sri Madhusudan, Sri Narasimha Murthy, Sri C Sreenivas, Sr. Isaac Tigrett, el Hermano Kumar, el Hermano Manjrekar y la Hermana Bhuvana. No sabía nada de Sri Madhusudan, el Hermano Manjrekar o la Hermana Bhuvana. Pero esta fue mi primera presentación para Bhai. La siguiente fue en el Prem Deep en Muddenajali, el 27 de abril de 2015, lo que se convirtió un cambio monumental en mi vida y las vidas de mi familia.
Cuando Dios elige un devoto y el devoto le devuelve ese amor en forma de entrega, entonces Dios se encarga. Eso es lo que me sucedió. Dos meses después de mi primer encuentro con Bhagawan Sri Sathya Sai Baba en Su forma sutil en Muddenahali, fui parte de su comitiva a los Estados Unidos de América. Fue un viaje verdaderamente fenomenal pero sobre todo porque me volví más cercano a mi Bhai.
Cuidadosamente lo observé durante esos primeros días. Él era muy simple y con una personalidad humilde. Muy tímido, para ser honesto, casi un introvertido que sería tímido para hablar a las personas o mostrar abiertamente alguna emoción significante, mucho menos un gesto físico en la forma de dar la mano o un abrazo. Sin embargo, ese comportamiento cambiaría drásticamente durante el “Darshan” en los que sería muy dominante, audaz, majestuoso y amoroso; muy parecido a Su maestro, Bhagawan Sri Sathya Sai Baba.
En los meses que transcurrieron, mi vínculo con Bahi creció. Fui parte de la comitiva de Swami en varios viajes internaciones a diferentes países alrededor de los continentes del mundo. Pasar tiempo con él se volvió habitual y algo que deseaba mucho. Había encontrado a mi “hermano de otra madre”. Teníamos intereses similares. Por ejemple, compartíamos el mismo amor por la pizza y la cocina italiana y mexicana, y por supuesto, los pasteles y la repostería. La única diferencia entre nosotros es que él era muy disciplinado y yo, por lo contrario, no lo era. ¡Esta pasión trajo mucha alegría a mi Bhai y yo!
Compartíamos la misma pasión por la música. No muchos lo sabían pero Bhai es un cantante y músico fabuloso. Había viajes y momentos de nuestros viajes con Swami en lugares como Grecia, Estados Unidos de América, Canadá, Alemania, Singapur, Argentina, Brasil, Reino Unido y Fiyi en los que Él tenía una guitarra en Su mano y cantaba. Su habilidad para cantar me sorprendió, tono perfecto con hermosas habilidades. Tiene una voz suave y hermosa. Había aprendido música en su infancia y tenía un gran gusto para la música. Había momentos en los que tenía la oportunidad de darle algunas notas de Raagas clásicos de la India. Estaba sorprendido de lo rápido que los aprendería, era extraordinario. Nuestras discusiones de ciertas canciones devocionales, que yo cantaba, alcanzaron tal profundidad que frecuentemente me enseñaría el significado interno de lo que estaba cantando. Discutíamos y analizábamos la profundidad y el significado interno de esas canciones. Una de las canciones que se volvió constante en todos los viajes era “Main Mangal Deep Jalaun” que habla de la devoción de Radha por Krishna. Con frecuencia, él me describía las visiones que disfrutaba mientras yo cantaba para Swami. Describía la forma en que veía el amor Divino entre Krishna y Radha. Sus descripciones de las visiones eran extraordinarias. Uno simplemente no las podía entender. Con la ayuda de sus narraciones y descripciones, solíamos perdernos hablando sobre ese amor Divino. Una vez me dijo eso durante Darshan, cuando cantaba esta canción, él fue afortunado de experimentar ese amor de Radha para Krishna y él dijo: “ese estado de amor y existencia es todo lo que quiero. No hay nada más importante. El estado final del ser”. El solía cantar “Sagar Tumse Paani Leta” que es una canción hermosa que hace un intento humilde de describir al Señor. El disfrutaba cantarla a fondo y la cantaba muy bien. Habíamos discutido el significado y la profundidad de esta canción también en incalculable cantidad de ocasiones. ¡Él me enseño muchísimo!
Compartíamos la misma pasión por el arte, pero la diferencia era que él tiene habilidades artísticas como pintor y yo tenía la habilidad de apreciar pero no pintar o dibujar como él, su habilidad era extraordinaria. Los dos teníamos el sueño de que un día los dos nos pararíamos al lado de una pintura de Van Gogh y esto fue cumplido en un viaje reciente.
Nuestros desafíos en la vida que también similares. Nuestros problemas de salud eran casi iguales y las experiencias de vida también eran muy parecidas. Swami me dijo en un sueño en 2016 “ustedes tienen vidas paralelas”.
Pero una cosa era diferente entre nosotros: Bhai era un maestro ascendido, Divino, y yo estaba lejos de eso. En mi mente, no había dudas sobre eso. Durante Darshan, por supuesto, él era el vehículo de Bhagawan. Entonces todo sobre él era Divino. Tenía que ser, dado que él representaba a Dios. Pero “sin Swami”, si puedo decir, él era más que una personalidad extraordinaria. Su proceso de pensamiento era muy diferente. Había tal perfección en todo lo que hacía; había tal compasión en él. Había un fuego en él que había asumido no del mundo, sino de Dios, para hacer el bien y hacer feliz a Swami al marcar la diferencia en este mundo. Su visión no era ordinaria. Su forma de pensar no era la de un simple mortal, sino la de un maestro ascendido. En los días y meses que transcurrieron, disminuyó el espacio entre el proceso de pensamiento de un ser humano mortal y el de un ser Divino.
En 2016, Swami me dio un sueño. Una vez más, recuerdo esto tan vívidamente que no parece un sueño sino una experiencia de la realidad. Estábamos en la cima del Himalaya en una cabaña de madera que tenía un espacio para el living muy grande, que se convirtió en un salón de Darshan. Había media docena de habitaciones. El color de la madera era un tono medio de la caoba. Había un techo alto con vigas de madera que se ubicaban de forma entrecruzada y alcanzaban el punto más alto en el aire. El aire era fino y había una condensación en cada respiración que exhalábamos. Parecía como si estuviéramos allí por una cantidad de días. Entre una pequeña multitud de devotos, Bhagawan se sentó en Su silla una noche y le pidió a Bhai que se sentara ante Él y cantare mientras yo tocaba el Armonio. El Hermano Hanumant tocaba las Tablas, la hermana Bhuvana tocaba el Taalam y el Hermano Dimitris tocaba la Guitarra. Después de la canción de Bhai, Swami me pidió que cantara y que Bhai tocara el Armonio. Al final del sueño, Él materializó anillos para nosotros y luego llamó a Bhai, a mí y a la Hermana Bhuvana para una entrevista. Nos sentamos en frente de Swami. Bhai se sentó en el medio, yo estaba su izquierda y la Hermana Bhuvana estaba a su derecha. Swami me dijo “ustedes dos han sido hermanos y han trabajado juntos para Mi para muchas de mis misiones Avatáricas. Es por eso que están aquí juntos y trabajando para Mí”. Señalando a Bhuvana Él dijo: “Tú también trabajaste para Mí y para muchas misiones y por eso estás aquí. Muchos momentos en la historia del tiempo ustedes tres han estado juntos. Pero ahora, la misión necesita expandirse y he elegido a Madhusudan para encabezar esta misión con el objetivo de preparar al mundo para Prema Sai. La misión de Prema Sai en la Tierra no es como la Mía o la del hombre viejo (refiriéndose a Shirdi Baba), es muy corta. No tengo un cuerpo en el mundo físico. Me fundiré en Madhusudan y Madhusudan se fundirá en Mí. Ustedes dos (refiriéndose a la Hermana Bhuvana y a mí) necesitan despeñar una función crucial en los tiempos por venir. Les puedo asegurar, ninguno de ustedes tendrá horas de sueño en los años por venir. Duerman todo lo que quieran ahora”.
Bhai, la Hermana Bhuvana y yo hablábamos de este sueño muchas veces. Solíamos bromear, reírnos y decir: “olvídense de dormir en los próximos años, ¡ya estamos privados del sueño ahora!”.
Desde 2016 hasta agosto de 2018, Swami me otorgó muchos sueños en los que Bhai y yo estábamos con Swami y llevábamos a cabo instrucciones a Su pedido. Pero lentamente, y con cuidado, a medida que Swami transformaba a Bhai y lo ascendía a los planos más elevados, Él se aparecía en mis sueños. Shivartri de 2017 fue un ejemplo clásico. Antes del “Lngobhavam” monumental, Swami me mostró la visión en la que Él entraba en el cuerpo de Bhai y el Lingam se había manifestado. Esto es exactamente lo que sucedió en la mañana divina en febrero de 2017 en el Salón Premamrutham, Muddenahali. La manifestación del Lingam fue un espectáculo de ver y yo fui muy afortunado de haber tenido la bendición de recibir el Hiranyagarbha Atma Lingam. Este Lingam se encuentra en su lugar de reposo en el hogar de mis padres en Fiyi a pedido Divino de Swami.
Los sueños hasta julio de 2018 exhibían claramente dos identidades, Bhai y Swami. Pero para agosto de 2018, solo había uno. Era algo bastante único para mí porque en los Darshan en estado físico en Muddenahalli o cualquier lugar que viajábamos con Sawmi, ya no veía a Bhai sino solo a Swami. Pero en el estado de sueño, estaba solo Bhai.
En septiembre de 2018, fui parte de la comitiva que acompañó a Sami a Brasil y Argentina. El día antes de nuestra partida desde Argentina a India, Swami llamó al Dr. David Cornsweet, la Sra. Jennie Cornsweet, la Hermana Bhuvana y a mí para una entrevista. Swami me había dicho en Brasil que “hablaremos en Argentina” cuando oré por Su guía para un proyecto importante.
Entonces los cuatro de nosotros esperamos adentro en una gran habitación que ha sido creada para Prema Sai. Mientras Swami entraba, comenzó a hablar sobre el concepto del tiempo, no desde una perspectiva humana sino desde un punto de vista de Dios. Bhai es un ser humano extraordinario sumamente inteligente con el más puro de los corazones, pero uno no puede entender o formar este concepto del tiempo en la forma que estaba siendo comunicado. Era humanamente imposible declarar todo lo que Él dijo. Era solo posible por Dios. Nosotros cuatro mortales adentro de la sala de entrevistas estábamos atemorizados por el contenido de la charla que estábamos recibiendo. Era simplemente fascinante. Hizo todo esto parado al lado de la puerta de la habitación. Su comportamiento era totalmente divino. Swami, en el cuerpo de Bhai, lentamente caminó y se sentó en Su silla y yo me senté directamente en frente de Él. Hizo una declaración al Dr. Cornsweet sobre mí y el proyecto por el cual Le había orado. Necesitaba guía y dirección de Swami. Mientras pausó para entregarlo, en un flash, todo lo que podía ver sentado en el lugar de Bhai era a Swami, en una túnica blanca. No era solo una visión. Era Bhagawan Sri Sathya Sai Baba en carne y hueso, hablándome. No hay palabras que puedan describir la belleza de esta visión, entonces permítanme que ni siquiera lo intente. Si quieren visualizar lo que vi, entonces cierren sus ojos y visualicen la forma más hermosa, inigualable e irremplazable de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba durante esos gloriosos Darshans en Prashanti Nilayam.
De todas formas, volviendo a la historia… entonces, ¿cuál fue mi reacción a esta visión? Bueno, ¡estoy en doble aprieto! Soy un artista como también un devoto de Dios. Entonces pongan esos dos aspectos juntos y obtienen un montón de lágrimas y emociones (y la necesidad de pañuelos). Lloré durante los treinta minutos de entrevista y los momentos con Dios fueron absolutamente bienaventurados.
Esa tarde, Bhai, el Hermano Vinod y yo nos sentamos para tomar una taza de té caliente y admirar el hermoso, sereno y divino Ashram de Argentina. Entonces, Bhai curiosamente preguntó “¿qué te hizo sentir tan emocionado durante la entrevista? Swami sólo discutió sobre trabajo contigo, entonces ¿qué había de emotivo en eso? Le dije lo que vi. El me sonrío y muy casualmente dijo: “Eso es genial”. (Él ve a Swami las 24 horas del día los 7 días de la semana, entonces no era tan importante para él).
Pero lo que yo no sabía era que, al mismo tiempo, Swami también lo estaba preparando para la siguiente fase que Bhai describe en su charla “Tatva Sameeksha” el 10 de diciembre de 2018. Deben leerla o escucharla. Es muy inspiradora.
Esta visión en Argentina no fue ordinaria. Era extraordinaria porque me había preparado para lo que estaba por venir. Había mencionado casualmente a mi esposa Krupali y a mis padres sobre mi visión en Argentina, pero se la conté a mi hija Saisha con gran detalle. Sentí que su amor por su padre la detendría de pensar que se había vuelto loco.
Swami me había pedido que cantara durante el concierto del Cumpleaños en noviembre de 2018.Entonces, por muchos días, discutí el concierto y las canciones con Bhai e incluso le presentó mis plegarias a Swami que me asistió enormemente en el planeamiento y la estructura de mi concierto de acuerdo con lo que Dios quería escuchar. Una cosa que no discutí con Bhai era sobre mi charla antes del concierto. Siempre que realizo una presentación, Swami me pide que hable también. Entonces, durante una plegaria matutina a principios de noviembre, Le pedí a Swami que me guíe y me ayude a preparar el concierto como también mi charla durante éste y anclar los Satsanghs divinos para las celebraciones de Cumpleaños junto con la Hermana Bhuvana.
A mediados de noviembre, Swami me otorgó un sueño en el que lo veía sentado en Su silla adentro de la sala de entrevistas y sentado al lado de Su silla estaba Bhai. Swami me habló y me dio instrucciones para preparar el Darshan. Salí del salón de entrevistas y junto con los Hermanos Manjrekar, Vinod y Pavan, hicimos las preparaciones para un Darshan para cien mil personas que estaban esperando ver a Swami. (Un día escribiré sobre estos tres increíbles y dedicados sirviente de Bhagawan: Manjrekar, Vinod y Pavan, ellos son modelos ejemplares para los jóvenes del mundo).
Después de finalizar las preparaciones, entré a la sala de entrevistas para informarle a Swami que se habían hecho todos los arreglos y todos estaban listos para Su Darshan. Luego, Bhai entró primero y siguió hacia la puerta principal que se abrió para el Darshan. Atrás de él, lo seguía Bhagawan Baba. Justo antes de que se abriera la puerta, Bhagawan Baba entró en el cuerpo de Bhai y mientras Él salía, el Darshan comenzó. No había dos. Sólo uno. El cuerpo de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba había desaparecido y se había fundido en el Hermano Madhusudan. Tuve el placer de caminar atrás de Swami y también la fortuna de ser testigo miles de rostros que se iluminaban, llenos de alegría y bienaventuranza, en este Darshan Divino. Después del Darshan, seguí a Swami hacia adentro de lo que parecía Su residencia. Las puertas se cerraron. Swami se dio vuelta y dijo “en esta misión, las manos de Madhusudan son ahora mis manos. Son las mismas”. Agitó Su mano y creó un anillo y me lo dio. Luego, dijo: “el agua puede asumir la forma de todo recipiente que le vierten. De esa misma forma, Dios puede asumir cualquier forma que desee, humana o animal, para realizar una tarea. He venido como pez, tortuga, jabalí, león, duende, guerrero, Rey y por supuesto como hombre. Para esta misión, he decidido utilizar a Madhusudan, para preparar al mundo para Prema Sai”. Justo cuando dijo eso, se salió del cuerpo de Bhai y fue hacia la sala de entrevistas. El sueño finalizó.
Le mandé un mensaje a Bhai esa mañana y brevemente Le transmitió mi sueño poniendo la atención en la parte que Swami entraba y salía de su cuerpo. El respondió y dijo “eso es exactamente lo que sucede ahora durante el Darshan”. Escribí una respuesta que decía “ahora sé lo que voy a decir antes de mi concierto”.
En los primeros años de esta misión actual, Bhai veía y oía a Swami fuera de sí mismo, y básicamente hacía todo lo que Swami hacía en Su forma sutil, y decía todo lo que Swami decía. A medida que pasaba el tiempo, eso se fue transformando en una fusión, en la que Swami usaba el cuerpo de Bhai durante el Darshan. A muchos, esto podría parecerles imposible. Pero para aquellos que lo experimentaron, era claramente evidente. Tuve el honor de caminar detrás de Swami en muchos Dharshans. Les diré que es físicamente imposible para un ser humano hacer lo que estaba sucediendo. Cada paso, durante el Darshan, era el llanto de un devoto, un anhelo, una pregunta, una afirmación; lo que llevaría tiempo a una mente normal para comprender lo que se decía, menos aun responder. Las respuestas eran instantáneas, abarcando desde temas muy diversos, como cáncer, problemas de salud, el matrimonio de un hijo o una hija, en qué carrera o curso necesita embarcarse una persona, hasta cuestiones profundamente espirituales relativas a plegarias y mantras, una revelación acerca del pasado o una prevención para el futuro. Todo, con diferencia de segundos entre una cosa y la siguiente.
Después del Darshan, si yo tenía posibilidad de hablar con Bhai, él me decía que no recordaba mucho, y que no tenía control sobre sus manos y piernas, ni sobre sus ojos o boca. Estaba en modo de piloto automático, sin saber adónde ir, qué hacer, qué decir, ni a quien mirar. Todo simplemente ocurría.
Si uno tiene alguna duda, simplemente escuche un Divino Discurso. He visto hablar a muchos maestros espirituales. Pero los discursos de Bhagavan, tanto en Puttaparthi, en Su forma física, como en Su forma sutil, en Muddenahalli, son únicos. ¡Hay tanta claridad, tal profundidad y pureza de expresión divina!
El 20 de noviembre de 2018, junto con un equipo de 23 músicos, ejecuté un concierto sinfónico para Swami. Una vez más, fue un momento divino en mi vida, y otra experiencia que tiene una larga historia (que no relataré ahora). Solo diré que fue, tal vez, uno de los momentos más emotivos, cuando Swami tomó a mi padre de la mano, desde la audiencia, subió al escenario y se tomó fotografías sosteniéndonos a ambos de las manos. Luego materializó para mí un pendiente de Shiva-Parvati unido a una gruesa cadena. Una verdadera creación divina.
Antes de que yo comenzara con la primera canción, anuncié públicamente lo que estaba viendo en el Dharshan: no el cuerpo del Hermano Madhusudan, sino el de Swami, o más precisamente, para el incrédulo, ¡el de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba! No sé por qué, pero sentí la necesidad de decir esto. Por una parte, yo ni siquiera deseaba relatar abiertamente mis experiencias a mis familiares, pero sin embargo terminaba de hacer un anuncio público ante miles de personas, más la multitud que observaba en vivo a través de la transmisión por internet.
En la tarde del 23 de noviembre, después del amoroso discurso de Swami, Él se dirigió al trasfondo del escenario para un descanso de quince minutos, dando lugar a la preparación del programa musical. Junto a la hermana Deepika, yo actuaba como maestro de ceremonias, y ambos estábamos dispuestos para ser anunciadores en la parte musical del programa vespertino, cuando de repente el Hermano Manjrekar corrió hacia mí y dijo: «Swami te llama». Dejé mis notas cerca del atril y me apresuré hacia el cuarto de entrevistas detrás del salón Sri Sathya Sai Premamrutham.
No tenía idea de lo que estaba a punto de ocurrir.
Cuando abrí la puerta, ¡Swami estaba allí, de pie! No pude ver a Bhai. Me apresuré a apoyar la cabeza sobre Sus divinos pies de loto, sobrecogido de emoción. Cuando me incorporé de mi profunda reverencia ante Él, comenzó a hablar. Fue impresionante. El hermoso rostro de Bhagavan Baba, vibrante y radiante. A su alrededor, una gran melena de hermoso y espeso cabello. Me habló en hindi, en Su «típico hindi», tal como hablaba durante los días de Su forma física (muy bonito y hermoso). Honestamente, no recuerdo mucho de lo que dijo, porque la energía y la experiencia fueron simplemente de otro mundo. Él comenzó la conversación diciendo «¿De qué vas a hablar?» (refiriéndose a mi actuación como maestro de ceremonias). Enjugando mis lágrimas, dije: «Swami, actuarán los devotos de Singapur , y después Aman y Ayan Ali Khan van a interpretar para Ti un concierto instrumental de Sarod».
Él dijo: «No, no hables de eso. Te he escogido para algo muy grande. Hoy te estoy dando una tarea muy grande. Podría haber escogido a cualquiera para esto, pero te he escogido a ti después de una consideración muy cuidadosa. He estado pensando durante cierto tiempo quién podría hacer esta tarea, pero te he escogido a ti. Ve y habla. Primero tienes que hablar acerca de tus experiencias en Argentina, que viste a Swami. Debes decirles que Swami ha confirmado que todo lo que estás viendo es verdad. Después, diles que usaré el cuerpo de Madhusudan durante los próximos diez años, para llevar a cabo esta misión. Diles a los devotos que Madhusudan y Swami son uno y el mismo, y que no hay diferencia alguna. Diles a todos que así como el agua asume la forma de cualquier recipiente, también Dios puede asumir la forma que desee. He elegido hacerlo a través de Madhusudan, aquí en Muddenahallli. ¡Ve y diles a todos que Swami permanecerá en el cuerpo de él durante diez años más!».
Después dijo algo muy profundo: «maine Madhusudan ko Guru ka sthaan diya hai» (He entregado el asiento del Gurú a Madhusudan). «Te estoy dando el privilegio de hacer esta declaración avatárica. Ahora ve y hazla. Mira, toma Namaskar. Estos no son los pies de Madhusudan. Son los pies de Sai.» Feliz, yo me incliné ante Él y dejando mis lágrimas sobre Sus pies, me rehice y me arrodillé ante Él.
Entonces me di cuenta. Yo tenía que ir a decir todo lo que Él había dicho, y más, y hacer tan grande anuncio. ¡Dios mío! Nerviosamente, pregunté a Swami: «Swami, ¿tengo que decir esto en hindi o en inglés?». Él hizo una pausa y dijo: «Habla en inglés». Entonces pregunté: «Swami, digo esto antes o después de que Tú salgas al escenario?». Él dijo: «Yo saldré al escenario, y las cortinas se abrirán; entonces te diré que hables, y luego me sentaré en Mi silla. Ahora ve y apróntate. Yo iré enseguida».
Me precipité afuera, y créanme, esta experiencia fue tan abrumadora que yo recordaba muy poco. Casi regreso a Su cuarto para decirle «por favor, ¿puedes repetírmelo?». Después entré en razón y me dije que sería tonto hacer semejante cosa. De modo que caminé hacia el atril y miré hacia el público, y recé en silencio: «Swami, dime Tú lo que quieras que diga».
Entonces Swami subió al escenario, y después de cierto tiempo me miró e indicó que hablara. Hasta el día de hoy no recuerdo muy bien lo que dije. Sólo recuerdo que veía un salón lleno de devotos felices, hermosos, amantes de Dios, temerosos del pecado, lacrimosos y asombrados, que aplaudían alegremente mientras yo comunicaba lo que Él quería que comunicara.
Swami, dentro del cuerpo de Bhai, estaba sentado en el trono de Swami. El resto es historia.
Esto fue una pequeña dosis de realidad, que Swami decidió dar a todos los devotos, preparándonos y preparando a Bhai para Guru Poornima 2019.
Entre noviembre de 2018 y julio de 2019, Bhai y yo pasamos tiempo juntos en Singapur, Fiyi, Kodaikanal, Estados Unidos y Argentina. Esos momentos quedarán grabados para siempre en mi memoria. A pesar de que él se transformaba en un Maestro ascendido y crecía en divinidad, su simplicidad aún me asombraba. Él quería lavar sus propios platos, y así lo hizo en nuestra casa en Fiyi, a principios de este año. Interactuaba con mis padres como un hijo, como un hermano con mi esposa Krupali, y como un glorioso tío divertido con mis hijas Saisha y Meera. Corría jugando a las escondidas con la bebé Meera, arrojándola a lo alto y atrápándola en el aire. Con ellas se convertía en un niño, y ellas se apegaron mucho a él. Saisha lo llama «mi tío favorito Madhu». Comparten un vínculo muy especial, e incluso se escriben mutuamente a menudo. Él le envió una tarjeta desde Nueva York, firmándola como «Tu tío favorito Madhu».
Recordando aquellos tiempos, puedo decirles que a pesar de experimentar tales alturas de bienaventuranza, a pesar de estar en la avanzada de la misión, a pesar de ser adorado por miles de personas, había un aura de simplicidad y humildad rodeando a su ser. Transportaba las maletas de los mayores en la comitiva de Swami durante los viajes internacionales. Ayudaba a todos con las maletas, en la cinta transportadora de los aeropuertos. Aún recuerdo que en Fiyi, cuando algunos devotos, que ya no están más en la misión, no cumplieron su tarea de limpiar la sala después de un evento, Bhai me dijo «vayamos a limpiar, lo hacemos rápido y regresamos a casa». ¡Esto justo después de regresar del Darshan! Realmente tuve que convencerlo, para disuadirlo de ir. Así era su humildad. Un auténtico servidor del Señor. Una vez, Swami me dijo «quiero que llegues a ser como Madhusudan. Le he dicho que para estar en esta misión no tiene que tener vergüenza ni miedo. Tú también tienes que ser así». Él era un ejemplo de esto.
Sin importar lo que tuviera que soportar, Bhai era siempre positivo. ¿Piensan ustedes que estos viajes son fáciles? Créanme, tienen un grave efecto sobre el cuerpo. Cambiar de husos horarios, no saber si es de día o de noche, largas horas de viaje, tener que estar constantemente fresco, y sobre todo, no decepcionar a nadie. Él siempre pensaba en los demás. Lo he visto soportar dificultades. Lo he visto recibiendo críticas de tontos e ignorantes. Sin embargo, siempre permaneció ecuánime. Cuando todo era bueno y agradable, ellos le adjudicaban el mérito a Swami. Cuando las cosas se ponían feas por culpa de ellos, era «culpa de Madhusudan». Pero él nunca vacilaba. Absorbiéndolo todo como una esponja, y sin embargo irradiando solo amor y positividad, llevaba una vida de increíble Dharma. No he visto otra persona así en toda mi vida.
La verdad es que en todos aquellos momentos él estaba siempre conectado con Swami. A menudo, durante los viajes en avión, lo veía sentado y mirando por la ventanilla, o en el asiento trasero de un coche, durante momentos «no Darshan», cuando él era solo Bhai, moviendo la mano en círculos, como Swami, y escribiendo en el aire. Incluso sus conversaciones eran profundas. Cuando había momentos en que se requería una respuesta urgente, él simplemente cerraba los ojos y decía: «Swami ha dicho …» y daba la respuesta.
Nunca rezaba por sí mismo; sin importar qué le estuviera ocurriendo, nunca fue al cuarto de Swami a pedir para sí. La hermana Bhuvana, en su charla después de Guru Poornima, habló de su experiencia en Croacia. Yo también tuve una experiencia similar. Una vez ocurrió, en uno de nuestros viajes, que él tuvo «codo de tenista» y no podía mover el brazo izquierdo. La hermana Bhuvana y yo estábamos muy preocupados por él y lo instamos a que hablara con Swami, pero él se negó a hacerlo. Simplemente lo descartó diciendo que no quería molestar a Swami. La hermana Bhuvana y yo tuvimos que rogar a Swami que lo curara (lo cual, dicho sea de paso, hizo milagrosamente en dos días). Pero Bhai no lo pidió.
Sin embargo, interiormente Bhai se estaba sintiendo fatigado de esta dualidad. Entrar y salir de la bienaventuranza era cansador y agotador. En especial, yo presentía que él quería permanecer en aquella esfera de conciencia suprema, en lugar de quedar atado a las cadenas del Kaliyuga. Sentí esto en Fiyi. A finales del viaje a Fiyi, en abril, le mencioné esto. Su respuesta fue inmediata: «Haré lo que Swami quiera. Si Él quiere que mañana me vaya al campo a vivir en algún oscuro pueblo, viviendo en la naturaleza, iré alegremente».
¡Eso es lo que se llama «Saranagati», la entrega absoluta!
Swami me dijo recientemente, en una entrevista: «Hay dos cosas que la mente del hombre no puede comprender. La primera es que Dios descienda como hombre. La segunda es que el hombre ascienda hasta ser Dios. Eres afortunado, porque verás las dos».
Hace unos meses, Swami me dio un sueño acerca de Guru Poornima 2019, en el cual me dijo que este era el comienzo de una nueva fase de la misión, y el ascenso de Madhusudan como Gurú. Me mostró los próximos diez años de Bhai. Él va a tener dos roles muy críticos. Primero, mostrarnos el camino de la Ascensión de Manava a Madhava (Hombre a Dios), y segundo, ir preparando a Prema Sai, que llega a Muddenahalli como un niño. Con respecto a esta preparación, Swami no podía efectuarla a través de un mero mortal. Necesitaba a un Maestro ascendido, un ser divino, para que emprenda la tarea. Así como el sabio Vishwamitra fue el gurú de Bhagavan Sri Rama y sus tres hermanos, Bharata, Lakshmana y Shatrugna, para darles las enseñanzas del Divya Shastra y los Vedas, así será Bhai para Bhagavan Sri Prema Sai Baba.
En Argentina, le dije un adiós lleno de lágrimas, porque yo sabía lo que vendría. Mi último viaje con él como mi Bhai. Le escribí una sentida nota: «Prométeme que nunca me abandonarás». Lloré sobre sus hombros cuando nos abrazamos antes de mi partida de Buenos Aires. Él también estaba emocionado, y dijo «No llores». Los mensajes continuaron, desde entonces hasta mi llegada a Muddenahalli para Guru Poornima. Yo temía lo peor, y no quería aceptar lo que se aproximaba. Aunque Swami me lo había advertido, yo aún esperaba que la identidad de Bhai siguiera existiendo.
En la mañana de Guru Poornima, la transición fue completa.
Después del discurso de Guru Poornima, Él me llamó para que me sentara sobre el escenario. Pensé que era para el Arathi. Mientras hacía el Arathi, me di cuenta de que no me había llamado para el Arathi, sino que quería mi ayuda. De modo que entregué el Arathi al hermano Dimitris, y me acerqué a Swami. Él dijo: «No siento el lado izquierdo de mi cuerpo. Estoy parcialmente paralizado. Quiero que me ayudes». Yo dije: «Sí, Swami. ¿Quieres que cierre las cortinas y te lleve lentamente hasta tu cuarto?». Él dijo: «No, no quiero que la gente se preocupe, ni hacer una escena. Levántame como lo hiciste en Parthi hace muchos años». Yo dije: «Sí, Swami, no te preocupes». Él dijo: «Mi lado derecho está bien. Es solo el izquierdo». Lo tranquilicé: «No te preocupes, Swami. Aquí estoy para Ti».
Cuando finalizó el Arathi, Él me hizo señas para que lo levantara. Como tantos años atrás, en Prashanti Nilayam, le di la mano derecha, Él la aferró y trasladó todo su peso sobre mis manos, y caminamos lentamente hasta Su cuarto. Cuando entramos, Él transpiraba profusamente; estaba a punto de desmayarse. Tomé su pañuelo y enjugué su rostro. En el cuarto estaban Sri Narasimha Murthy, Sri C. Sreenivas, el Sr. Isaac Tigrett, y los hermanos Manjrekar, Vinod y Pavan. Le di un poco de agua, y Manjrekar le dio jugo. Vinod y Pavan trajeron ventiladores para refrescar su cuerpo. Yo le sostenía la mano y su hombro izquierdo. Su cuerpo estaba realmente caliente. Permanecí a su lado, preguntándole repetidamente si se sentía bien. Él respondía afirmativamente.
Al cabo de algún tiempo, Él regresó a la normalidad y comenzó una vez más a sonreír y hablar.
Pero … ¡Bhai se había ido! Era solo Swami. Era muy evidente. Él había cambiado.
Lo acompañé a Anandam. Él se quedó allí. La residencia de Bhai era en Prem Deep. Pero ese día abandonó Prem Deep. Su costumbre era salir de la habitación tras el Darshan, una vez que Swami se había «retirado». Pero esta vez no hubo retirada. Solo «cambio de neumáticos». (Juego de palabras en inglés: «re-tyring»).
La ascención desde Hombre hasta Dios era completa.
Mi primera entrevista, en 2015, fue en el cuarto de Swami en Prem Deep. El 18 de julio de 2019, después de la boda de la hermana Nandini y el hermano Sanjay, que fuera presidida por Swami, Él me llamó para una entrevista de 35 minutos en Prem Deep. Ante Él derramé mi corazón y mi alma. Le dije cuánto extrañaba a mi Bhai. Lloré como un niño. En sus ojos se agolparon las lágrimas. Sin embargo, no era el mismo. La energía era diferente. Fue absolutamente alucinante. No sentí diferencia alguna con las entrevistas que había tenido con Bhagavan Sri Sathya Sai Baba en Prashanti Nilayam.
Mis apegos a mi Bhai hicieron que anhelara y añorara su presencia. Muchos años atrás, en abril de 2011, yo había viajado a Prashanti para «despertar» de su profundo sueño el cuerpo de mi Divino Maestro. En este día, había ido con la misión de convencer a Swami de que me dejara tener a mi Bhai, aunque fuera solo durante unos fugaces momentos.
No iba a ser.
A mis llantos, Él dijo: «He abierto la jaula. Déjalo volar libremente. Libre de los lazos y apegos del mundo. Quiero crear un ejemplo para toda la humanidad, para que el Hombre se convierta en Dios, y lo he escogido a él para que sea ese ejemplo, y así todos ustedes puedan seguirlo algún día.»
Hoy es el cumpleaños de mi Bhai. Bhai vive aún en su cuerpo. Pero es libre de todo, y está en unión con Dios. A esto todos tenemos que llegar.
Esto da inicio a una nueva fase de mi vida, en la que también yo tengo que elevarme. Yo habia planeado, en este viaje, caminar con Bhai. Me había acostumbrado por completo a los habituales mensajes, diálogos por internet, largas conversaciones, cantos, risas y aprendizajes. Me había acostumbrado a que Bhai me contara las historias «tras la escena» de lo que decía Bhagavan, por qué lo decía Bhagavan, cómo lo decía Bhagavan, y el mensaje profundo de todo ello. Me había acostumbrado a sus descripciones de cómo los dioses acudían durante mis conciertos: la aparición del Señor Shiva en California del Sur, de Radha y Krishna danzando en Fiyi, el Señor Krishna tocando la flauta en California del Norte, el Señor Rama en su majestuosa forma, en Grecia, el Darshan de la Vishwaroopa durante mi concierto en Muddenahalli, y la lista continúa.
Él había sido mi columna vertebral personal, y lo extraño muchísimo.
Por otra parte, ¡puedo decirles que no hay nadie más feliz que yo, al ver que Él se eleva hasta donde está! Mi Bhai se ha convertido en Dios, yo lo vi ocurrir. He visto la ascención del Hombre a Dios … ¡con mis propios ojos!
¡Ahhhh … el sufrimiento y el éxtasis de Guru Poornima 2019!
¡Jei Sai Ram!