INNER VIEW
Por Sri Madhusudan
«La hora de Dios»
Estábamos llegando tarde a casa del anfitrión, en Australia. Los devotos habían esperado más de dos horas para ver a Swami. Las agujas del reloj estaban casi en la medianoche cuando Swami ingresó en el hermoso hogar del anfitrión, anidado en la cima de una colina, en medio del selvático entorno de Murwillumbah, un pueblo aborigen en las montañas del estado de Queensland.
—¡Oh!, ¿aún no se han ido a dormir?— preguntó Swami en son de broma, viendo a los numerosos devotos que cantaban una canción de bienvenida a esa avanzada hora.
—No, Swami, no tenemos sueño, estábamos esperándote—, replicó alguien con una sonrisa.
— ¡Oh! ¿Llego muy tarde?— preguntó Swami como pidiendo disculpas.
—¡No, Swami!— respondió alguien.
—¿Llego demasiado temprano?— preguntó nuevamente Swami.
—¡No, Swami!— dijo otro.
—¡Ah! Dios nunca llega demasiado temprano ni demasiado tarde; llega a la hora apropiada para cada uno. Aunque quieran que llegue antes, no lo hará. Y si desean que llegue tarde, eso tampoco sucederá. Para cada uno, Dios llega a su propio horario, que es el horario correcto—.
Lo que parecía un dulce intercambio de palabras se había convertido en una aguda exposición acerca de los caminos de Dios, especialmente, que cuando Él decide llegar a un alma anhelante, siempre lo hace a la hora perfecta, ¡la hora de Dios!