DE SHIRDI SAI A SATHYA SAI
por Sri Srivatsa Saiputra
26/6/2016
Cuando el discípulo está listo, el Gurú aparece. La historia de cómo este joven llega a Swami es rica en muchas lecciones y aprendizajes divinos. Un ardiente seguidor de Shirdi Baba, Srivatsa Saiputra negó vehementemente al avatar Sathya Sai como la reencarnación de Shirdi Baba. Pero una serie de eventos divinos en su vida cambiaron todo eso.
Nacido y educado en Bangalore, Srivatsa es graduado en economía de la Universidad de Bangalore. Trabajó en una empresa de gestión de riesgos durante más de tres años, antes de mudarse a Sathya Sai Grama, Muddenahalli por solicitud de Bhagavan. Ahora trabaja como Coordinador de Cooperaciones en la Fundación Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana y la estación de radio, Sanathana Vani.
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Nací en una familia que adoró a Shirdi Baba como su Dios y Gurú durante las últimas cuatro generaciones. Y entonces, no fue difícil para mí aceptar a Shirdi Baba como mi Dios; para el caso, fue muy natural para mí. Pero no asi la adoración de Sri Sathya Sai Baba como el avatar de Shirdi Baba. Haya sido por mi amor y devoción a Shirdi Baba o por pura ignorancia, no lo sé. Pero como familia, nunca creímos en el avatar Sathya Sai, hasta ese día. ¡El día que cambió mi vida!
El Triple Avatar
El triple Sai Avatar era un concepto bastante extraño para mí. No sabía nada al respecto, y me negué a considerarlo incluso cuando un amigo me lo contó hace muchos años. Creía en Shirdi Baba y Sus palabras y, según mi leal saber y entender, no se mencionaba la triple encarnación de Sai en Sai Satcharitra (biografía autorizada de Shirdi Baba). Ni siquiera quería pensar en eso, así que la historia de la triple encarnación no despertó mi interés. Pero todo cambió en ese día destinado de noviembre de 2011, cuando Shirdi Baba decidió revelarme Su presencia como el avatar Sathya Sai.
Fui voluntario habitual en «Sai Mandir» en el sur de Bangalore (templo de Shirdi Baba). En noviembre de 2011, la Fundación Sai Mandir decidió celebrar el cumpleaños de Sri Sathya Sai Baba como un tributo a Él. Era el primer cumpleaños desde Su Samadhi (partida física) y el Mandir quiso ofrecer su reconocimiento. Como voluntario, mi deber era cuidar del ídolo de Shirdi Sai y las pujas que se llevaban a cabo en el pasillo opuesto al Mandir principal. La noche del 22, los otros voluntarios y yo terminamos de decorar el Mandir, el salón de bhajans y la sala del Mandir por la noche y nos fuimos. Llegué a casa alrededor de las 2.30 a.m. y rápidamente me fui a dormir, ya que tenía que ir al mercado de flores temprano a la mañana para preparar la función en el templo el día siguiente, 23 de noviembre. Y esa noche, fui bendecido con este increíble sueño que alteró mi vida.
¡En el sueño, Shirdi Baba, vestido con una túnica blanca, apareció ante mí y comenzó a regañarme por no creer en el triple avatar! Luego me explicó el concepto, citando palabras y líneas del mismísimo Sai Satcharitra por el que juré. «Qué es lo que dudas cuando estoy presente en todas las formas de vida en este universo, estoy presente en todos los santos y los gurús. Abre tus ojos interiores y verás esta verdad» ~ Capítulo 32, La Búsqueda, en Sai Satcharitra.
Incluso mientras me lo explicaba, se enojó mucho, se sacó su turbante y me lo arrojó a la cara. Mientras miraba inexpresivamente a Baba, mi mente todavía trataba de descubrir qué estaba pasando, entonces la escena más hermosa se desarrolló. Lenta, pero seguramente, la forma de Shirdi Sai se metamorfoseó en la de Sathya Sai, con Sus característicos pequeños rizos, ojos brillantes y una sonrisa. Sathya Sai Baba luego se frotó la cara con Sus manos y me dirigió una mirada inquisitiva, ¡como si me preguntara en broma quién pensaba yo que era! Mientras luchaba por asimilar los acontecimientos, Baba se acercó y con una sonrisa traviesa me preguntó: «¿Todavía no crees en Mí?»
Si bien mi sueño terminó con esa nota, marcó el comienzo de la fase más azarosa de mi vida. Huelga decir que desperté transformado. ¡Qué sueño más revelador! Al día siguiente, sin embargo, no tuve tiempo para sentarme a reflexionar sobre el significado del sueño. Tan pronto como desperté, corrí al mercado para comprar las flores y luego llegué al Sai Mandir. Había mucho trabajo por hacer. Mientras hacía mis tareas en el Mandir, mi mente siguió reviviendo el sueño muchas veces. Sentí una sensación de shock y entumecimiento. Era mucho para entender. Todo mi sistema de creencias había sido desafiado. Pero, como es Su costumbre, ¡Baba no había terminado conmigo todavía! En la noche, cuando fui al salón donde se celebraba el cumpleaños de Sathya Sai Baba, me esperaba otra experiencia divina. La sala estaba adornada con flores y presentaba una bella escena. Había un Jhoola (columpio), adornado ingeniosamente con flores, balanceándose suavemente al ritmo de los bhajans, con una imagen de Sathya Sai Baba en el centro. Por un momento, mientras estaba parado allí, apreciando la grandeza de la ocasión, Sathya Sai Baba, apareció en el Jhoola en carne y hueso. Él me miró y asintió, como para recordarme una vez más que ¡en verdad era mi Shirdi Baba el que había venido como Él! En unos momentos, la confusión interna con la que había estado luchando todo el día, terminó por sí misma, ¡mi corazón y mi mente no necesitaban más pruebas! Era realmente mi Shirdi Baba, mi Sathya Sai Baba. Mientras mi corazón saltaba en un coro gozoso, habiendo encontrado al Dios y Gurú que tanto adoré, no pude evitar sentirme un poco mal por haberme perdido la inapreciable oportunidad de ver y servir a Sathya Sai Baba cuando estuvo físicamente presente. ¡Ay! Qué oportunidad perdida, se lamentó mi corazón, inconsolable. Es una fortuna poco común ser contemporáneos de Dios, pero es una gran desgracia no ser conscientes de ello. Sabía que no podía hacer mucho acerca de la oportunidad perdida, así que decidí compensarla siguiendo el camino del servicio que Sathya Sai Baba encarnaba. Esa sería mi ofrenda de amor a Él, pensé. Entonces, me uní a un Centro Sai cercano, donde conocí a un hermano Sai, que era el Coordinador de Jóvenes para las actividades de servicio. Bajo su dirección, comencé como voluntario en Brindavan (el ashram de Swami en Bangalore) y en el Instituto de Ciencias Médicas Superiores Sri Sathya Sai en Whitefield, Bangalore. Estaba viviendo la vida de mis sueños, mi vida se volvió alegre y rebosante de felicidad.
De Sathya Sai a Sookshma Sai
Un año más tarde, en 2012, uno de los hermanos Sai me contó sobre el Seva de Desayuno, una oferta de servicio única que se estaba planificando. En ese momento, había completado mis estudios y había comenzado a trabajar en una empresa de gestión de riesgos corporativos. El trabajo era de alta presión, y mi único respiro fue el tiempo que pasé en la escuela del gobierno en el pueblo haciendo el desayuno. Aunque el trabajo de oficina me mantuvo ocupado, podía ir al pueblo una vez al mes. Dos años después, en 2014, me encontré con el mismo hermano que me había ayudado a ser voluntario en la organización Sai. Luego me reveló los sucesos en Muddenahalli, sobre la presencia de Swami en la forma sutil y Su misión en curso. Nos llevó a un grupo al ashram. Tan pronto como vi al hermano Madhusudan, recordé un sueño con Swami que había tenido hacía un año. En mi sueño, vi a Swami tomar la mano del hermano Madhusudan y caminar. Por supuesto, en ese momento, no tenía idea de quién era. Pero cuando lo volví a ver en Muddenahalli, supe que Swami me había llevado al lugar correcto. ¡Después de haber encontrado a mi Señor otra vez, estaba decidido a no perder ninguna oportunidad de servirlo en esta ocasión! Inmediatamente comencé a tomar parte activa en las actividades de servicio en Muddenahalli.
La Conexión Kodai
En mayo de 2015, tuve la oportunidad de ofrecerme como voluntario y servir a Swami durante Sus «vacaciones» en Kodaikanal, la estación de montaña en Tamil Nadu que solía frecuentar todos los años antes también. Fue una oportunidad de servicio de dos semanas y solicité obedientemente una baja en mi oficina. Aunque mi permiso había sido oficialmente aprobado, sólo un par de días antes del seva, lo cancelaron. Fui convocado a la oficina del Vicepresidente de la compañía. Me informó que habían cancelado mi solicitud de permiso y me pidió que continuara con mi trabajo, ya que se aguardaba un proyecto crítico. Mi corazón se hundió. Había esperado tanto por las oportunidades de servir a Swami sólo para quedar atrapado en una situación que me alejaba del seva que mi corazón deseaba hacer. No estaba dispuesto a dejarlo sin luchar, argumenté apasionadamente con el Vicepresidente, impresionando sobre él la inevitabilidad de mi solicitud de permiso. Me pidió que dejara el trabajo, si el permiso de ausencia era tan importante para mí. ¿Qué podía decir? ¡Me alegré con su respuesta! En mi corazón, le agradecí la oportunidad que me brindó de servir a Swami, y salí de la oficina un hombre más feliz. Pronto, mis dos semanas de dicha comenzaron en Kodai. No le había contado a nadie, excepto a mi madre, sobre la pérdida del trabajo, pero el omnisciente Señor lo sabía. Durante la sesión del 17 de mayo con los voluntarios de Kodai, habló públicamente sobre cómo había dejado mi trabajo para hacer el seva. Luego me llamó cerca de Su silla, me bendijo y me aseguró que se ocuparía de mí y me bendeciría con un mejor trabajo pronto.
Cáncer cancelado
Por entonces, mi fe en mi Swami había crecido a pasos agigantados. Nada podría sacudir mi fe en Él, ni siquiera que a mi madre le diagnosticaran cáncer. A finales de mayo de 2015, durante el segundo día del Curso de Verano de Cultura Indía y Espiritualidad en Muddenahalli, me enteré de que se sospechaba que mi madre tenía quistes cancerosos en el útero. Justo antes de que fuera por el Darshan de Swami, me llamó y me informó que iba a someterse a un escáner y que el médico creia que los quistes podían ser malignos. Le dije que mantuviera su fe en Swami y que no se preocupara. «Swami cuidará de ti», le aseguré. Esa noche, cuando Swami fue por Darshan, vino directamente hacia mí y me preguntó por mi búsqueda de trabajo. Y luego, justo antes de volverse, dijo: «Amma Jagrata» (cuida de tu madre). Más tarde esa semana, cuando mi madre fue al médico para hablar sobre el siguiente curso de acción y realizar una nueva evaluación, una agradable sorpresa la esperaba. Los estudios salieron perfectos ¡Casi normal, sin signos de cáncer o quistes siquiera! Todos los informes y diagnósticos anteriores fueron verificados de forma cruzada, pero nada podía explicar el «milagro obvio». Era la tarjeta de visita divina que conocemos, ¡había cancelado el cáncer!
Visión interna e intuiciones
En un momento en que debería haberme ahogado por la preocupación de conseguir un buen trabajo, flotaba en la felicidad de la cercanía y el amor al Dios que mi corazón había anhelado durante mucho tiempo. Mi mundo resplandecía con las muchas experiencias emocionantes que Swami me estaba otorgando. Swami me bendecía con Sus visiones a menudo, y algunas veces incluso durante los darshans públicos. Cuando estaba en Kodai haciendo el servicio, tuve la suerte de tener Su Darshan una vez cuando salió en el coche por un picnic con los estudiantes y los invitados. Pude verlo sentado en el asiento delantero del Jaguar, y como para reconocer lo que estaba viendo, Swami me miró y sonrió. En otra ocasión, vi a Swami en el auto otra vez, pero esta vez en Muddenahalli durante el Curso de Verano. Otro ejemplo más fue cuando lo vi pronunciar un discurso durante el Athi Rudra Maha Yagna en octubre de 2015. Siguiendo las instrucciones de Swami, estaba colaborando como voluntario con el equipo de transmisión por Internet, cuando lo vi sentado en la silla, pronunciando el discurso. Hasta ese momento, había pensado que Swami miraría al hermano Madhusudan mientras daba el discurso. Pero ese día vi a Swami mirar a los devotos mientras se dirigía a ellos. Aunque esas visiones duraron poco, fue suficiente para sellar mi fe en Swami de por vidas.
El trabajo de los sueños
Mientras Swami me preguntaba afectuosamente cada vez sobre mi búsqueda de trabajo, mí foco continuó siendo sólo Él. Realmente no me preocupaba encontrar un trabajo. Sabía que vendría en el momento correcto, según Su voluntad para mí.
Aquí me gustaría compartir un sueño revelador. El sueño fue tan vívido que me pone la piel de gallina cada vez que lo pienso. En el sueño, estábamos teniendo una puja con Shri Anantha Padmanabha Swami en mi casa. Al final de la adoración, mi madre me pidió que tomara namaskar (postración) de la deidad. Pero cuando fui a tomar namaskar, me sorprendí al ver que todas las ofrendas se hicieron al trono de Swami y no al altar especial creado para la adoración para Anantha Padmanabha Swami. Entonces, fui a la sala de puja donde estaba guardada la foto de Anantha Padmanabha. Tan pronto como entré en el altar, vi la hermosa foto de Anantha Padmanabha Swami, luciendo magnífica y real. Y cuando me acerqué, Swami salió de esa fotografía y me preguntó: «¿Anantha Padmanabha Swami ni choostava?» (¿Quieres ver a la deidad Shri Ananta Padmanabha?) Respondí afirmativamente. Sosteniéndome de la mano, Swami me llevó en una gira cósmica, a través del Brahmananda Loka (otra dimensión de existencia), a través del Ksheera Sagara (el océano de leche) y a través de las siete puertas del Vaikunta Loka. Al final, pude ver al majestuoso Ananta Padmanabha o al propio Shriman Narayana (el Señor Vishnu), durmiendo recostado sobre la enorme serpiente Adishesha. Estaba tan atrapado en la belleza del Señor que no me di cuenta de que Swami ya no estaba cerca de mí. Y tan pronto como noté Su ausencia, apareció con el atuendo de Ananta Padmanabha. Luego se acercó a mí y preguntó: «¿Viswaroopam Choostava?» (¿Quieres ver el Viswaroopam o la forma Cósmica?) Incluso antes de que pudiera decir que sí, Swami asumió una forma gigantesca. Era tan grande que ni siquiera podía ver Su cara. Había una luz luminosa saliendo de Su cuerpo. Era tan brillante que después de un tiempo incapaz de soportarlo, comencé a clamar de dolor. Swami luego se redujo a un tamaño más pequeño y se transformó a Sí mismo en la forma de «Viswaroopam». ¡Fue una visión tan poderosa! Después de un rato, asumió Su forma nuevamente y me devolvió al mismo camino, pero esta vez a Muddenahalli. Regresé con Swami a Su habitación, donde el hermano Madhusudan lo estaba esperando. Una vez que llegamos, el hermano tomó las bendiciones de Swami y ambos salieron para Darshan y Satsang. Después de un tiempo, ambos regresaron, y Swami me bendijo diciendo, «Pronto trabajarás para Mí».
En otro sueño, Swami me llevó a una función inaugural cerca de Muddenahalli y después del programa, me preguntó si me gustaría trabajar para Él en Muddenahalli. Dije que sí. Luego me instruyó a aprender sobre los Upanishads, los grandes santos indios y sus historias, etc., ya que me ayudaría con mi futuro trabajo. Asintiendo, le pregunté cuándo debía unirme. A lo que Swami respondió, «Muy pronto. Necesito arreglar las cosas para ti». Esto fue en junio de 2015.
En noviembre de 2015, fui bendecido con otro sueño. En el sueño estaba almorzando en una hoja de plátano con la familia Sai. De la nada, un niño, de unos seis años de edad, se acercó a mí y me preguntó si podía unirme y trabajar para él en Muddenahalli. Otra vez dije que sí. El niño pequeño asintió con la cabeza y dijo: «Serás llamado pronto. Mis bendiciones están ahí contigo». Diciendo eso, el chico se fue. ¡Poco después, uno de los hermanos Sai sentado a mi lado me dijo que no era otro que Prema Sai! Hace algunos años, había negado vehementemente la teoría de la triple encarnación y aquí, ¡ahora estaba siendo frecuentado por los tres avatares en mis sueños!
Como me di cuenta más tarde, los diversos sueños con Sai me acababan de preparar para el trabajo de mis sueños. Un mes después, el 14 de diciembre de 2015, Swami me pidió que me uniera al Fideicomiso Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana y a la estación de radio recientemente lanzada, Sanathana Vani. ¡Hacía exactamente un año que había venido a Muddenahalli para tener el Darshan de Swami!
¿Qué puedo decir? Mi vida había dado un giro completo, y Swami estaba en su centro, en la periferia y en todas partes. Y sé en mi corazón que este es solo el comienzo de mi vida llena de Sai, porque lo mejor está por venir.
Amoroso Sai Ram
Sri Srivasta Saiputra
Fuente: Sai Vrinda – 26/6/2016