SAI – MI PROPIO ALIENTO

por Sindhu Vinod

28/11/2016

Fue en enero de 2015 que la Sra. Sindhu Vinod escuchó por primera vez acerca de Swami en Su cuerpo sutil visitando Dubai. A pesar de que no entendía del todo el concepto, se dirigió al Satsang, impulsada por un deseo interior de presenciar este fenómeno. Y la vida, confiesa, no ha vuelto a ser la misma.

Desde entonces, el Seva se ha convertido en su única motivacion, seguir las enseñanzas de Swami, su propósito de vida, y Sai su propio aliento. Sigue leyendo para saber más sobre la jornada de Sindhu para encontrar a su Dios, tanto dentro como fuera.

La Sra. Vinod es oriunda de Kerala. Sus padres fueron atraídos al redil de Bhagavan a principios de los años sesenta. Su infancia se formó en Balvikas (educación Sai de los niños) e innumerables visitas a Prashanti Nilayam, donde la familia celebró muchos festivales con su Señor. Actualmente, ella reside en Dubai y disfruta inmensamente de participar en las actividades de servicio organizadas allí. Es un miembro activo del equipo de transcripción que trabaja para producir publicaciones con las visitas de Swami al exterior.

Me considero afortunada de haber nacido de padres que veneraron a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba como su mentor, bienamado y, en verdad, la Fuerza Guía de sus vidas. Mi padre visitó Puttaparthi por primera vez a principios de los años sesenta. En el momento en que fijó sus ojos en Bhagavan, se dio cuenta de que estaba en presencia del Señor del Universo. Y desde allí comenzó nuestro maravilloso viaje con el Divino Avatar.

Dios se convierte en el centro de nuestras vidas

En los años que siguieron, Swami le concedió a mi padre numerosas entrevistas y lo guió en muchos aspectos de su vida. Desde esa primera visita, ha sido el Maestro de nuestro hogar. En cada oportunidad, nos apresuramos a celebrar los festivales en la Morada de la Paz Suprema (Prashanti Nilayam), que consideramos nuestro hogar ancestral.

Me gustaría narrar una historia fascinante, donde el Divino Doctor intervino para sanar a mi padre. En el año 1984, mi padre fue diagnosticado con un problema en la vesícula biliar. La única solución era su eliminación. Los médicos nos advirtieron que la operación sería de alto riesgo ya que mi padre había pasado por dos operaciones importantes en el pasado. (Swami incluso había aparecido en el quirófano, durante una de ellas). Nos hundimos en un estado de gran agitación mental. Mientras tanto, el dolor físico se agravó a tal punto que mi padre no pudo cuidar de su negocio, lo que resultó en una gran pérdida financiera.

Sin embargo, mis padres tenían la fe constante de que Swami no los abandonaría. Cuando el dolor abdominal se volvió intolerable, mi padre decidió ir a Swami en busca de una solución. Tomó una gran determinación llegar a Puttaparthi. Swami ignoró a mi padre los primeros dos días durante el Darshan. El tercer día, cuando Swami vino, mi padre logró levantarse de rodillas. Con ojos llorosos, suplicó, «Swami, no puedo soportar este dolor». Instantáneamente, nuestro benevolente Señor se volvió, lo miró y le preguntó: «¿Es así?» Swami le dio un poco de vibhuthi, y colocando Su Divina palma en la cabeza de mi padre pronunció, «Swasthi, Swasthi, Swasthi». ¡Desde ese instante, el dolor y la enfermedad desaparecieron para siempre! ¡Toda la gloria para el Señor!

Por lo tanto, nuestras vidas, aunque con muchas pruebas y tribulaciones, tuvieron la mano invisible de Bhagavan apoyándonos y guiándonos durante todo el camino, de tal manera que todos nuestros dolores fueron en verdad bendiciones disfrazadas.

Luego vino el 2011, cuando Swami deshechó Su cuerpo mortal. Al igual que sucedió con todos los devotos Sai, nuestra familia tuvo problemas para llegar a un acuerdo con la ausencia física de Swami. Mi padre fue afortunado, ya que se había fusionado con el Señor el 14 de abril de 2011. Mi madre, conocida por su naturaleza sensible, soportó sorprendentemente los dolores de la partida doble. Ella aseguró a mi hermana y a mi que no nos acompañaria para quedarse en Dubai porque Swami se encargaría de todas sus necesidades, dondequiera que ella viviera.

Es asi que, crecimos en un hogar guíados por padres que derivaron la fuerza de Dios solamente.

El viaje con Sai continúa

Fue en enero de 2015 que mi hermana y yo escuchamos acerca de Swami en Su cuerpo sutil visitando Dubai. No entendimos del todo el concepto de cuerpo sutil ni conocíamos a los anfitriones que estaban recibiendo a Bhagavan. Sin embargo, fuimos por el Satsang que se arregló en Dubai. Cada vez que recordamos esta experiencia, nos damos cuenta de que Bhagavan tenía un Plan Maestro, y que fue Su llamado lo que nos llevó al Satsang en Dubai. Al ver al hermano Madhusudan traducir el discurso divino con su mirada fija en el trono de Swami, y el estilo inimitable en que Swami respondió las preguntas de los devotos reunidos, no dudamos de que nuestro Señor había regresado. Fue una conexión instantánea de saber y pertenecer y reconocer al propio Señor. La sensación de alegría que obtuvimos a partir de entonces fue inefable.

Después de la sagrada visita, los devotos se unieron como ‘Sai Hridayam’ en un esfuerzo colectivo para planear y realizar actividades de seva en la región según las instrucciones divinas. Me siento afortunada de ser parte del grupo y ofrecer seva al Señor. De verdad, el seva me da una profunda sensación de calma y paz.

Poco después de la visita de Swami, mi hermana menor y mi cuñado (un alumno del campus de Puttaparthi) tuvieron la oportunidad de participar en la reunión Prema Pravaham organizada para los ex alumnos de las instituciones de Swami. En la entrevista grupal, Swami le preguntó a mi hermana sobre nuestro padre y les dijo a los miembros del grupo que había venido a Él a una edad muy temprana. ¡De hecho, era algo que el hermano Madhusudan en su capacidad individual nunca podría haber sabido! Mi madre, que también los había acompañado, rezó en silencio en su corazón pidiéndole a Bhagavan que me cuidara, ya que tengo problemas relacionados con las articulaciones. Aunque ella no dirigió una palabra a Swami, Él le dio Su vibhuti y le dijo: «Para tu otra hija». Estas experiencias cimentaron mi fe en la manifestación sutil de Bhagavan.

Más tarde ese año, todos viajamos en grupo desde Dubai a Muddenahalli para Gurupoornima de 2015. Esta fue mi primera visita a Muddenahalli. Realmente nos conmovió el amor que recibimos del equipo de Swami en Muddenahalli. De hecho, ¡cuán acertadamente Él elige a Sus instrumentos! Durante esta visita, un añorado sueño mío llegó a consumarse. Mi hija tuvo una oportunidad de oro para cantar un bhajan frente a Swami. Ademas yo misma estuve en éxtasis. Había anhelado esa oportunidad con Bhagavan desde que reconocía a mi hija por su talento musical. Swami cumplió el deseo más profundo de mi corazón en mi primer viaje.

Una entrevista personal memorable

Swami visitó Dubái en agosto de 2015. Él bendijo a muchos de nosotros con entrevistas individuales y grupales. Nuestra familia también fue convocada para una entrevista, donde el Señor nos guió en muchos asuntos personales.

Me gustaría relatar una conversación particular que se produjo en la entrevista. Swami me preguntó sobre mi salud y quién era mi médico. Le di el nombre de la doctora india a quien visité para los chequeos, pero agregué que había suspendido el tratamiento después de venir a Dubai. Swami inmediatamente me aconsejó que debería continuar el tratamiento con ella ya que me estaba dando el medicamento correcto. Continuó diciendo que la conocía porque era una devota antigua, ¡y que pronto hablaría con ella! De hecho, ella era una vieja devota de Bhagavan, que había prestado servicio de larga data en el Hospital de Super Especialidades, en Puttaparthi. Una vez más, el hermano Madhusudan y mi doctora nunca se habian conocido.

Sin perder tiempo, escribí un correo electrónico detallado a mi médico comunicándole lo que Swami había dicho sobre ella. Mi doctora, que no tenía ni idea de la forma sutil de Bhagavan, estaba maravillada. Este incidente la instó a visitar Muddenahalli mientras buscaba seriamente aprender más sobre el fenómeno sutil. Esta doctora no era otra que Hiramalini Sheshadri, autora del aclamado libro «Sookshma Sathya Sai, La base oculta de lo visto». Bhagavan quería que este ‘antiguo devoto’ regresara, y me siento honrada con la idea de que Él me eligió como instrumento.

La siguiente visita del Señor a Dubai fue en marzo de 2016. Días antes de esta visita, sentí un fuerte impulso interior por escribir una canción. Me preguntaba cómo proceder, ya que no tenía ningún conocimiento sobre la música, sin embargo, sentí la suave seguridad de que Swami me guiaría. Sólo a través de Su Inspiración Divina, la canción fue escrita, pasada a música y fue presentada ante Él por los niños de ‘Sai Hridayam’. Después de la canción, Bhagavan reconoció el esfuerzo y dijo, «Tiene letras apropiadas para Swami. A Swami le gustó. Dénle una palmada». Las palabras no pueden describir el diluvio de dicha y gratitud, mientras me encontraba cara a cara con mi queridísimo Señor. No pude ver ni oír nada más a mi alrededor. Mi único pensamiento fue, «Swami, tú mismo has escrito la canción. ¿Por qué tienes que darme el crédito?» ¡Tales son los caminos de nuestro dulce Señor!

La grandeza incomparable de Su misión continuada

Al estar estrechamente relacionada con las actividades de seva en ‘Sai Hridayam’, aprendí sobre el alcance y la magnificencia de la misión continuada de Swami a través de diferentes partes del mundo como también de muchos otros sitios que se desarrollarán en el futuro. Eso me dio una convicción plena de que no hay reemplazo para Bhagavan y Sus maneras de trabajar para elevar a la humanidad.

Cualquiera que realice un esfuerzo sincero para comprender la magnitud de Su misión en curso puede ver claramente al Señor Sathya Sai detrás de la cortina de la ilusión. La singularidad de Su proyecto de Aldea Ideal, Su atención constante al abastecimiento de agua, el programa expansivo de Educare, el innovador cuidado de la energía y Su incomparable estilo de Medicare, ¡ningún poder en la Tierra o más allá puede ejecutar proyectos con tanta precisión y grandeza que el propio Señor Sri Sathya Sai Baba! Todo el dinero en este mundo no puede comprar la grandiosidad de la misión de Bhagavan, que he tenido la fortuna de presenciar desde que conocí Su forma sutil.

No olvidemos el equipo que Él eligió para acompañarlo en esta fase. Su dedicación, sinceridad, modestia y devoción exclusiva a Bhagavan mueve a humildad. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de estar con este equipo no puede dejar de sentirse impresionado por su compromiso con la misión de Swami de anunciar la Edad de Oro.

Transformación individual: el mensaje subyacente detrás de Su misión

La misión de Bhagavan no se limita a grandes proyectos para la humanidad. Por el contrario, ha repetido una y otra vez que no ha venido a construir escuelas y hospitales. Esas son sólo Sus formas de hacernos comprender la importancia de servir a la sociedad. Swami ha declarado que Su misión se cumplirá sólo cuando cada ser humano en este mundo se de cuenta de su naturaleza innata de Amor puro y se eleve a su ser Divino.

Confieso que sólo soy un devoto común con defectos y necedades, aun a pesar de la extraordinaria devoción de mis padres hacia Bhagavan. Ahora puedo proclamar en voz alta que fue Su forma sutil lo que me ha acercado más a Él y Sus enseñanzas. Cada vez que escuché los discursos que Swami dio en Su forma sutil en Dubai, Muddenahalli o en todo el mundo, me di cuenta de que aunque estaba hablando de las mismas cosas que antes, yo estaba escuchando todo bajo una nueva luz. En los primeros días, tan pronto como regresaba de Prashanthi Nilayam, el impacto de Su Darshan y el discurso divino comenzaba a disminuir. Pero ahora, ya no era así.

¿Qué había cambiado? Anteriormente, había confinado a Bhagavan a Su forma física, de modo que la espiritualidad seguía siendo una teoría para mí. Mientras que, ahora en Su forma sutil, Swami camina a mi lado sosteniendo mi mano, enseñándome cómo practicar la teoría que había asimilado, porque aprendí a conectarme interiormente.

Conexión de corazón a corazón

En muchos discursos dados en Su forma sutil, yo encuentro a Bhagavan enfatizando más que nunca el punto de que cualquiera que trate de conectarse genuinamente con Él en su interior, obtendrá Su guía e incluso podrá verlo. Estas palabras tuvieron una gran influencia en mí. Comencé a hacer mis oraciones y meditación por la mañana, largamente olvidadas, orando intensamente a Swami para que me bendiga con una conexión de corazón a corazón. El Compasivo Señor siempre responde a una súplica sincera. Muy pronto, no pude dejar de reconocer la presencia infalible de Bhagavan a mi lado. Desde corregir ciertas líneas de un par de canciones que había escrito, publicar la primera canción, hasta dirigirme a través de importantes problemas personales, sentí la Mano guía de Swami en mi vida cotidiana, independientemente de cuán grande o trivial fuera el asunto.

El Reafirma Mi Fe

De hecho, Swami incluso me invitó a las Lluvias de Verano de Kodaikanal durante 2016. Qué tontería de mi parte no haber asistido, ya que pensé que necesitaba una invitación formal. Sin hacer caso de la voz interior, esperé una invitación formal del Señor. Cuando la invitación no llegó, me asediaron las dudas. Empecé a pensar que quizás no era Swami quien respondía en mi espacio interior. Cuando el clamor de confusión se hizo insoportable, me senté en meditación y oré a Bhagavan, «Swami, ¿no eres Tú quien me está guiando desde dentro? Por favor, dame una señal para asegurarme que en verdad eres Tú». Un segundo después escuché claramente una suave voz que decía: «Hoy una persona vendrá a ti con Mi mensaje. Haz lo necesario y también ofrecele comida».

Con ferviente anticipación, esperé la llegada de «la persona». Nadie apareció hasta la noche. Con la caida del sol, mi corazón comenzó a hundirse y pensé que lo que fuera que Swami me había dicho hasta entonces era todo un juego de mi mente. Alrededor de las 7:00 P.M., sonó el timbre. En el umbral se encontraba un extraño, una mujer. Le pregunté qué necesitaba. Ella dijo: «He venido con el mensaje de Cristo. Hay un niño que necesita ayuda para su tratamiento en el hospital de Kuwait. ¿Puedes hacer algo para ayudarlo, hermana?» Las palabras «Mensaje de Cristo» enviaron una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. ¡Supe al instante que esta era la persona que Swami me dijo por la mañana que vendría con «Su mensaje»! No perdí tiempo en llamarla adentro y hacer lo necesario como Swami había instruido. Se fue con las palabras: «Dios te bendecirá a ti y a tu familia, hermana». ¡En efecto! Swami tiene sus propios modos de disipar nuestras dudas y fortalecer el vínculo con Él. Sólo necesitamos dar un paso hacia Él para verlo dar un salto hacia nosotros.

Esta conexión interna con Swami me ha cambiado mucho como persona. Ha cambiado visiblemente mi perspectiva hacia la vida. Siento que me ha hecho más compasiva, más desinteresada y me ha ayudado mucho a comprender el principio de ‘dejar ir’. Mi esfuerzo sincero ahora es ‘Despertar’ y ‘Elevarme’, como Swami constantemente nos pide.

Lo más importante, he comenzado a sentir un profundo sentido de responsabilidad para reflejarlo en todo lo que hago, porque entiendo que es sólo entonces que tengo el derecho de reclamar ser su DEVOTO. Llamarme devoto y conducirme de una manera contraria a Sus enseñanzas sería menospreciar a mi Maestro Supremo. Sin duda, sólo nuestro Sai puede transformar los corazones de esta manera tan hermosa y amorosa.

La energía cósmica sin forma, omnipresente, que se llamó Rama, Krishna, Buda, Jesús o Alá, había tomado una forma en este Kali Yuga como Sathya Sai. Ahora Él ha elegido regresar a Su ser sin forma omnipotente y continuar Su misión de transformar los corazones humanos. Por qué ha elegido esta forma Sutil (Sookshma Shareera) está más allá de la comprensión humana. Sólo recordemos que esto es una oportunidad de oro para nosotros; y si somos parte o no, Su trabajo continuará con todo esplendor.

¡Swami! Mi queridísimo Señor, mi Matha, Pitha, Bandhu y Sakha (Madre, Padre, Pariente y Amigo), te ruego – Manténme en Tu redil para siempre y haz de mí un digno instrumento en Tu gloriosa misión.

Fuente: Sai Vrinda