DE LA FORMA FÍSICA A LA SUTIL: El Divino Padre continúa guiando – Testimonio de Sri Kalyaranaman

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DE LA FORMA FÍSICA A LA SUTIL: El Divino Padre continúa guiando

Testimonio de Sri Kalyaranaman
13/1/2016

Cuando el Director Divino escribe tu historia, no puede ser más que perfecta. La historia de Sri Kalyanaraman es una de ellas, impregnada de bendición y guía divinas.

Nacido en un pequeño pueblo en el distrito de Tanjore, Tamil Nadu, Sri S Kalyanaraman trabajó como ingeniero eléctrico para la Junta de Electricidad del Estado de Tamil Nadu antes de retirarse en el año 2008. Llegó al redil de Swami a fines de 1960 y desde entonces ha dedicado su vida sirviendo a su Señor

Ha sido un servidor dinámico, con su día comenzando en las primeras horas de Nagarasankirtan, enseñando yoga a niños y devotos por igual, llenando el día con actividades de seva, bhajans y terminando la jornada guiando a los devotos en la Meditación Jyoti. Kalyanji, como sus amigos devotos lo llaman a menudo, ha desempeñado un papel clave en la formación de Balvikas (educación Sai para niños) y ha transformado las mentes jóvenes para que se conviertan en mensajeros activos de la Juventud Sai.

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Pertenezco a una familia devota y sencilla, proveniente de un pequeño pueblo llamado Thiruvarur en Tamil Nadu. Era octubre de 1969, tenía apenas 18 años cuando escuché por primera vez acerca de Sai Baba, el dios de Puttaparthi. Mi hermano mayor, algunos amigos y yo inmediatamente decidimos visitar Puttaparthi. Pero, por suerte, debido a circunstancias imprevistas, ninguno de ellos pudo acompañarme. Así que me puse en camino, en mi primera visita alli. ¡Poco sabía que mi vida estaba a punto de cambiar, y de una forma que nunca podría haber imaginado!

Swami hace Su entrada

Fue sólo una dispensacion divina que en mi primera visita a Parthi, Él me bendijo con una entrevista personal. Aún está fresco en mi mente cómo Bhagavan señaló la mala compañía y los malos hábitos que me permitía entonces. ¡Era un secreto sólo conocido por mí! Nadie, ni siquiera los miembros de mi familia lo sabían. Pero aquí estaba el Señor diciéndome acerca de eso. Permanecí atónito en silencio. Él me aconsejó que abandonara la mala compañía. No pude evitar rendirme a Él, instantáneamente. Sentí en mi corazón que le pertenecía, y Él se convirtió en mi padre, estricto pero compasivo, que sólo me deseaba el bien. Pero mi sumisión a Su amor no duró mucho. Después de regresar, no pude cambiar. No pude alejar a mis ‘amigos’, por mucho que lo intenté.

Un año después, en 1970, tuve otra oportunidad de visitar Puttaparthi. Fue durante Dassara, y esta vez también tuve la fortuna de obtener una entrevista. El Padre Divino comenzó como la última vez que lo dejó, y me advirtió sobre por qué aún no había abandonado la mala compañía. Me sentí avergonzado de mí mismo. Después me acercó a El, levantó mi camisa y me aplicó Vibhuti por todo el estómago. Esta vez me conmovió hasta las lágrimas. Luego me miró y me preguntó: «¿Qué quieres?» Reuní valor y dije: «Swami, quiero estar contigo aquí (en Puttaparthi) solamente». La respuesta de Swami a mi sincera súplica fue simplemente hermosa. Él dijo: «Estoy aquí solo» (colocando Su mano sobre mi pecho). ¿Qué más podría pedir? Al poner mi fe en mi divino Padre y con un corazón lleno de renovado vigor para enmendar mis caminos, regresé a casa. Pero esta vez, sólo para descubrir que mis viejos amigos se habían mudado por su cuenta. Por mucho que lo intenté, no pude averiguar dónde se habían ido. Y como Bhagavan había deseado, mis malos hábitos también desaparecieron al instante.

Inspirado para llevar una vida de servicio

Después de estas dos experiencias, nunca volví a tener una entrevista, aunque seguí visitando Puttaparthi. Pero sabía que los dos encuentros con la Divinidad fueron suficientes para mantenerme inspirado de por vida.

Había encontrado un nuevo significado para la vida: mi objetivo ahora era servirle y aproveché cada oportunidad que se me presentó para formar parte de las numerosas actividades de seva y convertirme en sevadal. Por Su gracia, fui bendecido con muchas oportunidades para servirle, como la formacion del Sai Samithi en Mannargudi en 1971. Durante las Celebraciones del 50° cumpleaños (en 1975), Swami me dio la oportunidad de ayudar en la construcción del Salón Poornachandra. Mis responsabilidades sólo siguieron creciendo con los años. Más tarde, con Sus bendiciones, fui nombrado Coordinador del Mahalakshmi Nagar Samithi, Chennai. Se me encomendó la tarea de construir un Mandir (templo) para Swami en Mahalakshmi Nagar durante este período. El 19 de diciembre de 2003 se inauguró el Mandir, Sai Brindavanam.

La vida siempre está llena de giros y vueltas. Pero si ponemos nuestra existencia en las manos de Dios, Él dirige nuestra vida bajo Su mirada protectora. El siguiente verano, en mayo de 2004, fui a Parthi para mi seva habitual. Después de que el servicio terminó, vine a Whitefield, Bangalore para buscar las bendiciones de Swami. Esa fatídica tarde, mientras caminaba en Whitefield, un vehículo impacto sobre mí y caí inconsciente. Me llevaron de urgencia al hospital, pero sólo para ser declarado «difícil de revivir» debido a los múltiples tumores sanguíneos en el cerebro. Pero cuando Dios es tu protector, ¡qué son meros tumores! De la nada, para sorpresa de los doctores, fui revivido. Fue un milagro médico, dijeron los profesionales de la salud, pero sabía que era un Sai Mahima (un milagro de Sai) en mi corazón.

Haciendo la transición de la Forma Física a la Sutil

Como la mayoría de los devotos de Sai, fue un período difícil para mí cuando Swami dejó Su cuerpo físico en 2011. Pero también me preguntaba cómo las palabras de Swami acerca de que Él estaria presente durante 96 años podían ser falsas. Mi corazón anhelaba volver a verlo. Fue en esta época cuando supe de Muddenahalli. Al igual que en 1969, el Señor me había llevado a Puttaparthi, ahora me condujo a Muddenahalli. Pero esta vez, no estaba solo. Fui a Muddenahalli junto con mis niños Balvikas de la aldea adoptiva. Aunque Swami no estaba en Muddenahalli en ese momento, el simple hecho de estar en las instalaciones del ashram, respirando el aura de paz del lugar, trajo recuerdos afectuosos del Señor. Pude sentir Su presencia allí. Supe en mi corazón que Él residia en Muddenahalli. Regresé a Chennai siendo un hombre más feliz, después de haber encontrado a Swami de vuelta.

Prema Pravaham

Gracias a mis hijas, alumnas del Instituto Sri Sathya Sai de Enseñanza Superior, Campus de Anantapur, tuve la oportunidad de tener una entrevista grupal con Swami en Su cuerpo sutil en Muddenahalli. Durante la entrevista, Swami preguntó por mi salud. No entendí Su pregunta correctamente y comencé a hablar sobre el problema de salud que enfrentaba otro hermano Sai en el Samithi. A esto, Swami dijo, «Estoy preguntando por tu salud». Señaló Su cabeza y dijo: «Accidente». Inmediatamente me di cuenta de que Swami estaba preguntando sobre mi accidente anterior. Entonces le conté sobre la cirugía cerebral y le agradecí por salvarme la vida. El mismo Padre Divino estaba expresando su preocupación por mí. Esta realización me emocionó hasta las lágrimas. Swami tocó mi pecho antes y dijo que residía allí; pero esta vez tocó Su pecho y dijo tres veces, «te cuidaré». ¿Qué más podía pedir? Despejó cualquier duda que pudiera haber tenido de que era realmente el Morador de mi corazón que estaba presente en Muddenahalli en Su Sookshma Swaroopa (la Forma Sutil).

Un vigor renovado para el Seva

A partir de este encuentro divino con el Señor, decidí que el servicio para Swami sería en adelante mi manera de vida. Después de buscar las bendiciones divinas, comencé el Sevaamrutham -Desayuno Seva en Tambaram, Chennai. Si bien hubo entusiasmo inicial por parte de los voluntarios, no fructificó en acción. Estaba angustiado. Por la misma época, Swami estaba de visita en Dubai. Mi hija mayor, que se queda allí, tuvo la oportunidad de buscar la guía de Swami sobre el Servicio de desayuno. Ella le contó cómo no se estaba materializando y hubo desafíos tanto en términos de personas como de recursos. Swami la escuchó y dijo enfáticamente, «No esperes gente o contribución. Pídele a tu padre que vaya con un paquete de galletas y las distribuya. Gradualmente, los nuevos miembros se unirán». Seguí el comando divino implícitamente. Junto con un estudiante de Balvikas de una aldea adoptiva (Pattukottai Azhagiri Nagar, un pueblo cerca de Mahalakshmi Nagar, Chennai), fui con paquetes de galletas a la aldea de Erikkarai. ¡Y, dentro de un día de la distribución de galletas, los voluntarios comenzaron a participar activamente! Pronto, las galletas se transformaron en comida cocinada, y el seva se expandió. Las palabras de Swami se hicieron realidad frente a mis ojos y me llené de gratitud por darnos una oportunidad tan hermosa para servirle a Él.

Sathya Sai – Un oyente silencioso de cada conversación

Swami está presente en Su cuerpo sutil en Muddenahalli, pero también es el Morador de todos nuestros corazones. Una vez, durante el Athi Rudra Maha Yagna que se organizó en Muddenahalli, un compañero devoto de Kerala y yo estábamos teniendo una conversación. Le sugerí que pidiera a Swami para que comenzara el seva de desayuno en Kerala. Aunque estaba interesado, no me di cuenta de que dudaba en preguntarle directamente a Swami. ¡Pero el Señor lo sabía! Justo antes de subir a Su automóvil, Swami le dijo que comenzara el desayuno en Trivandrum. De nuevo, durante el mismo período, otro amigo y yo estábamos discutiendo sobre yoga y meditación mientras hacíamos el servicio en la tienda Yagna.Tuvimos algunas dudas. Y en la noche, Swami en Su discurso habló sobre la importancia del yoga y la meditación para darnos más claridad sobre el tema. En otra ocasión, le comenté a un amigo que si Swami alguna vez llegaba a Chennai, debería ayudar a traducir mi discurso al inglés si tenía la oportunidad de hablar. Le dije que a él también se le podía dar la oportunidad de traducir el discurso de Swami al Tamil. Mi amigo, jugando con mi imaginación, respondió que no conocía Telugu. Pero en diciembre de 2015, cuando Swami visitó Chennai, mi imaginación cobró vida. Cuando tuve la oportunidad de hablar en presencia de Swami, mi amigo no sólo tradujo mi discurso al inglés sino también el discurso de Swami al Tamil. Para ayudarlo, ¡Swami habló en inglés!

Aunque estos son solo pequeños incidentes, fortalecieron mi fe en que estaba escuchando cada conversación mía. Me confirmó Su Omnipresencia y me hizo consciente de estar atento a cada palabra que pronuncio, o incluso cada pensamiento, mientras Él siempre escucha.

Aguacero divino en Chennai

Durante el Athi Rudra Maha Yagna en Muddenahalli, Swami bendijo al grupo Sevaamrutham -Tambaram y dijo que visitaría Tambaram. En ese momento, yo era un miembro activo del Sathya Sai Samithi en Mahalakshmi Nagar y tuve la oportunidad de encargarme de la pintura y algunos trabajos de reconstrucción en el Sai Mandir. Pero tan pronto como terminé el trabajo allí, fui liberado de todas las responsabilidades del Samithi debido a mis frecuentes visitas a Muddenahalli. En retrospectiva, ahora me doy cuenta de que esto también fue obra de Swami.

El Señor obra de maneras misteriosas y todo lo que nos sucede, sucede según Su voluntad para nosotros. Más tarde, cuando Chennai se vio afectada por las inundaciones y su furia había devastado muchos hogares, Su plan se desarrolló. Movido por la difícil situación del sufrimiento, Swami decidió extender Su ayuda, apoyo, amor y cuidado a las personas afectadas por las inundaciones en Chennai, Cuddalore y las áreas circundantes, y visitó Chennai. Voluntarios de Bangalore acudieron en ayuda de sus compañeros hermanos con artículos de socorro empaquetados cuidadosamente en cajas de cartón.

El 18 de diciembre de 2015, Swami en Su discurso divino dijo, «Pobre Kalyanaraman, estaba cuidando un pequeño mandir. Ahora, le estoy dando un ashram más grande para cuidar. ¿Cómo puedo llenar sus manos cuando ya están llenas? Es por eso que vacié sus manos para darle una mayor responsabilidad», indicando que fue sólo por Su voluntad que me relevaron de mis deberes en el Samithi. Luego me dio la responsabilidad de ayudar a construir el Seva Ashram en Tambaram. Dijo que la planta baja tendría un Centro de Atención Primaria de Salud, el piso intermedio un Salón de Oración para Bhajans y el ultimo piso seria para la Residencia Divina junto con la de los dignatarios que lo acompañarian. También me dio la responsabilidad del proyecto de vivienda – se construirán 100 casas en Cuddalore para las personas afectadas por las inundaciones.

Por casualidad, el 19 de diciembre también fue la fecha de aniversario cuando se inauguró el Mahalakshmi Nagar Samithi. Y mi Divino Padre me mantuvo con Él todo ese día, pidiéndome que lo acompañara adonde quiera que fuera. Mientras que en cierto nivel, no participar en las actividades de inauguración de los Samithis me perturbaba, ¡Él llenó mi corazón con mucho más de lo que siempre había pedido! Me conmovió Su amor. Sólo Swami conoce y entiende los sentimientos en los corazones de Sus hijos.

¡Ahora estoy viviendo la vida de mis sueños! Ser elegido para ser parte de Su misión es una bendición y ruego a Bhagavan que me ayude en esta misión. Él es el dador, el hacedor, el colaborador y el receptor. Somos meros instrumentos en Sus manos. Él es el Shirdi Sai, que vino como Sthoola Sai (la forma física) durante 85 años, y que ahora ha vuelto como Sookshma Sai (la forma sutil). Él me guió entonces, y Él continúa guiándome ahora. Desde un niño ordinario de Thiruvaroor hasta asumir la responsabilidad de un gran ashram en Chennai. Él es quien me ha transformado. Para este Divino Señor, este humilde siervo ofrece su vida.

Fuente: Sai Vrinda -13/1/2016