EL SEÑOR DEL CORAZÓN
por el Dr. John Hislop
Mumbai, 1/1/1971
Esta es la transcripción de una charla del Dr. John Hislop ofrecida en Dharmakshetra, Mumbai, el 1ro de enero de 1971, que se publicó posteriormente en el número de febrero de 1971 de Sanathana Sarathi. Traemos este artículo especial de los archivos de Sanathana Sarathi para celebrar el año de bodas de oro de esta sagrada revista.
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Cuando Baba me instruyó para hacer algunos comentarios en esta gran reunión de Año Nuevo de los Devotos Sathya Sai, se me ocurrió que si tenía que hablar con toda la verdad que podía reunir; sólo había un tema sobre el que podía hablar. Y ese tema es personal en su referencia, no general.
Eso es, ¿qué significa Bhagavan Sri Sathya Sai Baba para mí, para esta mente y cuerpo, educados y cultivados en un país extranjero y también, qué significa Él para ese aspecto más sutil de mí, que no tiene nacionalidad?
Corazones Floreciendo con Amor
Mi esposa y yo escuchamos por primera vez de Swamiji en 1968, a través de una descripción de Él que fue dada a un amigo mío por una dama que había visitado Prashanti Nilayam. Esta dama había traído un poco de Vibhuti sagrado, un hermoso anillo como un obsequio para ella de la naturaleza milagrosa de Baba y tenía muchas historias fascinantes que contar. Pero una observación especial encendió el fuego en mi mente e imaginación. La señora dijo que había sentido un cambio en su carácter, mientras estaba en Prashanti Nilayam, y ese cambio persistió incluso después de regresar a casa.
Esta declaración realmente me llamó la atención con el impacto de una gran conmoción. ¿Podía haber un hombre, había un hombre viviendo hoy, cuyo arte era tan sutil, tan poderoso, tan misterioso, tan divino, que podía cambiar el corazón humano?
Si fuera realmente cierto que un hombre así vivía en el mundo de hoy, entonces ninguna otra cosa en mi vida podría igualar la urgencia de buscarlo, postrarme a Sus Pies y orar para que a través de Su Gracia, Él fuera tan compasivo como para nutrir mi seco corazón con Su Poder Divino y asi poder abrirme a una vida nueva como los campos secos cobran vida y vibran con la lluvia de la primavera.
Mi esposa y yo escuchamos la historia de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba un lunes y esa misma semana salimos en avión hacia la India. No debería dar a entender que mi fe fue capaz de ir con el ansia de mi corazón por el Señor. Después de todo, mi mente se formó en la fría metodología científica de una universidad occidental y luego se desarrolló en el clima de ganancias del mundo de los negocios. Además, tuve experiencias decepcionantes con varios preceptores espirituales.
Sin embargo, mis dudas intelectuales, que habían ganado una fuerza considerable durante el viaje, no pudieron sobrevivir ni siquiera en el primer encuentro con Swamiji. En Su Divina Presencia, ¿cómo puede mantenerse la duda? En Su presencia, la duda es como agua muy poco profunda bajo el sol ardiente – en poco tiempo, desapareció.
Cuando mi esposa y yo nos sentamos ante Swamiji en Prashanti Nilayam, en la sala reservada para las consultas con los interesados, pronto nos dimos cuenta de que el elegante y encantador caballero indio que hablaba con nosotros era, sin lugar a dudas, algo mucho más que eso. Escuchamos Su dulce voz, sentimos la calidez de Su amorosa sonrisa, notamos la impresión de poder irresistible transmitido por el encanto de Sus facciones, miramos tan profundamente como nos atrevimos en Sus ojos – ahora suaves, por momentos destellantes. Pero, debajo de estas impresiones superficiales, nuestra conciencia se estaba profundizando, nos dimos cuenta de que ahora existía una condición de amor y afecto en la habitación. En mi corazón, surgió un movimiento, un nuevo sentimiento, una alegría tan intensa que las lágrimas brotaron de mis ojos.
Entonces, para mí, en primer lugar, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba es el Señor del Corazón, el que es capaz de eliminar rápidamente toda la dureza acumulada a lo largo de los años y hacer que el corazón vuelva a ser fresco otra vez, nuevo una vez mas, lleno de gozo.
El Misterio de Su Divinidad
Entonces, el siguiente aspecto de Baba que me golpea con fuerza real es el misterio abrumador e incomprensible de Su Divinidad. Parece que hay un hombre, pero incluso un ignorante puede ver que Baba no es un hombre. Uno lo mira y ve la perfecta calma azul del cielo profundo. Uno trata de definir Su Forma pero sólo puede ver el espacio. Lo único seguro de Él es que Él nos ama – de otro modo, tratar de predecirlo o definirlo es como intentar capturar el viento o lo plateado de la luz de la luna.
Incluso las historias que leemos del Avatar son sólo otros intentos inútiles de definir a Swamiji. Se dice que el Supremo y Único Ser desea tomar Forma como un objeto dentro de este mundo de Maya creado por Él mismo y que allí desempeña un papel humano sin comprometer de ninguna manera Su Subjetividad Total.
De tales palabras, la razón puede satisfacerse a sí misma, construyendo algún marco de significado. Pero ese significado sólo puede ser relativo, mientras que Baba no es relativo. Entonces, si somos honestos al respecto, terminamos donde comenzamos – enfrentando un Misterio Divino que es incomprensible.
El Divino Maestro
El tercer aspecto de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, que tiene una importancia tremenda para mí, es que Baba es el Maestro Supremo de los hombres, que nos guía hacia la liberación – para re-unirnos con Él.
Cada palabra que Él habla lleva una lección destinada a nuestro beneficio. Baba repite ciertos principios básicos una y otra vez. Quizás estos principios podrían resumirse en siete puntos cardinales:
No.1. Sean felices. La bienaventuranza es la naturaleza de Dios expresada en el individuo y la felicidad es también nuestro deber social. La simple felicidad enraizada en el bien se convierte en un valor para todos los que nos rodean.
No. 2. Sientan siempre que son divinos. Hay Uno Solo. No somos diferentes de ese Uno.
No. 3. Permitan que el pensamiento, la palabra y la acción fluyan de esa Divinidad que es la naturaleza esencial de cada uno. ¡Qué felices nos sentimos cuando nos comprometemos en una acción noble, y cuán miserables cuando nuestra acción es mezquina u odiosa!
No. 4. Compórtense con los demás con la misma amabilidad que usamos para nosotros mismos, porque en algún nivel sutil de nuestro ser, yo soy tú y tú eres yo – no somos dos fuerzas opuestas.
No. 5. Despierten con amor, llenen el día con amor, terminen el día con amor. No es que debamos sentir amor. En verdad, somos amor. Como humanos, sólo somos una apariencia. En verdad, cada uno de nosotros es una llama de amor, bailando en éxtasis sobre el trasfondo de la maya del Señor.
No. 6. Amen a Dios con todo su corazón. Confíen en Él completamente. Abandonen su voluntad y su vida a Él. Él es el único refugio. Aunque el dolor y la muerte sean nuestra suerte, sólo en Dios podemos encontrar refugio.
No. 7. Dejen que la mente esté alerta, para penetrar siempre en la apariencia y descubrir la Realidad. Que la mente nunca se vea atrapada en la apariencia, sino que esté ocupada siempre en la indagación incesante, ¿Quién soy yo? ¿Cuál es mi verdadera naturaleza? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Dónde y cuál es mi hogar?
Este resumen de los siete puntos cardinales de las Enseñanzas de Swamiji es tal como aparece a mi mente, que es severamente limitada. Hoy tenemos la gran alegría de poder escuchar la Verdad desde lo ilimitado, del Señor mismo, de nuestro bienamado Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.
Fuente: Sanathana Sarathi – Febrero 1971