TATTVA SAMEEKSHA
30 de marzo de 2019
«Escojan si quieren ser monos y ser parte de la historia de buena manera, o si quieren ser Ravan, y ser parte de la historia de mala manera. La elección es de ustedes. Pueden ayudarme y ser parte de mi historia, o pueden oponerse y ser también parte de mi historia. ¡De cualquier modo, serán parte de mi historia!»
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Swami estaba hablando a un grupo de devotos de Vizag. Alguien dijo a Swami que cierto devoto también quería asistir, pero sus familiares, que no creen en lo que está ocurriendo aquí (a pesar de ser estudiantes/devotos, que están «capacitados» para saber quién es Swami) no permitían que esta persona asistiera. Entonces, Swami dijo:
—¿Cuánto deben ustedes agradecer a su fortuna que no tienen una esposa o un esposo, o hijo, o padre, o suegra, que les impida venir a Mí? También Bharata tuvo una madre como Kaikeyi, que le impidió ir donde Rama. Vibhishana tuvo un hermano como Ravana, que le impidió ir donde Rama. Hiranyakashyap detuvo a Prahlada. Pero ustedes son muy afortunados. Nadie los detuvo, y están aquí. Para aquellos que no pueden venir, ustedes solo pueden lamentarlo y rogar «¡Que también ellos vean la luz!”.
El otro día, antes de que recibiéramos el permiso para la Universidad, Swami dijo que pronto lo recibiríamos. Hablando ante algunas personas, Swami dijo:
—Ustedes solo pueden lamentarlo. Todos aquellos que trabajaron muy duro para oponerse a la Universidad, gastaron mucho de su tiempo y su energía. Paapam (¡pobres!), todos ellos se sentirán decepcionados.
Swami se sentía mal por ellos, genuinamente, no en son de broma.
—¡Ayoo! Podrían haber empleado su tiempo en algo mejor. ¡Paapam! Trabajaron tan duro para oponerse a todo, y ahora han fracasado. ¡Qué decepcionados deben estar! Sin embargo, no debemos odiar a nadie.
Hay una historia según la cual un santo estaba siendo acusado de muchas cosas por aldeanos que no lograban comprender. Estaban arrojándole piedras y gritándole apodos molestos. Sin embargo, él se mantenía calmo y compuesto. Algunos de ellos sintieron curiosidad y fueron a preguntarle: «¿Cómo es que nunca te enojas, nunca te desquitas?». Entonces él dijo: «Sólo puedo darles lo que tengo. Y ustedes solo pueden darme lo que tienen. Yo solo tengo compasión, amor y perdón. Eso es lo que les doy. Ustedes tienen odio, ira y resentimiento. Eso es lo que ustedes me dan».
Parecía la gota que colma el vaso, cuando nuestro personal vino a decir a Swami que ese era el último intento (en el proceso de obtener autorización para la Universidad), antes de abandonar. El personal se había dado por vencido. Swami le dijo simplemente «Satyameva Jayate» (la verdad triunfará). Y eso fue suficiente. Por supuesto, llevó cierto tiempo que esto se materializara.
Volveré a la interesante charla con los devotos de Vizag. Ellos preguntaron por qué tenía que ocurrir de esta manera. Entonces Swami dijo:
—¿Quién quiere comer comida sin masala (condimentos)? Todos gustan del masala, nadie quiere comida simple, no condimentada, desabrida, sin sal. Se requiere algún condimento para la historia. Este es el condimento que Yo añado aquí y allá, para que tenga buen aroma, buen sabor, y sea agradable. Dentro de cientos de años, cuando ustedes tengan que escribir la historia, si fuera tan simple como «Sathya Sai Baba en la forma sutil decidió que la escuela de Gulbarga se convirtiera en universidad. La escuela de Gulbarga se convirtió en universidad sin ningún obstáculo. ¡Qué divertido!». Esto no suena como una historia interesante. Por el contrario, si la historia fuera «Sathya Sai Baba en la forma sutil quiso crear una universidad en Gulbarga. Veinte personas se le opusieron. Algunos hablaban en contra de esto. Algunas personas iniciaron acciones legales. Se presentó una solicitud de información oficial a las autoridades (RTI). Esta lucha duró ocho o nueve meses. Y finalmente prevaleció la voluntad de Swami.» ¡Entonces la historia se pone interesante!
El Ramayana y el Mahabharata son muy viejos. Los niños de hoy no creen en ellos. Si dicen a un niño que los monos construyeron un puente, él dirá a su madre «¿Estás loca? ¿Cómo podrían los monos construir un puente? ¡Vamos! ¿En qué crees? ¿En cuentos de hadas?». Ellos no creen. Pero si ven que surgió un edificio, y creció hasta ser una universidad, y miles de personas fueron beneficiadas, surgieron hospitales que sirven a los niños de manera totalmente gratuita, cosa que no ocurre en ninguna parte; cientos y miles reciben el desayuno cada día, sin que se espere nada a cambio, ¡todo esto suena como el Bhagavatam! ¡Se convierte en el Sathya Sai Bhagavatam, o Charitram!
Entonces, los devotos en el cuarto de entrevista dijeron:
—¡Swami, por favor, haznos parte de esta historia! ¡No nos dejes fuera!
Entonces, Swami dijo:
—Escojan si quieren ser monos y ser parte de la historia de buena manera, o si quieren ser Ravan, y ser parte de la historia de mala manera. La elección es de ustedes. Pueden ayudarme y ser parte de mi historia, o pueden oponerse y ser también parte de mi historia. ¡De cualquier modo, serán parte de mi historia!
Como dijera Abraham Lincoln: «Mi preocupación no es si Dios está de nuestro lado; mi mayor preocupación es estar del lado de Dios, porque Dios siempre está en lo cierto». Lo que siempre debemos preguntarnos es si estamos del lado de Dios. Dios puede estar de nuestro lado si hacemos el bien. «Yato Dharma Statah Krishno Yatah Krishna Stato Jayah» (La victoria es segura para quien está del lado del Dharma. Donde está Krishna, está la victoria).
- Sri Madhusudan Naidu, en «Tattva Sameeksha» (30 de marzo de 2019), Sathya Sai Grama, Muddenahalli.
Fuente: Sai Vrinda
Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.