VISIÓN INTERIOR
por el hermano Madhusudan
22 de marzo de 2018
EL BUEN NOMBRE DURA PARA SIEMPRE
Mientras Swami caminaba frente a las aulas de las estudiantes en el Campus de Jayapura para chicas, oyó que lo llamaban por su nombre y por eso ingresó en una de las aulas. Muy emocionadas, las chicas dieron la bienvenida a Swami con gran alegría, e incluso le demostraron algunos de sus talentos en dibujo, pintura y poesía. También mostraron a Swami y a los invitados el aula de alta complejidad, con su equipo de conferencia remota.
Swami a su vez preguntó a las niñas cuándo comenzaban sus vacaciones de invierno. Las chicas respondieron en coro acerca de las fechas de sus vacaciones, y Swami preguntó nuevamente qué le iban a traer a Él al regreso de las vacaciones.
—¡Lo que quieras, Swami!— fue la inequívoca respuesta de todas.
Swami se mostró feliz, y les dijo:
—No me traigan flores que se marchitan, no me traigan frutas porque pronto se pudren y huelen mal; tampoco me traigan dulces, porque rápidamente se envejecen; tráiganme, en cambio, un buen nombre para sus padres, que durará para siempre.
Les aconsejó que se comportaran bien durante las vacaciones y se ganaran un buen nombre, para ellas mismas, para la institución, y sobre todo para Swami.
Swami menciona a menudo esa cita: «Sathyam Keerthi Dwayam Sthiram»: Solo Dios y un buen nombre son permanentes en este mundo, por lo demás efímero.
Mediante una simple charla, Swami hizo que las estudiantes, antes de ir a sus hogares para las vacaciones, asimilaran claramente este concepto: «El buen nombre dura para siempre».
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