LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DEL MUNDO …
Por Sri Madhusudan Naidu
Muddenahalli, 16/2/2019
«La solución al problema del mundo es brindar a cada niño el tipo de educación correcto. Si no puede permitírselo, háganlo asequible. Si no puede conseguirlo, háganlo accesible. Si él no puede ir a una escuela; dejen que la escuela vaya al niño. Así es como Swami está construyendo estas instituciones».
—————-
Swami dijo que nuestros soldados han sacrificado sus vidas pero que su sacrificio no debe ser en vano. Nos están protegiendo. Vamos a proteger el país desde adentro. Vamos a proteger a nuestros chicos. Swami dio tres derechos fundamentales a los niños; Derecho a la Alimentación (nutrición), Derecho a la Salud y Derecho a la Educación. Ofrezcamos esto como una sociedad. Ahí es donde está la necesidad y ahí es donde tenemos que hacer un cambio.
India estuvo bajo ataque constante; fueran persas, afganos, portugueses, británicos, chinos. Y nunca podíamos defender nuestras fronteras. Estábamos constantemente fallando en proteger a nuestro país. Luchamos sólo cuando el problema vino a nuestra puerta. No peleamos cuando el problema estaba en Delhi o en otro lugar. Como indios, nunca pensábamos en el otro. La mayoría de nuestros reyes se habían entregado o estaban pagando impuestos a los británicos haciendo que su propia gente muriera de hambre así los británicos podían comprar más armas y equipos y podían conquistar más de la India.
Escuché una charla de nuestro primer ministro Narendra Modi. Dijo que hay dos cosas que guían a la mente india. Pensé que él vendría con un concepto noble antiguo fantástico. Él dijo: «Si algo tiene que suceder, la primera pregunta que hacemos es Mera Kya? ¿Qué sacaré de esto? Y si la respuesta es que no obtendrás nada, es para el bien de todos; la siguiente pregunta es Mujhe Kya? ¿Por qué debería molestarme? ¡Si no hay nada para mí, no debería molestarme!» ¡Sentí que es tan cierto! Si la casa de al lado está en llamas, todavía quiero cubrirme con una manta y dormir porque el fuego aún no ha llegado a mi puerta. Cuando mi casa esté en llamas; ¡entonces haré algo al respecto! Eso es por lo que la India ha sufrido continuamente durante 2.000 años, porque sólo pensamos en nosotros mismos. Este egoísmo es lo que mató a los indios y a la India. Y si no renunciamos a eso hoy, nunca alcanzaremos esa India gloriosa e inmortal. Tyage Naike Amrutatva Manashuhu (sólo el sacrificio confiere inmortalidad).
Estoy hablando mucho más porque mi sangre hierve cuando nuestros soldados (CRPF jawans) son asesinados de esta manera sin ninguna razón (se refiere al reciente ataque terrorista en Kashmir). El país necesita un cambio. ¿Quién puede hacer este cambio? Los políticos no pueden hacer este cambio. Pueden acordar políticas, pero las políticas a menudo fallan porque no se implementan. Las únicas personas que pueden traer un cambio son los Maestros y los Estudiantes. No hay nadie más que pueda cambiar este país. Por eso dijo Swami, la solución al problema del mundo es brindar a cada niño el tipo de educación correcto. Si no puede permitírselo, háganlo asequible. Si él no puede conseguirlo, háganlo accesible. Si no puede ir a una escuela, dejen que la escuela vaya al niño. Así es como Swami está construyendo estas instituciones. De lo contrario, ¿por qué debería Él trabajar tan duro?
En el programa de Bhoomi Pooja en Belgaum, Swami llamó a un chico del grupo de niños que cantaban Vedam al escenario para hablar. Su nombre es Kencharya Poojari, un estudiante de 8vo grado de nuestro campus de Bijapur. Los padres de este niño son jornaleros. Deben levantarse a las 6 a.m. y quedarse en el sitio del mercado para que puedan trabajar. No preparan el desayuno en absoluto. No se trata de cocinar porque no hay nada que cocinar. Si consiguen alguna tarea, volverán por la noche con algo de comida como cena. ¿Qué pasa con sus hijos, cuatro de ellos? Van a la escuela del gobierno y reciben la comida del mediodía, la primera comida del día. Hoy estudia en nuestra escuela y come cuatro veces al día. Él dice que nunca solía bañarse, nunca acostumbraba cepillarse los dientes. Sólo despertar, vestir el uniforme escolar y caminar hacia la escuela. Hoy en día, él hace Suprabhatam, va a correr, hace deporte, yoga, se cepilla los dientes, se baña, usa ropa limpia y nueva. Dice: “¡Eega Nange Bisi Bisi Oota Sigutte!” (¡Ahora puedo comer comida caliente!) Antes, la cuestión era conseguir algo de comida en el día. ¡Hoy, él tiene comida caliente, cuatro veces al día! Es un gran privilegio para ese niño. Swami lo identificó y lo bendijo abundantemente. El chico dijo que crecerá y que quiere ayudar a más estudiantes como él con este tipo de educación.
En el campus de Gadag, hay una chica llamada Geeta Nagroli. Ella habló en la presencia de Swami. Es una de las tres hijas de un padre alcohólico que no se preocupó para nada por la familia. La madre es la única que gana el pan y consigue un máximo de Rs 100 por día haciendo Chapatis. Tienen una pequeña tierra de cultivo y nada crece en ella porque no hay agua. Afortunadamente, alguien pagó su boleto de autobús y la trajo para escribir el examen de ingreso y así fue como llegó al campus de Gadag. Con lágrimas de gratitud, ella dijo: “¡Swami! Lo que has hecho por mí, nunca te lo podré pagar».
Entonces sentí que valía la pena luchar con todos nuestros asi llamados «amigos» para cambiar el sistema para traer al pobre, para traer al aldeano, ¡para producir maestros de nuestros estudiantes y no sólo médicos e ingenieros y todos los demás trabajos bien remunerados! Me siento feliz y satisfecho hoy. Esta es la educación que se está extendiendo en todo Karnataka ahora y se propagará a toda la India. El hecho de que no fuéramos uno de ellos, no significa que no existan personas de ese tipo. ¡Hay muchos de ellos y este año tendremos muchos más! Nuestros maestros están trabajando más duro, para enseñarles desde lo básico, desde el principio. ¡Tendrán que enseñarles a cepillarse, a usar el inodoro! Nuestros maestros están dispuestos a trabajar más duro porque Swami quiere que lo hagan.
Acostumbraba decirle a mi madre, por qué debería usar zapatos de lona baratos de cuarenta rupias. Quería zapatos Power & Action que eran grandes marcas Pre-Globalización. No son nada frente a los actuales Nike y Reebok. Mi madre decía: «Gracias a Dios, tienes dos piernas. Olvídate de los zapatos, hay personas que no tienen piernas». Solía decirle,»¡Mamá! Das ideas tan pesimistas. Nunca progresarás en la vida. Estás muy satisfecha con lo que sea que tienes». Pero hoy sé que mi madre tenía razón. Aunque cuando era niño, no podía apreciar lo que estaba diciendo.
Cuenten sus bendiciones. Y vuelvan a contarlas.
– Sri Madhusudan, en el «Programa de gratitud – Una ofrenda de los estudiantes graduados de todos los establecimientos» (16 de febrero de 2019), Sri Sathya Sai Premamrutham, Muddenahalli
Fuente: Sri Sathya Sai Vrinda