SOBRE EL AMOR DE LA MADRE SAI POR SUS NIÑOS …
por Sri Madhusudan Naidu
Muddenahalli, 21/1/2019
Swami me dijo: «Si tuviera un cuerpo, hasta la última gota de Mi sangre, ¡me habría ocupado de estos niños!». Yo estaba tan desbordado e inmediatamente respondí, «Swami, definitivamente tienes mi cuerpo y hasta la última gota de sangre de mi cuerpo, por favor, asegúrate de que yo sirva a estos niños!»
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A costa de repetición, debo hacerme eco de las palabras de Sri Narasimha Murthy. Si ha estado con Swami durante 50 años y ha estado con los estudiantes durante al menos 30 a 35 años, y si dice que no ha visto este tipo de estudiantes en ningún otro lugar, sólo tengo que secundarlo en esta opinión. En verdad, en mi pequeña experiencia de siete años como estudiante y después como compañero de trabajo en esta misión, no he visto esta clase de estudiantes en ninguna parte. Esta es la primera y no sé si alguna vez volveremos a ver algo así. Y cada vez que Swami mira a sus caras, la oleada de amor dentro de Swami es tan poderosa, y lo sé porque lo experimento. Podría haber sido un observador y también haberlo entendido de cierta manera, pero cuando estoy experimentando ese amor que fluye por mis venas, es el amor de Swami por todos ustedes y, por supuesto, todo el amor que Él recibe a través del mismo canal; es tan abrumador. Cada célula de mi cuerpo reverbera con ese poder de amor que me resulta tan difícil controlar mis emociones. Tal vez, no debería controlarlas, pero entonces no tendría más remedio que seguir llorando a lo largo del programa. No puedo mantenerme cuerdo porque es tan conmovedor.Y así es cada vez …
Fue la primera marcha ceremonial de los pequeños niños de Hampi, Koppal y Karwar; los establecimientos educativos que comenzaron hace apenas seis meses con gran dificultad, debo decir. Cuando los niños desfilaron por el estrado donde estaba sentado Swami, Él continuamente derramó lágrimas de ambos ojos. Y como tengo esta conexión, tampoco pude controlar mis emociones. Traté muchas veces de comportarme y no llorar como una niña, pero no pude contenerme. La emoción fue tan poderosa. Después de los ensayos finales (13 de enero), cuando Swami se dirigía hacia Anandam, le dijo a Narasimha Murthy Sir,
«¡Mira! Si no hubiéramos puesto esfuerzos para abrir cuatro campuses más a costa de todo el dolor y las dificultades y las luchas y obstrucciones; estos niños pequeños habrían estado vagando por las calles en algún lugar y habrían desperdiciado una hermosa vida. ¡Al tomar todo el dolor que viene con la apertura de los establecimientos, nos hemos asegurado de que estos niños no estén simplemente deambulando por la calle sin rumbo sino que están marchando en Mi misión!»
La diferencia, el cambio de paradigma para los niños; no creo que ni siquiera los niños entiendan en este momento ni los maestros. Quizás, tampoco podamos comprenderlo completamente. Pero lo que Swami les hizo a estos niños, cómo Él los puso en este camino es tan hermoso que fue enternecedor ver a estos niños con toda su energía marchar. No estoy diciendo que fueran los mejores para desfilar allí, pero el amor de Swami fue tanto que no pudo ver nada más allá de ellos. El corazón de Swami ya fue robado por la procesión de estos niños pequeños y Él no tuvo tiempo de enfocarse en nada más. Ese es el corazón de Swami. Se dedicó a sus hijos y ellos hicieron un trabajo fantástico.
La primera complicación es que deben creer que hay algo llamado Dios que existe en este mundo. Y entonces deben creer que Dios también puede ser un ser humano. Y luego tienen que creer que incluso después de que Él abandonó el cuerpo, Dios puede continuar de otra manera. ¡Observen los niveles de complicaciones para que estos pequeños estudiantes entiendan este fenómeno! Y luego tienen que creer que Él está aquí y es el Uno abriendo estas escuelas por su bien, por Su inmenso amor hacia ellos, Él los ama tanto. Swami no tiene otra forma de expresar este amor directamente, sino a través de esta energía o vibración que Él crea a Su alrededor y los niños que experimentan eso están todos derramando lágrimas por Swami.
Lo que fue muy emocionante para mí fue cuando vi a un niño pequeño del campus de Karwar derramando lágrimas en el Darshan cuando debían irse a sus escuelas después de que terminaron los programas. Me acordé de los tiempos en que era estudiante, y la primera vez que fui a Brindavan y tuve el primer darshan de Swami; tenía sólo 17 años en ese momento. Él vino para el Darshan; miró profundamente a mis ojos por una fracción de segundo y algo se quebró y se rompió dentro y hubo un diluvio de lágrimas. Algo realmente se había abierto. Un viejo recuerdo había resurgido. Algo había sucedido mágicamente en ese momento y me llené de amor por Swami al instante. Después de eso, por cerca de dos meses no lo volvimos a ver. Se había ido de Brindavan a Puttaparthi poco después del curso de verano y la próxima vez que lo vimos fue durante Guru Poornima cuando llamó a todos los estudiantes de todos los establecimientos. Recuerdo que cuando nos íbamos después de las funciones de Guru Poornima, los autobuses esperaban cerca de la entrada de la cantina del ashram de Puttaparthi y todos los estudiantes habían cargado su equipaje para regresar a Brindavan. Corrí de vuelta al mandir, fui y abracé la sala de entrevistas y lloré profusamente sintiendo la separación de Swami. Cuando tenía 17 años, había sentido mucho amor. No me había hablado. Sólo lo había visto durante los darshans de Gurú Poornima y había experimentado Su energía de amor.
Los estudiantes de Karwar son, por así decirlo, afortunados y desafortunados porque Swami no ha estado en el campus de Karwar en absoluto. De alguna manera, no pudimos terminar el edificio a tiempo y los niños se hospedaron en un alojamiento temporal que servía de albergue escolar. Los maestros y el resto del personal lo tomaron de manera muy deportiva y resuelta, y siguieron trabajando, y ahora el edificio está casi completo y Swami ira en febrero (2019) para entregárselos. Estos niños no tuvieron la oportunidad de que Swami viniera allí y les hablara en su lugar y pasara ese tiempo exclusivo con esos cincuenta y cinco o sesenta estudiantes como en otros establecimientos donde tuvieron al menos una vislumbre, una oportunidad de esa naturaleza. Cuando los estudiantes de Karwar se iban (después del Encuentro Deportivo), los vi derramar lágrimas en el darshan, llorando profundamente por Swami y diciendo, sosteniendo Su mano; «Te amamos, te pertenecemos! Quédate con nosotros». ¡Sólo eso! No estaban pidiendo que querian esto o aquello. Todos estaban tan emocionados por el amor de Swami. Y me acordé de mis días.
Swami dice, ‘Si ustedes me necesitan; ¡me merecen!’ No hay otra calificación para Dios. ¡Derramas una lágrima por Su causa y Él es todo tuyo, para siempre! Esa es la belleza de Swami. De manera tan espontánea, Él se entrega a cualquiera que anhela verdaderamente por Él desde el fondo de su corazón. Y vi a Swami entregándose a estos niños.
Swami me dijo después de la función: «Si tuviera un cuerpo, hasta la última gota de Mi sangre, ¡me habría ocupado de estos niños!» Estaba tan conmovido que inmediatamente respondí: «Swami, definitivamente tienes mi cuerpo y hasta la última gota de sangre de mi cuerpo, por favor asegúrate de que yo sirva a estos niños!» (Aplausos)
El libro ‘The Story Divine’ (La Historia Divina) captura muchas vivencias acerca de construir nuevos establecimientos, reuniendo personas, levantando la infraestructura, obteniendo recursos, consiguiendo permisos, administrando bien. Es una tarea. No todo es sólo diversión. Déjenme decirles que es difícil. Y a veces nos sentimos abrumados como administradores y personal responsable de estos establecimientos. Y cada dos días, cuando hay un desafío que enfrentar, hay dificultades que resolver, cuando hay alguna obstrucción u otra en el camino a pesar de nuestros sentimientos y esfuerzos más sinceros, te sientes un poco deprimido. Sientes ‘¡Es tan difícil! ¿Vale la pena?’ Pero cuando ves a estos niños enamorarse de Swami de manera tan instantánea, tan espontánea, tan natural y tan completa, te vuelves a comprometer con esta misión diciendo, «iPase lo que pase, haré lo que se debe hacer por estos niños!
Hace mucho tiempo, Swami les estaba preguntando a todos cuál era su pasatiempo. Ellos dijeron cantar, cocinar, leer libros, etc. Entonces Swami preguntó: “¿Saben cuál es Mi pasatiempo?” Y luego continuó: “¡Mi pasatiempo es instalar a Dios en los corazones de las personas! ¡Este es Mi pasatiempo!» Porque, todo el trabajo que Él hace es hacia esta meta que es instalar a Dios en los corazones de las personas. ¿Y qué corazones son más merecedores que los corazones de estos niños pequeños que son tan puros, tan inocentes?
Sri Madhusudan en ‘Tattva Sameeksha’ (21 de enero de 2019), Sathya Sai Grama, Muddenahalli
(‘Tattva Sameeksha’ es una sesión de Charla de eminentes oradores a los residentes del Ashram Sathya Sai Grama en Muddenahalli)
Fuente: Sri Sathya Sai Vrinda