RESÚMEN DISCURSO DIVINO – 25/8/2018
¿Cómo podemos reducir la carga del mundo?
Por un lado, hay un tremendo progreso y desarrollo; por otro, hay extrema pobreza y privación. Ambos coexisten en el mismo mundo en el que vivimos. Quien los ha creado – Él ha creado todos los recursos necesarios para que vivan una vida decorosa, pacífica y próspera. Por lo tanto, hay suficiente para las necesidades de cada hombre en este planeta. Pero definitivamente no hay suficiente para la codicia de todos. Nunca olviden que fueron las oportunidades que se les concedieron a través de la educación, a través del buen vivir, a través de la buena crianza de sus padres y muchos otros recursos que se pusieron a su disposición que han surgido en la vida a costa de la sociedad.
Es esta oportunidad de educación que debe proporcionarse a estos niños, lo que es el primer y más importante deber, la responsabilidad de aquellos que tienen suficiente. Si se le da una oportunidad, cualquier niño puede brillar. Dado el tipo correcto de dirección y guía, cualquier niño puede convertirse en una gran persona. Miren los sistemas de cuidado de la salud. Se trata de un mero negocio que están realizando – no salud, no cuidado. Se trata sólo de riqueza y no hay nada de salud allí. Si esta situación continúa de la misma manera, no hay esperanza para este mundo. Esta situación no requiere de discusiones, conferencias o reuniones, pero sí una acción para cambiarla. La tarea parece insuperable, el obstáculo es muy grande y probablemente la mayoría de la gente ni siquiera cree que esto pueda cambiar. Sin embargo, creo firmemente que esto puede cambiar si todos nos juntamos para hacer un esfuerzo.
Teniendo en cuenta sus problemas como propios, y agradeciendo a Dios por no tener que pasar por eso y expresando esta gratitud compartiendo y cuidando, es la unica manera de enderezar esta sociedad que se deteriora día tras día. Cuando nuestros devotos se extiendan por todo el mundo, olviden sus propias ideas egoístas, se olviden de su propio futuro y de su propia seguridad, y compartan desinteresadamente todo lo que tienen para estos niños, para estas personas afectadas, definitivamente el mundo se estará volviendo mejor. Hay que levantar una montaña – una montaña de aflicción, de miseria, de dolor, de privación, de sufrimiento de la humanidad, hay que levantarla y les pido a todos ustedes que vengan y se unan a Mí en el levantamiento de esta carga de la tierra. Tengan fe en que todo es posible si Dios quiere y ponemos esfuerzo. Aquellos que de todo corazón, con fe completa e inocente, se unan y participen, se convertirán en parte de la historia – Su historia – el resto no tendrá nombre y nunca volverá a ser recordado.
Fuente: Sai Vrinda
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.