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Apuntes del Discurso Divino del 25 de octubre de 2015 POR LA TARDE
♥ Om Sri Sai Ram. Bhagavan está aquí, sentado en este trono, vistiendo túnica ocre. Le rogamos que nos dé Su mensaje. Yo repito lo que Él dice.
Oh, bravo hijo de Bharat, escucha esto. ¿Qué es lo que tienes cuando naces? ¿Qué es lo que te llevas cuando mueres y abandonas este mundo? ¿Cuánto dinero te llevas cuando abandonas este mundo?
Encarnaciones del Amor Divino. Cuando nacen, ustedes vienen con las manos vacías. Al nacer, no tenían ni siquiera un trozo de tela. No sólo eso; cuando abandonan este mundo lo hacen también de la misma manera. Nada de lo que obtengan en este mundo podrán llevarlo fuera de este mundo. Lo importante es lo que dejan en este mundo cuando lo abandonan. En las vidas humanas hallamos a muchos invirtiendo gran esfuerzo y sometiéndose a toda clase de penurias en busca de riqueza, renombre, fama, posición y autoridad. Finalmente, nada queda con ellos. Sólo lo que han hecho por los demás, eso es lo único que queda. ¿Dónde queda eso? Queda en los corazones de cada uno, como amor, compasión y nobleza.
Han existido muchos reyes y emperadores, que han peleado muchas batallas. Hoy nadie los recuerda. Tal vez sean parte de los libros de historia que ustedes tienen que estudiar, pero nadie gusta realmente de ellos. Sin embargo aún hoy recordamos y mencionamos a los grandes devotos de Dios, personas de sacrificio, que ayudaron a sus hermanos y sirvieron a la sociedad. En esta vida, que es absolutamente temporaria, lo que queda es la verdad y el buen nombre. Hay mucha gente que sólo hace cosas para su propio provecho, y todo lo que obtienen con sus esfuerzos sólo quieren disfrutarlo ellos mismos. En el Sathya Yuga ustedes tendrán el sentimiento de que tienen que actuar en beneficio de los demás.
Un día, un abuelo estaba sembrando una semilla en su jardín, cuando llegó su nieto. Como todo niño pequeño, comenzó a hacer preguntas a su abuelo. «¿Qué haces? ¿Por qué lo haces? ¿Para qué sirve hacer esto?» Él respondió: «Estoy sembrando la semilla de un árbol de mango». El niño le preguntó: «¿Cuántos años tarda en dar frutos un árbol de mango?». El abuelo respondió: «Por lo menos cinco años». Pero el niño preguntó: «Cómo sabes que vas a vivir otros cinco años, y vas a comer los frutos de este árbol de mango?» El abuelo dijo: «No estoy seguro de vivir otros cinco años. En realidad, en un instante todo le puede ser quitado al ser humano. No estoy seguro de estar vivo el año próximo. ¿Por qué pensaría que voy a vivir otros cinco años?». El niño le preguntó: «¿Y por qué trabajas tan duro bajo el sol, tratando de sembrar una semilla de mango?». El abuelo dijo: «No lo hago por mí mismo. Mi único deseo es que cuando este árbol de mango crezca y dé frutos, tú los comas y pienses en mí. Es por eso que lo hago. Entonces dirás de mí con gran respeto: «A este árbol lo plantó mi abuelo». No importará si me habré ido, o si habré comido de él. Para mí es suficiente con que tú comas sus frutos. En el jardín tenemos muchos árboles, que nos dan buena sombra y frutas. Yo no planté estos árboles; los plantaron mi padre y mi abuelo. Eso es lo que disfrutamos hoy».
Las semillas que ustedes siembran hoy, crecen y ayudan a sus hijos y nietos. Eso es lo que tienen que hacer. Es necesario ayudar a los demás, siempre. El renombre y la fama se convierten en abono sobre el suelo. En cambio la verdad y la buena reputación quedan para siempre. Eso es lo que deben anhelar: buen nombre y verdad. Cuando hacen buenos trabajos, nadie los olvida. La gente no los olvida incluso cuando hacen malas acciones. Deben aspirar siempre a que la gente los recuerde por sus buenas acciones. ¿Qué es una buena acción? Una buena acción es una acción que efectuamos para ayudar a los demás. Ayudar a los demás es punya, mérito. Cuando ayudamos a los demás, esas personas a quienes hemos ayudado, van a ayudar a otros. De esta manera, la ayuda crece.
Ishwar Chandra era un gran hombre. Estableció una institución educativa en Calcuta, que recibía a niños pobres para ayudarlos. Había un niño que no tenía dinero para pagar la tarifa de esa escuela. Al no recibir su pago, el director eliminó su nombre de las listas. Ese niño estaba sentado fuera de la escuela, llorando. Ishwar Chandra pasaba por allí caminando. Vio al niño y le preguntó por qué lloraba. El niño dijo: «No puedo pagar la tarifa de la escuela. Somos muy pobres. Borraron mi nombre de los registros. Por eso lloro». Entonces Ishwar Chandra le dijo: «No te preocupes, ven mañana a la escuela; yo pagaré tus cuotas». Él mismo pagaba la tarifa y se ocupó de que el niño prosiguiera su educación. El niño estaba feliz, y un día llegó corriendo ante Ishwar Chandra. «Señor, ustede me ha ayudado mucho. Por favor dígame cómo puedo yo ayudarlo a usted, de cualquier modo». Ishwar Chandra le dijo entonces al niño: «Muchacho, yo perdí a mi padre muy temprano en la vida, y siempre me fue muy difícil pagar las cuotas de la escuela. Mi nombre fue eliminado de las listas porque no pagaba la tarifa. Yo también estaba llorando fuera de la escuela, y uno de los maestros llegó y me consoló. También me pagó la tarifa. De la misma manera, yo le pregunté: «Usted me pagó la tarifa, ¿qué puedo hacer por usted?». El maestro dijo: «No necesitas hacer nada por mí. Cuando alguien esté lamentándose como tú, por no poder pagar las cuotas, tú tienes que pagárselas. Al pagar tu tarifa yo estoy devolviendo el servicio que me hizo ese maestro. Hoy tú estás en deuda. Cuando puedas ganar dinero y pagar las cuotas de algún otro niño como tú, estarás pagando esta deuda.»
No deseo nada para Mí mismo. Lo tengo todo. Mañana, cuando ustedes ayuden a alguien de esta manera, esa persona estará feliz. Si ustedese encienden la lámpara del amor en sus corazones, podrán encender con ella muchas otras lámparas. Podemos encender muchas lámparas de amor en todas partes, y lograr que el mundo entero esté lleno de luz. Sus cuerpos son las lámparas. El aceite es el amor en sus corazones. La mecha es la mente. La lámpara de la sabiduría puede ser encendida, y encender muchas otras lámparas de sabiduría, cuando todos reciten Asatoma Sat Gamaya (de la irrealidad, guíame a la realidad), Tamaso Ma Jyotir Gamaya (de la oscuridad, guíame a la luz), Mrityor Ma Amritam Gamaya (de la muerte, guíame a la inmortalidad).
¿Qué es esta oscuridad? El egoísmo y el interés personal son la irrealidad. Estos son los sentimientos que surgen de la conciencia del cuerpo, si ustedes cultivan la estrechez de miras de «yo» y «mío». Entonces quedan sujetos a la oscuridad, la irrealidad y la muerte. Si encienden la luz del amor en sus corazones, aman a los demás y los ayudan, entonces serán conducidos a la luz de la inmortalidad.
Muchos de ustedes han estado en Raipur y han visto el hospital. Yo también fui, para asistir a un congreso. Allí, el jefe de Cirugía relató una historia muy sagrada. Había en Madurai un gran cirujano, de sólo 39 años de edad. Su esposa e hijos estaban en Chennai. Él fue la primera persona en efectuar una cuádruple revascularización coronaria en un niño de 7 años, en la India. Salvó la vida del niño mediante una operación de revascularización múltiple. El niño hubiera muerto si no se hubiera hecho esa operación. El cirujano corrió un gran riesgo, rezó a Dios y efectuó la operación. Debido a sus plegarias y a la Gracia de Dios, el niño se puso bien después de la cirugía. Debido a su gran fe, y sin miedo alguno, él emprendió esa operación de alto riesgo. Pero después ocurrió algo peligroso. Este cirujano tuvo un accidente cayendo desde el tercer piso, y perdió la vida. Como ustedes probablemente sepan, cuando una persona muere hay sólo minutos para que su corazón pueda ser transplantado. Sus amigos cirujanos informaron del accidente a la esposa: «Tu esposo ha muerto». Ella dijo: «Mi marido siempre quiso ayudar a los pacientes cardíacos. Si alguien necesita su corazón, extráiganlo y dénselo a la persona que lo necesite. Este es el respeto y honor que quiero ofrendar a mi esposo. Él pasó toda su vida ayudando a los niños, al hacer las operaciones y los transplantes. Sé que un corazón debe ser extraído dentro de los cuatro minutos. Sáquenselo y ayuden a alguien que necesite ese corazón».
Debido a su nobleza y magnanimidad, el corazón de su esposo fue transplantado en el cuerpo de un joven de Maharashtra. Su vida fue salvada. En esa situación tan trágica, cualquier esposa se hubiera lamentado, sintiéndose triste. Pero esta dama pensó en ayudar a los demás mediante el corazón de su esposo. Aún hoy la esposa está feliz sabiendo que el corazón de su esposo late en el cuerpo de alguien. «Mi esposo también quiso ayudar a todos los que padecían de enfermedades del corazón. Por eso, lo que he hecho es un gran honor para él. No fue un error de mi parte dar su corazón a otra persona.» Esa dama utilizó su gran discernimiento, incluso en esa situación tan trágica. Personas así permanecen inmortales en este mundo.
El cuerpo ha venido a este mundo, y tarde o temprano tendrá que partir. Cuando ustedes adquieren cualquier cosa en el mercado, hay una fecha de creación y una de vencimiento. El nacimiento y la muerte siempre trabajan jundos. Las personas serán recordadas aún después de su muerte. Por lo tanto ustedes tienen que vivir con un sentido de sacrificio, todo el tiempo. Lograrán la inmortalidad, no por su actividad, su dinero ni su progenie; sólo la lograrán mediante el sacrificio.
¿En qué consiste esta inmortalidad? Quien no muere es inmortal. El cuerpo tendrá que irse. Es inevitable. Lo que quedará en el mundo son las acciones de ustedes. Narayan Bhatt, quien estableció esta institución, ofrendó para esta causa toda su propiedad y riqueza, de manera muy desinteresada. Debido a su gran sacrificio, hoy muchos niños reciben una buena educación. Su inspiración y sacrificio han inspirado a muchos otros a adoptar el camino del sacrificio, haciendo sagradas sus vidas. Un árbol nace y muere en el mismo lugar. Pero sus semillas serán sembradas en muchos lugares. El árbol seguirá viviendo en muchos lugares. De esa manera llega a ser inmortal. Algún día, ese árbol en particular tendrá que caer. La semilla de ese árbol, sembrada en otra parte, resurgirá como otro árbol. Eso es la inmortalidad. Cuando se enciende una lámpara, en algún momento su luz se apagará. Si ustedes encienden otras lámparas a partir de la primera, la luz seguirá creciendo. Por lo tanto, la luz no conoce la muerte. Eso es lo que significa «Condúcenos de la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad, y de la irrealidad a la realidad». Sólo a través del sacrificio pueden ustedes ser inmortales. Todo lo demás, de acuerdo a las reglas del universo, viene y se va. Todos ustedes deben cultivar ese tipo de amor desinteresado, el sacrificio y el servicio, para crear ese tipo de inmortalidad. La alegría que obtienen del sacrificio, es la inmortalidad.
Hoy una persona Me dijo: «No conozco la experiencia de la Alegría Divina. Si la conociera, al menos podría recrearla una y otra vez». Si quieren aprender a nadar, ¿es posible hacerlo sin meterse en el agua? Si le dicen al profesor «Primero enséñeme a nadar, y luego me meteré en el agua», están planteando un imposible. En primer lugar deben hacer pequeños sacrificios y disfrutar de la alegría que obtienen de ellos. Luego pueden pensar: «Con pequeños sacrificios hemos obtenido algo de alegría; la Alegría Divina será mil veces más grande». Existe la alegría del humano, la alegría del semidiós, la alegría del ángel, y finalmente la Alegría Divina. Luego, mediante el sacrificio pueden ustedes experimentar un poco de alegría. Pueden multiplicarla en sus corazones, y al menos imaginar que la Alegría Divina será un millón de veces mayor.
Cuando ustedes experimentan alegría en sus corazones, también Yo experimento alegría. La alegría de ustedes es Mi alimento. Todos ustedes rezan para que Swami esté sano y feliz. Para una buena vida, es importante la salud. Para la salud es importante el alimento. Ustedes consumen el alimento burdo. Mi alimento es la bienaventuranza de ustedes. Cuando todos ustedes sean felices, Yo estaré fuerte y sano, porque para Mí el alimento es la dicha de ustedes. Sólo a través del sacrificio pueden lograr la bienaventuranza. Cuando se sacrifiquen, y disfruten de la dicha, esa dicha cuidará de Mí, como Mi alimento.
¿Quién soy? Soy la Divinidad dentro de ustedes. A través de la dicha del sacrificio conocerán ustedes su propia divinidad, en sus corazones. Luego, sólo mediante el sacrificio pueden lograr la inmortalidad. Todas las acciones y actividades conducen finalmente a la alegría dentro del corazón. Por eso podemos lograr la auténtica bienaventuranza a través del sacrificio. Las actividades que presenciamos aquí durante los once días últimos fueron el resultado del sacrificio y el esfuerzo de mucha gente. A través de eso, ustedes han disfrutado una abundante felicidad, y la han dado también a los demás. Cuando todos ustedes sean dichosos, Yo también seré dichoso. Por eso, hagan sacrificios y disfruten de la bienaventuranza. Ofrezcan a Swami esa bienaventuranza como alimento. Así Swami estará fuerte y dichoso.
Muy feliz. Todos los Seva Dal se van hoy a sus hogares. No piensen que se van solos: Yo voy con ustedes. Cuando ustedes rezan «Swami, quédate siempre con nosotros», con seguridad estoy con ustedes. Pero ustedes deben estar siempre conmigo. Sumerjan a sus mentes siempre en Dios. Hagan que sus corazones se llenen de la luz de la sabiduría. Compartan esta luz con todos, y den alegría a todos.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Por favor recuerden que estos son apuntes tomados apresuradamente, pequeños refrigerios que nos ayuden a actuar como Dios (ser Dios), del discurso pronunciado por SUKSHMA BABA en Muddenahalli. Esto NO es el discurso completo, palabra por palabra. Tampoco estos apuntes transmiten el sentimiento divino o energía divina que en esos momentos fluye en abundancia. Si ustedes desean la energía divina palabra por palabra, de corazón a corazón, diríjanse a su propio interior, o asistan a estos discursos. Disfruten de estos humildes apuntes.
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