ÉL NOS ENSEÑA LA RENDICIÓN
por Sri Madhusudan Naidu
Muddenahalli, 3/9/2018
«Con gran humildad cuando te entregas, suceden grandes milagros. Cuando el sentido del ‘hacedor’ se introduce, ese es el momento en que Su trabajo se detiene»
A veces, nosotros, como Sus servidores o instrumentos, caemos en esta Maya (Ilusión) y comenzamos a desarrollar un sentido de ser los hacedores. Empieza a filtrarse en nuestros seres sin nuestro conocimiento y comenzamos a olvidar el propósito mismo, el núcleo mismo de por qué vinimos aquí o qué quiere Él hacer con nosotros. Aunque decimos que Dios está en el centro de nuestros corazones, lentamente vemos un desvio de esa verdad. ¡Nuestra posición, nuestras actividades se vuelven más importantes que Swami! Veo este deslizamiento de vez en cuando. Incluso pierdo mi equilibrio a veces con tantas actividades alrededor. Y comenzamos a fallar en nuestros esfuerzos porque en el momento en que nos alejamos de lo que Él quiere que hagamos, no nos permitirá tener éxito en ninguna otra cosa. Esa es Su misericordia para nosotros. Esa es Su compasión con nosotros. Si Él nos permite tener éxito en cualquier otra cosa que nos haga desviarnos de esto, entonces estaría perdiendo la propia trama (plan, proyecto) de por qué está haciendo las cosas. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero explicar con un ejemplo.
Cuando comencé a trabajar para Swami de esta manera, era muy inocente en ese momento como cada nuevo devoto que viene a Él. Estaba a Su completa disposición. Luego, lentamente, el trabajo empezó a aumentar. En algún lugar, un poco de autoresponsabilidad comenzó a introducirse. ‘Tengo que conocer a esta gente. Tengo que viajar allí. Tengo que hacer estas cosas’. Lentamente, esto fue creciendo en mí sin que me diera cuenta. «Te estás volviendo más importante que el propósito por el que viniste aquí en primer lugar».
Asi sucedió recientemente con un flujo de actividades. Swami inicia una cosa aquí y cuando estamos prestando atención a eso, Él comienza algo en otro lugar y cuando entendemos lo que está haciendo, siempre hay algo más que hacer. Y asi prosigue. Hasta ahora está sucediendo con mucho éxito como es evidente, porque nadie tiene el récord de abrir tantas instituciones en un lapso de tiempo tan corto otro que no sea Swami y este Fideicomiso particular trabajando para Él. ¡En siete años, estas muchas instituciones, incluídos los hospitales especializados, es algo que no se escucha en ningún otro lugar! Recientemente, nos quedamos atascados en algún sitio. No se estaba avanzando. Y estaba pensando, ‘Estamos haciendo todo esto por Swami. ¿Por qué Swami no permite que las cosas sucedan? ¿Por qué las cosas se estancan cada tanto? Me estaba volviendo inquieto dentro de mí. Así que cada vez que me sentaba y alguien me enviaba un mensaje, ‘¡Madhusudan! ¡Por favor, transmítele esto a Swami! No está ocurriendo. Está paralizado’. Y luego otra persona también envió el mensaje sobre la misma cosa, me sentía terrible. Y yo estaba como, ‘¿Qué es esto Swami? ¿No estamos trabajando para Ti? ¿No puedes ayudarnos con esto?’ ¡Decimos que lo estamos haciendo por Él, pero también lo hacemos en nuestro beneficio! ‘¡Oh! ¡Estoy a cargo de este proyecto en particular!’ En algún lugar el ‘hacedor’ se ha deslizado en nuestro interior. Swami lo percibe. Y una vez que Él lo sabe, Él detendrá el trabajo. Ha detenido muchos trabajos como este. Swami nos da fechas límite y, al mismo tiempo, nada se mueve. Terminamos contra una pared y nada sucede, obstáculos por todas partes.
Un día, recientemente, porque esto es lo último, caliente del horno, quiero compartirlo con ustedes. Estábamos en Gulbarga y me sentí abrumado por ciertas cosas que no avanzaban en la dirección correcta a pesar de los esfuerzos de tantos de nosotros. Las finanzas se complicaron y no habia progreso. Una institución tan grande y tenemos salarios para pagar cada mes. Y es una gran responsabilidad hacia tantas familias. Por supuesto, la responsabilidad es completamente de Swami, pero tendemos a olvidar eso porque firmamos un cheque o transferimos dinero. Creemos que está sucediendo por causa nuestra. Y ese es el dilema en el que todos caemos. Así que estábamos tocando fondo y yo estaba nervioso e inquieto. Fui a Su habitación y estaba un poco alterado con Él diciendo que no estaba reconociendo nuestros esfuerzos. Que Él no nos estaba apoyando. Me senté frente a Él con una mente perturbada, sentimientos desagradables. Él me miró. Entendió que de nuevo habia caido en una ilusión . Él sabe cómo tratar conmigo. Entonces, no hablará cuando yo hablo. Sabe que voy a parlotear algo y no tiene sentido responderme porque no voy a escuchar nada. Seguí diciendo, hacemos esto por Ti. ¡Tantas personas están haciendo tanto por Ti (Como si Él no lo supiera y como si yo estuviera llamando a todos y los pusiera a Sus pies!). Cuando terminé de desahogarme, me pidió que cerrara los ojos. Cerré mis ojos. Y luego vi a un hombre bajo con bigote parado con las palmas plegadas. Este hombre era como un Yaksha, un semidiós. Tenía bóvedas llenas de oro rodeándolo. ¡Tanta riqueza a su alrededor! Entonces Swami dijo, ‘¡Este es Kubera!’ ¡El Señor de la Riqueza! ‘¡Mira, está de pie con las manos plegadas esperando Mi orden!’ Y luego dije: ‘Kubera está de pie con las palmas dobladas, pero aquí hay personas afuera. ¡Tenemos que pagarles para que esto funcione!’ (Risas) Swami preguntó, ‘¿acerca de qué te has vuelto tan inquieto? Antha Maya! Okka Kshanamu lo Srististhanu, Maro Kshanamu lo Mayam Chestanu! (Todo esto es ilusión. En un momento, puedo crear todo esto y en el siguiente momento puedo hacerlo desaparecer) Eso es todo lo que es. Pero ese no es el propósito. ¡Los hospitales son Maya! ¡Las escuelas son Maya! ¡Todos los proyectos que estamos pensando que hacemos son Maya! Ese no es el propósito’. Luego pregunté, ‘¿cuál es el propósito por el que nos haces hacer todo esto?’ Dijo: «¡Para enseñarles a rendirse a Mí!» ¡Ningún otro propósito!
‘Entonces, ¿qué tengo que hacer ahora?’
‘Simplemente ríndete a Mí y di: Swami, Tú eres el hacedor. ¡Tú sabes todo! No somos nada. Con gran humildad, ofrezco todos los asuntos y problemas a Tus pies. Y Tú decide cómo quieres que procedamos’.
Afortunadamente, entendí lo que estaba diciendo. Mi mente se había calmado para entonces. Estaba en posición de escuchar y entender lo que estaba diciendo. Él dijo de sólo entregarnos a Él y eso es todo lo que quiere de nosotros. En el momento en que lo hagamos, todo sucederá.
Todo el día me senté y oré. A menudo, no rezo en estos dias porque saben empezamos a tomar a Dios por sentado. ¡No creo que Arjuna estuviera orando frente a Krishna todos los días, excepto en la batalla de Kurukshetra cuando vio la Vishwaroopa! (la forma cósmica) Ese día yo realmente me senté y contemplé en este pensamiento de por qué Él hace que las cosas no sucedan. Sólo para enseñarnos a rendirnos. Porque repentinamente cuando nos involucramos como ‘hacedores’, ese es el momento en que Él detiene todo. Tenemos que analizar y hacer algo de introspección y saber para qué estamos trabajando y por qué estamos aquí en primer lugar. Con gran humildad cuando se entregan, ocurren grandes milagros. Lo vi suceder. Esos cuatro o cinco problemas persistentes, que simplemente no se movían hasta entonces, por la tarde recibí una llamada de los cinco miembros asociados con esas cinco obras que estaban estancadas, todos dijeron que estaban progresando ahora. Y luego aprendí esta gran lección de Swami una vez más. Sentí que lo volvía a aprender. Lo había aprendido antes, pero lo había olvidado. Y Él me enseñó de nuevo. Es sólo la rendición a Dios lo que hará que las cosas sucedan …
Sri Madhusudan Naidu en ‘Tattva Sameeksha’ (3 de septiembre de 2018), Sathya Sai Grama, Muddenahalli
(‘Tattva Sameeksha’ es una sesión de Charla de eminentes oradores, brindada a los residentes del Ashram de Sathya Sai Grama en Muddenahalli)
Fuente: Sri Sathya Sai Vrinda
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.