¿CÓMO COMENZÓ TODO?
por Sri Madhusudhan Naidu
Siendo un alumno del Instituto de Educación Superior Sri Sathya Sai, Madhusudan Rao Naidu se unió al campus de Brindavan en 1996 para obtener una licenciatura en Química, por la cual recibió la medalla de oro de manos de Swami. Luego pasó a completar su maestría en Química en el campus de Prashanthi Nilayam. Más tarde, se matriculó en el programa de MBA en el Instituto, una vez más obtuvo la medalla de oro otorgada por Swami por ser el primero de su clase.
De un talento versatil, Sri Madhusudan se destacó en las artes y la música durante su vida estudiantil. Formó parte de la banda de música de la Universidad y representó muchos papeles en los dramas teatrales, dirigidos por Bhagavan mismo. Un orador prolífico y talentoso artista, una vez Swami le ofreció la oportunidad única de pintar los retratos de Sus padres biológicos: la madre Easwaramma y el padre Sri Pedda Venkappa Raju.
Dotado con la extraña bendición de poder ver, hablar y escuchar a Swami en Su forma sutil, ahora ha dedicado su vida a ser un instrumento en Sus manos, ayudando a servir y difundir la misión de amor y paz de Bhagavan en el mundo.
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«Fue en el último día de nuestro viaje a Kodaikanal con Bhagavan en el verano de 2003. Mientras estaba haciendo padanamaskar (reverencia a Sus sagrados pies) a Swami, juguetonamente tocó mi cabeza y me preguntó: ‘¿Qué va a hacer a continuación, señor?’ Mi Maestría en Negocios en el Instituto de Educación Superior Sri Sathya Sai, Prasanthi Nilayam había llegado a su fin. Después de haber pasado los siete mejores años de mi vida a Sus pies, desde 1996 hasta ese día, no tenía animo para volver a mi ciudad natal, cerca de Raipur, en el estado de Chhattisgarh, a 1200 kilómetros de distancia.
En tono de oración respondi, «Swami quiero estar a Tus Pies».
«¡No hay lugar a Mis Pies! Si todos ustedes se quedan aquí, ¿quién me servirá afuera? Ve y propaga los ideales de Swami en el mundo exterior», instruyó Swami. ¡Poco comprendí entonces el propósito y el significado de esas pocas palabras!
– El plan divino se despliega
Swami me bendijo para trabajar en un banco privado en Bangalore, Karnataka, y graciosamente me permitió visitar Prasanthi Nilayam para tener Su darshan con frecuencia. Él compasivamente preguntó por mi trabajo y mi vida durante muchas de esas visitas. Sin embargo, nunca me permitió dejar mi trabajo y permanecer con El en Puttaparti a pesar de varias ansiosas peticiones. Había un propósito más allá de mi comprensión.
Finalmente, después de seis años, me permitió dejar mi trabajo pero aún no quería que fuera a Prashanthi Nilayam. Estaba solo, hasta que un día en marzo de 2011, eligió aparecer en mi casa en Bangalore.
Me encontraba orando, sentado frente a Su silla en Su habitación de nuestra casa, cuando tuve la fuerte sensación de que Swami estaba sentado en la silla y decia algo que podía entender. Durante varias largas interacciones con Él mientras estaba haciendo mi post-graduación, Swami muy amablemente me habló, me guió y se refirio a diversos asuntos: acerca de Si mismo, Su misión, Sus devotos y Sus planes para el futuro. Entonces, no fue demasiado difícil para mí reconocer que realmente era Swami, quien estaba sentado en mi casa ese día. La misma voz meliflua, el dulce telugu y los mismos gestos únicos de nuestro Swami no escaparon a mi atención.
Por supuesto, todavía era un poco extraño. Nunca antes había experimentado algo como esto, incluso cuando fui estudiante durante siete años. Pensé que estaba alucinando porque, como todos los demás, yo también había estado orando y pensando mucho en Swami ya que no se estaba sintiendo bien. Sin embargo, Swami siguió viniendo todos los días y siguió hablándome en Telugu, lo que pude entender claramente.
Un buen día, Él dijo: «Dudas si soy Yo o es tu imaginación. Mira, tu amigo Sridhar vendrá ahora; en diez minutos tocará el timbre, entrará y te dará una caja con el desayuno». Eso fue a las 8 en punto de la mañana. Sridhar era mi compañero de clase cuando estudiaba en Puttaparthi. Pero no lo había visto durante meses, aunque residiamos en la misma ciudad. Pacientemente esperé que esto sucediera para confirmar mi fe.
Y acontecio! En diez minutos, escuché el timbre. Cuando abrí la puerta, Sridhar estaba parado allí. Y no sólo estaba de pie, sino que estaba sosteniendo una caja en su mano, en la que me traia el desayuno. Un poco sorprendido por esta visita no anunciada, le pregunté, «¿Qué te hizo venir tan temprano por la mañana, sin siquiera llamarme?» Él dijo: «Nada específico. Mi esposa y yo mientras desayunábamos sentimos que no te habíamos visto por mucho tiempo. Entonces mi esposa dijo: ¿Por qué no vas a ver a Madhusudan en tu camino a la oficina y le ofreces un poco de desayuno?» Este incidente selló mi fe: ahora estaba absolutamente seguro de que no era solo una alucinación o mi imaginación, ¡de hecho era Swami quien me estaba hablando!
A partir de entonces, esto se convirtió en un fenómeno regular. Swami vino, me habló y me dijo muchas cosas, incluso cuando ingresó en el hospital. Luego llegó el día en que los doctores declararon a Swami como ‘muerto’. Me sorprendió porque siguió diciendo, «Volveré. Si tienes fe, volveré». Creí sinceramente que saldría del hospital, caminaría entre nosotros de nuevo y demostraría al mundo entero que Él es Dios y, por lo tanto, que estaba más allá del tratamiento médico, es asi como muchos de nosotros pensabamos en ese momento. Pensamos que era Su leela, que estaba jugando un juego y que se recuperaría de la cama del hospital para volver a tener buena salud e incluso caminar. Swami solía decir, «Correré un día, voy a volar por el cielo». Solía creer que, en realidad, físicamente haría todas esas cosas. Así fue como muchos de nosotros pensabamos en ese momento. ¡Pero no sucedió!
– Las pruebas son de Su agrado
El 24 de abril de 2011, volví a Su habitación en mi casa y comencé a llorar: «¿Qué está pasando, Swami? Dijiste que regresarías, pero puede que eso no ocurra. ¡Todos dicen que te has ido!»
Inmediatamente, Swami apareció en la habitación y en un tono suave, dijo: «No, no, esto es todo tamaashaa (espectáculo). ¿Donde puedo ir? Estoy aquí frente a ti».
No satisfecho con Su respuesta, clame: «Estás aquí frente a mí, pero allí te están sacando el respirador y te pondrán dentro del ataud. Ellos te enterrarán».
Con una expresión resuelta, Él respondió: «No. Estoy aqui contigo. Siempre estaré aqui. Ve a ver el tamaashaa (el show) a Puttaparti».
Con el corazón palpitando en mi pecho, fui a Puttaparthi, conduciendo solo desde Bangalore, esperando presenciar el milagro del milenio. Pero cuando vi Su cuerpo, yaciendo allí en el ataúd, me partió el corazón. Pensé, «No puede ser cierto. Swami no puede regresar ahora. Mira esto. Lo han sellado en esa caja de hielo. Incluso si estuviera vivo, no sobreviviría a ese frío».
Resultó que después de dos días, se decidió que Su cuerpo sería enterrado en el mismo lugar donde solía sentarse y conceder el darshan.
Estaba llorando esa mañana, diciéndome a mí mismo: «He sido engañado. Me han engañado. Swami dijo que volvería. Él no regresó. Simplemente me engañó».
De repente sentí un golpe en mi cabeza. Fue tan fuerte que me sacudio de mi llanto. Miré hacia arriba, medio esperando que fuera un voluntario sevadal que intentaba decirme algo. ¡Pero era Swami! Él estaba parado allí, en carne y hueso, con una túnica amarilla. Me miró con compasión y me dijo: «¿Por qué lloras?»
Incapaz de controlar mis emociones, rompí a llorar. «Swami, mira allí. Ellos están tomando Tu cuerpo. ¡Van a ponerlo en el hollo en un abrir y cerrar de ojos, y nunca volverás!»
Sin embargo, Swami estaba tan compuesto como siempre. Él dijo: «¿De dónde debería volver? Nunca he ido a ningún lado. Estoy justo aquí contigo. ¿Por qué estás llorando? Ese no soy Yo, es sólo tamaashaa». Él siguió asegurándome. Confié en eso; me dio un poco de consuelo.
– El Gran Plan se desenvuelve
Por supuesto, el «cuerpo» fue enterrado. Todos sabemos eso. Pero Swami siguió viniendo y hablándome. Pensé que era sólo una conversación personal, como la manera en que solía hablar conmigo durante mis días de estudiante. Pero, finalmente, me di cuenta de que estaba en una misión más grande. Poco a poco, comenzó a hablarme sobre la necesidad de construir primero un Hospital de Súper Especialidades en Raipur (Chhattisgarh) y luego en muchos otros estados. También me dijo que habría muchas nuevas escuelas en Karnataka en todos los distritos. Habrá proyectos de suministro de agua potable en muchos estados del país. ¡Y todo esto se haria dentro de los próximos diez años de Su vida!
Swami también me explicó que no podía continuar físicamente porque le era imposible siquiera cepillarse los dientes, vestirse y cuidar de Sí mismo. Estaba demasiado por debajo de Su dignidad como para depender de los demás durante tanto tiempo. Por lo tanto, decidió abandonar el «coche viejo», como llamó al cuerpo, que ya no funcionaba y cambiarlo por un «auto nuevo» que podría ir más rápido hacia el mismo objetivo de transformación. «La ruta es la misma. La meta es la misma. Es sólo el automóvil el que ha cambiado», comentó.
Luego explicó que tiene cuatro formas. La forma física, o Sthoola Shareera, como todos tenemos. Luego, está la Forma Sutil, o Sookshma Shareera, que es la mente con sentimientos y pensamientos. Es como la forma física pero sin carne ni huesos. Entonces, hay una forma más alta, el Sutil Superior, o el Athi Sookshma Shareera, y así es como Él entra en los sueños y la meditación de la gente. Y finalmente, la Omnipresente Forma Súper Sutil, o Para Sookshma Shareera, en la que Él está presente en cada ser y en cada átomo, en todas partes.
«Estaré en esta Forma Sutil, que es como la forma física, sin carne ni huesos», Swami dijo. Así es como Él llevará adelante Su misión. «Mi trabajo aún no ha terminado», declaró. «Mantenganse desinteresados y puros, para que pueda usarlos a todos como Mis instrumentos. No tengo un cuerpo, pero usaré sus cuerpos para hacer Mi trabajo. Sus manos serán mis manos, sus pies serán mis pies, sus palabras serán mis palabras y sus acciones serán mis acciones. Sean desinteresados. Gloriosos tiempos están por venir, cuando todo el mundo se convertirá en ‘Sai mayam’ (lleno de Sai). Pronto, regresaré en otra forma física como Prema Sai, quien los guiará a todos y continuará el trabajo».
por Sri Madhusudan Naidu
Fuente: Sai Vrinda
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.