RETIRO DE VERANO EN KODAI – 20 de mayo de 2018
Era la mañana de la partida después de pasar diez días sublimes en la proximidad de Dios en el regazo de la propia creación de Dios. Los días literalmente comenzaron con Dios y terminaron con Dios – teniendo su Darshan, Sparshan y Sambhashan (Visión, conversación y contacto), hablándole, riéndose con Él, jugando con Él, cenando con Él y sobre todo aprendiendo de Él a cada minuto, cada segundo.
Después de jugar a las escondidas entre las nubes en los últimos días, el sol salió y resplandeciendo, trajo alegría y emoción a todos, ya que el séquito de invitados y estudiantes tuvo la bendición de viajar una vez más con el Señor, literalmente, volar a través del cielo con Él.
Después de un desayuno ligero, todos se reunieron para la sesión de despedida. Cuando Swami salió de Su habitación en el piso de arriba, repartió chocolates entre todos. El viaje comenzaría con un recorrido cuesta abajo a través de curvas cerradas y más curvas en el sector de ghats, que generalmente causan náuseas y malestares de viajero. La madre cariñosa que es Él, aconsejó comer los chocolates en caso de que uno sintiera tal sensación, ¡y la dulce medicina vino a la mano para la mayoría!
Los bhajans estaban en progreso y Swami tomó Su asiento asegurando que todos hubiesen recibido Prasadam de Sus manos. Una torta especial había sido ordenada y puesta, pues era el cumpleaños de un niño pequeño, Pranav Sai. Swami luego lo bendijo y le pidió que cortara el pastel, el momento que había estado esperando toda la mañana, ¡y felizmente lo hizo!
Swami llamó al padre del niño, el hermano Anand Kadali, quien lidera desinteresadamente el Servicio de Desayuno Annapoorna y es una inspiración para muchos; él ha abandonado una lucrativa carrera en una importante compañía multinacional, Hewlett Packard, para poder servir a Swami a tiempo completo a través del Programa de Annapoorna. La familia también se mudó recientemente a Muddenahalli para permanecer cerca de Bhagavan. Swami también habló del soporte brindado por su esposa, Smt Radhika Kadali, que es una ingeniera y ha apoyado y sostenido a su esposo a pesar de todo, para así poder continuar con las actividades de Seva. Swami reveló que la familia quería ofrecerle todo a Él, incluido un piso que habían comprado en Bangalore, y que ella le había estado orando intensamente en los últimos meses. Bendiciéndola con una muestra de Su amor, explicó que tal coraje y entrega es el resultado de la devoción a Dios por su fe y convicción de que Bhagavan se encargará de todas sus necesidades. «Cuando Dios está a tu lado, contigo, encima, debajo de ti, en todas partes, ¡no deben temer nunca nada! La fe en Dios implica automáticamente la ausencia de temor, y si hay incluso un rastro de incertidumbre, especialmente del futuro, una situación común para la mayoría de las personas, sólo indica que la fe no es lo suficientemente fuerte».
Como el reloj indicaba que la hora de la partida se acercaba, Mangala Arati fue ofrecido a Bhagavan. Él Instó a todos a almorzar temprano y partir en sus respectivos vehículos designados, prometiendo unirse a ellos pronto. El convoy junto con Swami finalmente se fue al mediodía para una breve parada de refrigerios en un complejo en camino a Madurai y, posteriormente, al aeropuerto de Madurai, donde todos volaron de regreso a Bangalore. El amor de Dios no conoce límites. Incluso cuando los bendecidos devotos y estudiantes que viajaron con el Señor en el vuelo fletado descendieron, ¡Él se paró en la puerta dando chocolates a todas y cada una de las personas a pesar de un largo día! La dulzura de estos recuerdos permanecerá en los corazones de los devotos para siempre.
El retiro de diez días en la cima de la colina fue de hecho una experiencia única para todos para regocijarse, reflexionar, rejuvenecer, recordar y permanecer agradecidos por el derramamiento del amor de Swami y las abundantes bendiciones recibidas, y compartir el mismo amor con todos los demás. Kodai con Swami siempre será un recuerdo especial, ya que cada uno anhela y espera otro viaje para el próximo año.
Fuente: Sai Vrinda