DIVINA VISITA – Londres, 30 de marzo de 2018
Era el Viernes Santo, un día que conmemora la crucifixión de Jesucristo y su partida física en el Calvario. La Rev. Leonora con las bendiciones de Swami condujo un hermoso Servicio de Viernes Santo en Sai Grace. Swami luego dio su sermón. Él dijo: «El ángel Gabriel había venido a María y le había contado sobre el nacimiento de un hijo divino. Para Easwaramma también, una luz azul del cielo entró en su útero. Ella se desmayó pensando que algo había salido mal, pero Kondama Raju (su suegro) le dijo que no se preocupara y le aseguró que era un signo divino, ya que uno de los videntes Venkaavadootha le había prometido que Dios mismo encarnaría en su linaje. La Madre Easwaramma estuvo en labor de parto durante mucho tiempo, antes de que Yo naciera. Todos sabían que era un niño divino, pero a medida que pasaba el tiempo debido a la Maya (poder de la ilusión), lo olvidaron. Mostré Mi divinidad, no para exhibirla, sino para recordarles a todos. Jesús, a una temprana edad, dijo que no pertenecía allí, y que tenía mucho trabajo que hacer y muchos lo estaban aguardando. Dejó su hogar y no regresó por muchos años. Fue alrededor del mundo buscando la verdad. Jesús vino al lejano oriente también, y volvió buscando el propósito de la vida. ¡Se dio cuenta de que era servir a la humanidad y enseñarles el camino de Dios! Todos los grandes hombres nacen sólo por el bien de los demás. Ya sea Rama, Krishna, Sai, Buda, Jesús o Mahoma. Todos pueden ser Jesús, todos pueden ser Sai, si sólo cada individuo vive por el bien de los demás. Uno debe llevar una vida de amor y servicio de acuerdo con las enseñanzas de Jesús. Este Viernes Santo, oren y resuelvan que estos sacrificios no serán desperdiciados. ¡Estos Maestros vinieron, imponiéndose tantas restricciones, sufrieron tanto por el bien de los demás, para que cada ser humano pueda volverse Divino! No dejen que la sangre y el sudor de los Maestros sean en vano. ¡Esfuércense por ser divinos y desinteresados! Rindan hoy el homenaje de gratitud a los Maestros».
Swami le dio a cada persona hojas de palma que fueron traídas de Jerusalén y bendijo a todos. Fue un momento divino para todos. Para simbolizar el pan y el vino, pan y agua de Lingam se les dio a todos. Fue una mañana dichosa llena de sentimientos divinos, y cada persona presente agradeció al Señor por esta oportunidad única de estar con el Maestro mismo en este día. Arati fue ofrecido y Bhagavan partió de Sai Grace Ashram a Wimbledon para bendecir a tres devotos visitando sus hogares.
Las incesantes lluvias retrasaron la llegada, y después de más de tres horas en el camino, Swami arribó a la residencia de Sri Vickneswaran y Smt Devanayaki. Él y toda su familia recibieron alegre y emocionadamente al Señor. Después de pasar algunos momentos preciosos con ellos, se dirigió a la residencia de Sri Rajasingam y Smt Vasanthi. Tan pronto como se sentó, hubo un recital de piano de Francesco Paniccia, un carismático compositor y pianista de Italia. Swami luego habló de Jesús nuevamente, diciendo: «Jesús nació en la eternidad. Renunció a su existencia física, ya que sabía que esa no era la verdad. Él sabía que la verdad estaba más allá, y ese era el verdadero nacimiento. Cuando el hombre se da cuenta de esta verdad, es cuando el nacimiento realmente acontece. Este nacimiento es sólo de paso, ya que el verdadero nacimiento es cuando uno nace al verdadero Yo. ¡Y cuando uno realmente nace, uno está verdaderamente liberado». El almuerzo Prasadam se sirvió para todos, y después Swami inauguró el nuevo piso de la casa, que se ha construido para Él. Pasó unos momentos preciosos con la familia antes de partir a la residencia de Sri Deepak y Smt Mona Mehta, a veinte minutos en coche de la residencia de Rajasingam. Y mientras la lluvia continuaba, las flores de cerezo resplandecían en el camino.
Bhagavan bajó del automóvil y fue recibido por la familia, que también incluyó a Saisha, su hija. Fue un evento familiar íntimo, y Swami inauguró la extensión de esta casa también, que fue un conservatorio bellamente hecho. Su trono estaba maravillosamente arreglado, y de la manera más casual, entabló conversación con todos y habló largamente sobre el Campus de Mandya y el próximo nuevo albergue para los niños. Después del té y los refrigerios, se fue a Chigwell y le prometió a los Mehtas que se quedaría en su casa durante Su próxima visita. Abrumados y agradecidos, se entregaron a su Señor una vez más. Cuando uno es testigo de estos momentos únicos de amor entre Dios y Sus hijos, las lágrimas afloran y el versículo de la Biblia, Juan 14:23 viene a la memoria: «Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a Él y haremos nuestra morada con Él». ¡Esto es exactamente lo que la comitiva atestiguó en las tres casas!
Una vez más, la lluvia y el tráfico por el feriado bancario retrasaron la llegada a la residencia de Malhotra en Chigwell. Alrededor de 70 a 80 personas ya estaban sentadas, esperando escuchar al Señor. Todos estaban realmente cansados, y más debido al viaje, ¡pero ver la alegría y la devoción fue una panacea suficiente para recuperar toda la energía perdida! El poder del amor puede ser abrumador. Hubo un refrigerio rápido, y Swami bajó en medio de Bhajans para bendecir a todos los que estaban reunidos. El Dr. Grish Malhotra agradeció a Bhagavan por Su presencia en este Viernes Santo, e invitó a Isaac Tigrett a dirigirse a la reunión. El Sr. Tigrett se quebró cuando comenzó a hablar sobre Jesucristo. Justo esa noche, Swami le había regalado una cruz colgante y así él les recordó a todos el verdadero significado de la Cruz, que simboliza cortar el ‘yo’ o el ego. El Sr. Tigrett instó a todos a evolucionar más allá de las barreras y mostrar compasión por todos. A continuación Sri C Sreenivas habló sobre cómo una mirada, una ligera palabra de Swami puede cambiar el destino de una persona. Narró la historia de un niño de ocho años que había visitado Muddenahalli, y fue bendecido con una mirada de Swami, la que cambió su visión de la vida. Sri B N Narasimha Murthy dijo: «No pueden realizar a Dios escuchando charlas o dando conferencias, o leyendo, o por medio de la inteligencia. ¡Pero cuando Él elige revelarse a ustedes, es la única forma en que lo conocerán! ¡Todos lo conocemos en la medida en que Él nos lo revela!». Habló sobre las similitudes en las vidas de Jesús y Sai, y dijo que la esencia de todas sus enseñanzas era el Amor.
Swami en Su discurso divino expresó: «Cuando se le preguntó ‘¿Quién eres Tú?’, Krishna dijo, ‘No soy un hombre ni un semidiós, ni un célibe, ni un jefe de familia o un renunciante, no soy de la casta Brahmin ni de ninguna otra casta. Lo que realmente soy es ‘Sathya Bodhakaha’, un predicador de la verdad’. Todos los mensajeros de Dios, los Mesías vinieron a predicar la verdad. Todos fueron predicadores de la verdad y nada más. ¿Y qué es esta verdad de la que habla Jesús que los redimirá, una vez que la conozcan? ¡Esa verdad es la verdad de quiénes son realmente! Jesús primero dijo, ‘Yo soy el Mensajero de Dios’. Luego declaró: ‘Yo soy el hijo de Dios’, y finalmente anunció: ‘¡Yo y mi padre somos uno!’ Primero Él pensó que era el cuerpo con un nombre y una forma para difundir el mensaje de Dios. Entonces se dio cuenta de que era más que eso y que había un poder adentro. Luego dijo que esta chispa de fuerza vital es parte del Creador divino, y por lo tanto, declaró: ‘Yo soy el hijo de Dios’. Y finalmente, cuando ahondó en este pensamiento, afirmó: ‘Yo y mi padre somos uno’. ! ‘¡Estos son los tres pasos que uno debe seguir en el camino de Dios!».
Se ofreció Mangala Arati, y la cena Prasadam se sirvió para todos. Swami se retiró por la noche después de la cena.
Fuente: Sai Vrinda
