Divina Visita – 1 y 2 de enero de 2018 – Sri Lanka
Cuando Dios pronuncia algo, debe suceder. Entonces, cuando el Dios encarnado, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, quien compasivamente continúa Su misión desde el reino sutil para transformar a los humanos, para que un día finalmente todos realicen sus verdaderos seres divinos, da Su palabra de que Él llegará a Sri Lanka cada Año Nuevo, esto debe suceder. La comitiva de Swami partió desde el Aeropuerto Internacional de Bangalore por la tarde del 1 de enero de 2018, luego de una hermosa y gloriosa mañana de Satsang de Año Nuevo. Esta vez, la comitiva también incluyó a los estudiantes del último año del Sri Sathya Sai Centro para la Excelencia Humana, miembros del personal, y unos cuantos invitados más.
A su llegada al Aeropuerto Internacional Bandarnaike en Colombo, la comitiva fue amorosamente recibida por la señora Penny Jayewardene, el Hermano Nishanta Dissanayake y otros. Fue un arribo tardío y todos procedieron directamente a sus lugares de alojamiento para la noche en Piliyandala, que está a una hora de Colombo. Los estudiantes y el personal fueron amorosamente alojados en la residencia del Dr. A T Ariyaratne Sarvodaya, como de costumbre. Swami fue conducido directamente a la residencia Jayewardene, y fue amorosamente recibido con Purna Kumbham por los devotos que se habían reunido con mucho amor y devoción. Swami bendijo a todos e instó a todos a retirarse inmediatamente ya que era un poco más de la medianoche.
La mañana siguiente iba a ser un comienzo temprano, una vez más a Batticaloa, pero a través de Nuwara Eliya para visitar algunos templos de importancia del Ramayana. El Hermano Nishanta que siempre conduce a Swami durante las divinas visitas a esta gran isla, estaba por despedirse cuando Swami comentó: “Descansa bien porque mañana tienes que llevarme a Mí. Tú conoces bien la ruta aquí, y Yo conozco bien la ruta en el otro mundo. El Kevat o el barquero se rehusó a aceptar dinero por llevar a Rama al otro lado del río. Él le rezó a Rama y dijo: “Puesto que ambos tenemos la misma profesión, no es justo que yo te cobre, pero cuando sea mi momento, ¡tienes que llevarme al otro lado del océano de Samsara!” Luego, Swami le dijo al Hermano Nishanta: “Entonces, hagamos un trato, ya que tú eres Mi conductor en este mundo, ¡Yo seré tu conductor en el otro mundo!” Fue absolutamente maravilloso oír esta simple conversación entre el Señor y Su devoto, cargado de profundo significado.
A la mañana siguiente, poco después del desayuno, Swami y Su comitiva se dirigieron a Nuwara Eliya, con una parada en una Casa de Descanso en Talawakele, un lugar antes de Nuwara Eliya conocido por sus extensas plantaciones de té, para el almuerzo. Pero primero, Swami junto con unos cuantos invitados, se dirigieron a una escuela de jardín de infantes dirigida por Sri Dr Karunairasan y apoyada por el Sr. Ranjan, ardientes devotos por muchas décadas. La escuela es dirigida principalmente para los niños de todos los trabajadores de la plantación de té e imparte educación integral basada en valores humanos sin costo alguno. La llegada de Swami a ese sitio fue una promesa cumplida para el Dr. Karunairasan, a quien Swami le había asegurado una visita hace dos años.
Después de bendecir a los niños y llenar al personal con renovado entusiasmo para servir más, mientras los guiaba para encontrar un lugar más grande con el fin de construir una escuela primaria que con el tiempo se convertiría en una renombrada escuela residencial, Swami llegó a la Casa de Descanso para almorzar, y fue bienvenido por muchos devotos de Talawakele que se habían congregado para recibir Sus bendiciones. Luego del almuerzo, Swami y Su comitiva avanzaron hasta el Templo Sita Amman, el Ashoka Vana donde Madre Sita fue mantenida cautiva por Ravana.
El viaje al Templo desde Talawakele dura cerca de 45 minutos y es asombroso. Terrazas de plantaciones de té por un lado, magníficas montañas cubiertas con muchos tipos de árboles incluyendo altísimos pinos a la distancia, mientras las nubes acariciaban suavemente el espeso follaje, ¡todo parecía una tierra de hadas!
El templo, pintado en oro y con un matiz único de rosa, está situado en el camino a Nuwara Eliya, y luce absolutamente impresionante contra los exuberantes árboles verdes en el fondo. Un arroyo fluye casi por debajo del templo, y hay una roca donde se sabe que Madre Sita se sentaba y meditaba. El arroyo también abastecía las necesidades de Madre Sita durante Su estadía y se sabe que Ella se bañaba en el mismo.
Señalando una alta colina frente al templo, Swami reveló que después de recibir las direcciones de Vibhishana, Hanuman vino a esta área y subió a esa colina para buscar a Madre Sita, y fue entonces cuando se dio cuenta de que Ella estaba junto a este arroyo y bajó a encontrarse con Ella. Swami luego reveló varios aspectos de la estancia de Madre Sita y les contó a todos que Ella estaba todo el tiempo cantando el nombre de Rama, y Su pureza tenía tal poder que Ravana no podía siquiera acercarse a Ella.
El templo ha sido construido en el lugar exacto donde Hanuman se encontró con Madre Sita, cuando él llegó a buscarla con el anillo de Rama. Ante Su difícil situación, dolor y sufrimiento, Swami reveló que Hanuman lloró profundamente y no pudo abrir su boca ni decir una palabra. Él le ofreció el anillo, y Madre Sita entendió todo. No hubo nada que decir. Hanuman estaba perplejo y le preguntó a Madre Sita de qué manera él debía ir y transmitir este encuentro con su Señor Rama, puesto que Ella estaba derramando lágrimas, y de regresó ahí, el Señor estaba en un estado similar. Hanuman no podía soportarlo más y le dijo a Madre Sita que él la cargaría en sus hombros y la llevaría de regreso al Señor Rama. Pero Ella se negó y dijo: “No, esto no es Dharma, y al Señor Rama no le gustará. Él ha venido a establecer el Dharma, y Él debe venir aquí para vencer a Ravana y llevarme de manera legítima. Si tú me llevas de esta manera, ¿cuán diferente eres de Ravana? Él me secuestró allí, ¿y tú quieres hacer lo mismo desde aquí? Nadie puede tocarme, ¡Rama está en mi corazón!” Mientras narraba todo esto, ¡Swami manifestó un anillo con una gran piedra azul engarzada en una base adornada en oro, diciendo que era la réplica exacta del anillo de Rama que Él había creado ahora de los cinco elementos para que Su comitiva lo viera! Había tanta emoción en el aire, ¡y Swami se lo ofreció a todos para que lo vieran, tocaran y se deleitaran en ese momento de dicha absoluta! Después de que el anillo dio la vuelta y todos lo tocaron para el contento de sus corazones, ¡Swami se lo dio a Sri B N Narasimha Murthy para que lo mantuviera a salvo!
A continuación, Swami se dirigió al sitio donde Hanuman le dio el anillo a Madre Sita junto al arroyo, y también realizó Arati. Luego de pasar preciosos momentos en el templo, se tomaron fotografías grupales con Sai Rama, un recuerdo para toda la vida antes de que el Señor y Su comitiva continuaran hacia el siguiente templo en Divurumpola, donde Madre Sita sufrió el Agni Pariksha, la prueba de fuego para comprobar Su castidad. Se dice que Agni, el Dios del fuego, levantó a Madre Sita de las llamas y la presentó ante el Señor Rama, quien había explicado que esta prueba era necesaria únicamente para comprobar la verdad de Su pureza e inocencia ante todos los demás. Swami reveló varios aspectos impresionantes de este episodio del Agni Pariksha, ¡incluyendo cómo fue realizado el intercambio de la verdadera Madre Sita con el Dios fuego para una Maya Sita (sombra Sita) antes del secuestro por Ravana! Swami y Su comitiva caminaron alrededor del templo donde había una enorme estatua de Madre Sita de casi nueve pies de alto, y probablemente la única estatua en el mundo.
Después, Swami junto con todos los demás llegaron a sus hoteles en Nuwara Eliya junto a un bonito lago para descansar por la noche, después de la cena.
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Fuente: Sai Vrinda
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.