VAIKUNTHA EKADASI, ESPECIAL HISTORIA DETRÁS DE LA FOTO
¡Om Sri Sai Ram! Hoy es la ocasión más sagrada y auspiciosa de Vaikuntha Ekadasi (la adoración de Vishnu, conforme la tradición Vaishnava) … el día en que las puertas de Vaikuntha (la morada celestial de Vishnu) se abren para que todas las almas de corazón puro alcancen los Pies de Loto. Millones de devotos adoran al Señor en este día, pidiendo bendiciones de diversos tipos, apretujados en los templos vaishnavitas para obtener una visión única del Señor y sentir la alegría de Su presencia. Pero cuán afortunados somos, porque hemos visto a ese mismo Narayana (el Ser supremo para el hinduísmo) en forma humana como nuestro más amado Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Este muy hermoso Señor nuestro vino a liberar al hombre de toda negatividad, proteger y otorgar alegría a los devotos, y fomentar los Vedas y el Dharma. Aunque se comportó como un ser humano, riendo, hablando y pasando el tiempo como uno de nosotros, hubieron esos momentos en los que revelaría esta completa naturaleza Divina suya y nos recordaría a todos que Él es ese mismo Vaikunthadhipati que vino a redimir a la humanidad. La imágen que ven en esta publicación muestra uno de esos momentos … y aquí está la historia que lleva detrás.
Durante las celebraciones de Dasara en 1961, Bhagavan comenzó el Veda Purusha Saptaha Jnana Yagna en Prasanthi Nilayam (un poderoso Yagna o ritual védico frente al fuego sagrado, acompañado de mantras) con el propósito de establecer la paz mundial, el bienestar y la armonía. Para llevar a cabo este yagna, varios sacerdotes de la ciudad de Venkatagiri fueron llamados a instancias de Bhagavan con la ayuda del Raja de Venkatagiri, que era un ferviente devoto. Ahora, estos sacerdotes eran extremadamente eruditos … y con eso vino una gran carga de ego. Cuando estos purohits (sacerdotes védicos) oyeron que un joven llamado Sathya Sai Baba estaba llevando a cabo un yagna en Puttaparthi, pensaron dentro de sí mismos, «¿Cómo puede un no-Brahmin conducir yagnas? ¿Qué sabe Él acerca de los Vedas, los Shastras y los Agamas (procedimientos para realizar diversos rituales)?»¡Sin embargo, un erudito nunca pierde una oportunidad de exhibir su conocimiento! Y así fue como estos sacerdotes, llenos de dudas y escepticismo en su corazón, viajaron a Prasanthi Nilayam para realizar el yagna.
El Yagna comenzó, y todos los sacerdotes participaron activamente en sus respectivas tareas, ya sea Veda Parayana, Linga Pooja, Surya Namaskar, Bhagavatha y Ramayana Parayanam, etc.(diversos procedimientos del yagna). Bhagavan caminó de un lado a otro por el escenario, supervisando todo el proceso. Y para sorpresa de todos los sacerdotes presentes, Swami se paró frente a ellos cantando el Vedam, los detuvo y ¡comenzó a corregirlos! Reveló tales sutilezas de pronunciación y significados de los versos que estaban cantando que los abatió por completo. Dio explicaciones en las que nunca habían pensado … ¡tan simples pero tan profundas! Fue entonces cuando comenzaron a darse cuenta de que este «no-brahmin» era en verdad Brahman mismo … la forma suprema de Dios.
Pero aún no estaban completamente convencidos. «Tal vez ha aprendido algunas escrituras de otras personas y ahora está repitiendo eso», pensaron. Un día, durante el festival de Dasara, Swami estaba hablando con los sacerdotes. Siendo todavía los incrédulos Tomases que eran, comenzaron a arrojar a Swami las preguntas más difíciles que podían pensar … lo que ciertos versos significaban, cuál era el sentido de rituales específicos, etc. Swami se sentó como en una audiencia del Congreso, respondiendo cada pregunta al instante , sin esfuerzo, y espontáneamente con una sonrisa en Su rostro. Los sacerdotes estaban asombrados … ¿Cómo podría un chico de aldea con sólo una educación de octavo grado tener tanto conocimiento? ¡Sus respuestas fueron en sí mismas enseñanzas y aprendizajes para ellos!
En este punto, su fe estaba casi firmemente establecida … salvo una pregunta final. Preguntaron: «Swami, ¿cuál es la diferencia entre Tu y los santos como Ramakrishna Paramahamsa y Ramana Maharishi?». Muchos años después, Swami, al narrar este incidente a los estudiantes de Trayee Brindavan, recordaría amorosamente: «No respondí nada. Tomé Mi mano izquierda y la levanté … Tomé mi mano derecha y la bajé. Los sacerdotes inmediatamente supieron a qué me refería. Rishis como Ramakrishna Paramahamsa fueron ejemplos de hombres ascendiendo al nivel de Dios (simbolizado por la mano izquierda levantada), mientras que Yo soy Dios descendiendo al nivel del hombre (simbolizado por la mano derecha bajada)!». Al recibir esta sutil pero sin embargo sorprendente respuesta, todos los sacerdotes inmediatamente cayeron a los pies de loto de Swami. Sus dudas fueron aclaradas … el mismo Señor a quien habían estado adorando por tantos años estaba justo en frente de ellos en esta dulce y encantadora forma de Sri Sathya Sai … nuestro Sai Narayana. A partir de ese momento, todos se convirtieron en incondicionales devotos de Bhagavan.
Esto está bien, pero ¿qué tiene que ver todo esto con la imagen de abajo? Aquí viene el clímax de la historia. Habiéndose dado cuenta de quién es realmente Swami y habiéndose entregado a Él, sintieron que debían hacer algo para ofrecerle su gratitud por darles la oportunidad dorada de servirlo a través de este yagna, por llevarlos a todos a Sus Pies de Loto. Entonces tuvieron una reunión y comenzaron a intercambiar ideas. Después de una larga discusión, se decidió presentar un programa en Su Divina Presencia en el día de Vijaya Dasami. Este programa, titulado ‘Tribhuvana Vijayam’, se basaría en esas historias de la tradición Puránica en las que los devas corren hacia el Señor Vishnu y le suplican que salve al mundo de la injusticia y la maldad, proteja al bien y defienda los Vedas. En ese programa, los sacerdotes desempeñarían el papel de los devatas, mientras que Swami estaría sentado en un gran trono como Maha Vishnu. Cada sacerdote estaría parado frente al podio y recitaría un poema erudito. Cada poema, lleno de la belleza del aprendizaje, las palabras de erudición y la sinceridad de la devoción, sería una oración a Bhagavan rogandole que salve un Shastra, Veda, Purana o Escritura específica. Todo el plan fue elaborado a fín de mostrarlo a Swami para su aprobación, ya que había poco tiempo para prepararse. Cuando Bhagavan escuchó esta idea, se emocionó y, con el entusiasmo de un niño pequeño, inmediatamente dio su aprobación para que se hiciera en Su presencia el último día del yagna en el día de Vijaya Dasami, el 18 de octubre de 1961.
Agitados preparativos comenzaron; todos los poemas fueron escritos con gran devoción, los sacerdotes que eran expertos en la composición de poesía fueron seleccionados con el mayor cuidado. La ocasión auspiciosa de Vijaya Dasami, el día del programa llegó, y todo estaba listo … sin embargo, un problema quedó sin resolver. ¿En qué trono se sentaría Bhagavan? ¿Debería ser su silla ordinaria, una jhoola, o algo más especial? Sin saber qué hacer, los sacerdotes se acercaron al Prof. N Kasturi para ver si él, estando físicamente muy cerca de Swami, tenía una solución. Sri Kasturi también estaba perplejo, sin saber cómo responder. Así que se dirigió directamente a la habitación de Swami y dijo: «Swami, los sacerdotes están planeando este programa. ¿Qué trono deberíamos colocar para Ti?». Swami, ignorando por completo la pregunta, dijo: «Hay un paquete que acaba de llegar. Ve y ábrelo». Kasturi pensó que Swami estaba evitando responder a su pregunta y replicó: «Swami lo abriré, pero ¿qué trono deberíamos organizar para ti en esa ocasión?». Fingiendo un poco de irritación, Swami respondió , «¡Primero ve y abre el paquete!».
Habiendo sido ordenado así, Sri Kasturi se apresuró a donde se guardaba el paquete. Era una caja enorme que contenía un objeto grande. Cuando la abrió, para su total sorpresa, ¡encontró un hermoso trono adornado con la forma de Adi Shesha! Su corazón saltó de alegría … ¡este era el trono perfecto para que Swami se sentara! En una ocasión en la que Él sería adorado como Maha Vishnu, ¿qué mejor asiento habría para Él? Lleno de emoción y asombro, corrió de vuelta a la presencia de Swami y dijo: «¡Swami, el trono ha llegado!». Swami sonrió y dio su aprobación para colocar ese trono en el estrado. Cuando los sacerdotes que organizaron este programa se enteraron de esto, se llenaron de alegría … ¡Cuán amorosamente el Señor quiso que este drama aumentara la belleza de su pequeña ofrenda de amor a Él!
Pero la historia no termina aquí. Kasturi Garu, aunque estaba emocionado de haber recibido este trono, se hallaba confundido acerca de quién podría haberlo enviado, ¡y eso también justo a tiempo! Inmediatamente hizo averiguaciones y descubrió que había sido enviado por una señora que vivía en Bombay. Lo crean o no, hermanos y hermanas, ¡Swami había aparecido en su sueño muchos días antes y le había ordenado que enviara este trono a Prasanthi Nilayam para el festival de Dasara! ¡Y llegó justo a tiempo, en la mañana del programa mismo! Kasturi y los sacerdotes estaban llorando … hasta entonces pensaron que habían concebido la idea, planeado el programa y puesto todas las cosas juntas. ¡Pero fue sólo ahora que se dieron cuenta de que era este Señor de Señores quien había decidido todo mucho antes de siquiera ellos pensarlo!
Llenos de fervor, fe y entusiasmo, todos los sacerdotes se sentaron alrededor de Bhagavan esa noche de Vijaya Dasami, y cada uno presentó sus respectivos poemas, orando a Swami para salvar los Vedas y los Shastras. Swami, con la majestad del Rey de Reyes, se sentó en el majestuoso trono en forma de Adi Shesha, luciendo como el propio Sri Maha Vishnu, brillando con el resplandor de un millón de soles y una sonrisa encantadora en Su rostro, aceptando las oraciones de esos sadhus y santos por los cuales Él mismo ha dicho que ha venido. La imágen de abajo muestra una foto de ese programa titulado ‘Tribhuvana Vijayam’ en Su presencia en 1961. La foto en sí misma habla por mil palabras, con estos devas en la forma de todos esos brahmines sentados a los pies de loto de Brahman mismo.
Queridos hermanos y hermanas, en esta ocasión tan auspiciosa de Vaikuntha Ekadasi, recemos a nuestro Sai Narayana para limpiar nuestros corazones y volver a despertarnos a la verdad de nuestra auténtica naturaleza … ese es nuestro Tribhuvana Vijayam … la victoria sobre nuestros tres mundos de pensamiento, palabra y acción. Que todos ofrezcamos nuestros corazones puros a Él y hagamos que ese corazón sea Su residencia … porque sólo ese corazón es verdaderamente Vaikuntha. Que las puertas de nuestros corazones se abran para que Él entre y llene nuestros corazones con el néctar de Su amor, Su gracia y Su bienaventuranza … un néctar que es eterno, siempre dulce y siempre verdadero. Quiera Bhagawan bendecir a todos y cada uno de ustedes en este día tan auspicioso. Jai Sai Ram!
Fuente: Sai Vrinda