Satsang en la divina presencia en Australia, el 23 de septiembre de 2015
Devoto: Muchas gracias, Swami, por Tu sabiduría divina. Tengo una pregunta acerca del perdón. En los momentos cuando quizás haya hecho algo malo, puedo ser muy duro conmigo mismo. Teniendo en cuenta que a veces estamos obligados a caer, por favor, ¿podrías orientarnos sobre cómo perdonarnos y amarnos a nosotros mismos en el camino?
Swami: Esto también es muy importante. Perdonar a otros es claramente más fácil, pero perdonarse a uno mismo es mucho más difícil. Verás, de niño en la escuela primaria, pudiste haber cometido algunos errores; pudiste no haber sido capaz de sumar dos más dos para hacer cuatro porque simplemente estabas aprendiendo. Como resultado, pudiste haber obtenido malas calificaciones en la escuela primaria porque no hiciste tu aritmética de manera apropiada. Después al crecer, si miraras atrás a los días de tu escuela primaria y fueras incapaz de perdonarte a ti mismo por no haber podido sumar dos más dos y hacer cuatro, ¿no es una tontería? En ese momento, en esas circunstancias, en esas situaciones, podía suceder; y sí, si fuera un error, que así lo sea. Ahora has crecido y sabes que has cometido equivocaciones, debido al momento, lugar y circunstancias que prevalecieron en ese entonces. No puedes llamarte tonto ahora porque cometiste un error en tu escuela primaria. No puedes continuar condenándote a ti mismo por aquella equivocación que cometiste hace un tiempo. Puedes hacer muchas cosas más ahora de acuerdo a tu edad y tu educación. Lo que ha sucedido en el pasado, debido a las situaciones y circunstancias prevalecientes en ese momento, no pueden definir tu vida entera.
Yo siempre digo: “El pasado es pasado, olvida el pasado”. Si sabes que has cometido un error, ahora tienes una oportunidad de corregirlo y evitar hacerlo otra vez. Muchas personas ni siquiera saben que han cometido un error, y continúan viviendo felizmente en ignorancia. Es como si te subieras al colectivo equivocado y te quedaras dormido, y no te dieras cuenta de adonde estás yendo; simplemente eres feliz de que el colectivo se está moviendo pero, finalmente, terminas en el lugar equivocado y es muy tarde para regresar. Al menos te has dado cuenta de que te encuentras en el colectivo equivocado, de que no eras consciente; te bajas, tomas el colectivo correcto y continúas con tu viaje.
Lo que está perdido no puede recuperarse, pero todavía tienes mucho más que puede ser salvado. Mira lo que tienes, no lo que has perdido. El pasado es pasado, olvida el pasado. El presente es omnipresente, cualquier cosa que realices ahora definirá tu futuro. Por lo tanto, sepan que Dios ama a todos y, como una amorosa Madre y Padre, Él los perdonará si verdaderamente se arrepienten de corazón. Cuando Dios está preparado para perdonarlos, ¿por qué no deberían perdonarse a sí mismos? Agradezcan a Dios por recordarles ahora de que cometieron un error y por dejarles saber que pueden corregirlo y no repetirlo nuevamente; busquen la ayuda de Dios y sigan adelante. Ustedes no son diferentes de Dios. Estas son cosas que solamente aprenden cuando crecen.
Un error no es un error si no se repite. Por eso, simplemente deben perdonarse a sí mismos por haber hecho mal. No den vueltas en el pasado; no pueden mirar hacia atrás y caminar hacia adelante. Tienen que mirar hacia adelante y caminar hacia adelante. Por lo tanto, olvídense del pasado siempre y cuando hayan aprendido la lección, perdonen a todos y a sí mismos y continúen avanzando, ese es el camino correcto. ¿Quién en este salón no ha cometido nunca una equivocación? ¿Quién ha sido perfecto desde el día uno? Nadie; todos aprendieron y siguieron adelante. No se concentren en lo negativo. La negatividad es muy peligrosa. Si los atrapa, aspirará toda su energía y entusiasmo y los dejará muy débiles. Por eso, tengan pensamientos positivos tal como “Yo soy Dios”. Pensar que ustedes son un ser humano es un error; piensen que son Dios, que son Divinos, y vivan en consecuencia y sus errores no se repetirán.
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Fuente: Sai Vrinda
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.