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CHARLA INTRODUCTORIA DE SRI NARASIMHA MURTHY
DURANTE LA PRIMERA ENTREVISTA DE UN GRUPO HISPANOPARLANTE
CON SRI SATHYA SAI BABA EN SU CUERPO SUTIL
Muddenahalli, miércoles 4 de febrero de 2015, por la mañana
Mis saludos a los divinos devotos de Bhagavan. Respetados hermanos y hermanas, Dios es eterno en sí mismo. Dios siempre ha existido, existe ahora y existirá en el futuro. Pero en ningún momento del tiempo vieron a Dios y experimentaron a Dios. Hubo millones de personas en el pasado, hay millones de personas ahora y habrá millones de personas en el futuro. En el pasado, solo unos cuantos santos pudieron verle y hablarle, y además trasmitir su mensaje. Solo sucede cuando un Avatar viene a la tierra, solo entonces muchas personas pueden verle, hablarle, pueden interactuar con Él. Cuando Dios viene como un Avatar se convierte en algo público.
Cuando Rama vino, solo unos cientos de personas reconocieron que era Dios y pudieron interactuar con Él así. Miles de personas vieron a Sri Rama pero no creyeron que Él era Dios. Había muchos que no lo querían. Muchos demonios lucharon contra Él. La esposa de Sri Rama, que era divina, fue raptada por Ravana. Pero Rama venció todos los obstáculos y completó su misión en el mundo antes de irse.
Lo mismo sucedió cuando vino Sri Krishna como Avatar. Lo mismo sucedió cuando vino el Señor en forma de Buda. Lo mismo sucedió cuando Dios bajó como el Señor Jesucristo. Miles de personas lo vieron, pero solo unas cuantas personas lo siguieron. Muchas personas odiaban a Jesucristo, incluso lo crucificaron.
Esto sucede siempre con cada Avatar. Por eso podemos llegar a la conclusión de que Dios existe siempre pero solo algunos santos pueden interactuar con Él, excepto cuando Él toma la forma de un Avatar. Avatar no es nada más que Dios tomando una forma, un cuerpo. Y cuando el Avatar deja el cuerpo, su forma continúa existiendo, aunque la mayoría de la gente no pueda acceder a ella.
Solo una vez en toda la historia un Avatar ha dejado un cuerpo y ha regresado para interactuar con sus devotos. Nosotros lo conocemos por la Biblia y por los Cuatro Evangelistas, Mateo, Lucas, Juan y Marcos. Nos cuentan que Cristo fue crucificado y después de 3 días resucitó y, solamente unos pocos y su madre pudieron interactuar con Él. De los cuatro Evangelistas, solo uno menciona que al salir de la tumba, lo vio María Magdalena y, al principio no lo reconoció, pensó que era el jardinero, pero Cristo le dijo: «Soy Jesús que he regresado», entonces ella avisó a Juan y a Pedro, y Pedro Le preguntó en qué lo podían ayudar. A ellos dos también Jesús se les apareció. Y cuando los 11 discípulos se juntaron, Jesús se apareció, pero uno, Tomás, dudaba, y le pidió a Jesús que le diera una señal de que era realmente Él. Entonces Jesús tomó su mano e introdujo sus dedos en la herida de Su costado causadas por un centurión, y así fue que Tomás creyó. Según la Biblia, únicamente 3 veces Cristo resucitado interactuó con sus discípulos.
Lo que Sathya Sai Baba está haciendo es diferente, después de dejar su cuerpo en 2011, como todos nosotros sabemos, y por los medios de comunicación el mundo entero supo de ello. Esto no sucedió en los tiempos de Rama, ni de Krishna, ni de Buda, ni de Jesús. Cuando Jesús vivió, solo una pequeña parte del mundo, en la zona de Galilea, pudo acceder a Él. Y cuando lo crucificaron solo tenía 33 años. Solo en un área muy limitada la gente sabía de Él. Fue a través de sus discípulos, sobre todo Pedro y Pablo que llevaron el mensaje de Jesús a todas las partes del mundo. Cuando Baba dejó su cuerpo, ya era conocido por millones de personas en el mundo. Todos los devotos estaban llorando, tristes porque Baba se había ido. Pero si nosotros creemos que Baba es Dios, ¿adónde puede ir? No fue a ningún lugar. Siendo Dios, Él siempre está con nosotros, siempre está con nosotros, delante, detrás, fuera, dentro, pero ¿por qué no lo vemos?. Porque Baba está con nosotros, pero nosotros no estamos con Él. Porque aunque Él está en todos nosotros, tenemos muchos deseos, egoísmo y apegos. Entonces aunque Baba esté conmigo yo no estoy con Él, porque mi mente está llena del mundo.
Baba ha declarado que continuaría su misión hasta sus 96 años, pero dejó su cuerpo cuando tenía 85 años y, Baba nos da la Gracia de continuar estos 11 años interactuando con miles de personas. Lo está haciendo y lo va a seguir haciendo; también está, y seguirá, levantando escuelas y hospitales. Durante estos 11 años va a seguir Él, esta vez desde su cuerpo sutil, hablándonos, interactuando con nosotros, dándonos su guía. También va a seguir guiando a muchos niños, para convertirlos en buenas personas. Esto nunca antes había pasado a lo largo de la historia del mundo. Esto nunca ha pasado. Durante 11 años Swami va a trabajar en su Cuerpo Sutil, va a andar y a hablar a miles de personas, guiándolas, y va a vivir principalmente en una morada, pero va a viajar por todo el mundo.
Yo también me sentí muy mal cuando Baba dejo su cuerpo, porque había estado con Él desde que yo tenía 19 años. Estuve con Él en Whitefield y en Puttaparthi, en Prasanthi, más de 40 años. Por eso yo también me sentí muy triste. Pero después de 3 meses Él vino en Su cuerpo sutil, por su infinito amor y gracia, y me habló. “¿Por qué estas triste? Yo estoy contigo todo el tiempo. Tengo trabajo que hacer, ayúdame a hacer mi trabajo. Tú también puedes hacer un trabajo para Mi, quiero empezar un colegio en un lugar llamado Gulbarga, está a 700 km de aquí.”
Como cualquier ser humano, yo también tenía miedo, pensaba cómo voy a empezar algo así, yo no conozco gente, cómo voy a conseguir el dinero… Baba me dijo: “No te preocupes por la gente, no te preocupes por el dinero, Yo lo haré todo, tú solo eres mi instrumento, solo eres mi flauta, Yo tocaré la canción, suelta tu ego, haz lo que Yo te pido.”
Por su Gracia, muchas nuevas escuelas han comenzado. También llamó al devoto Sreenivas, a quien ya había utilizado para edificar el hospital en Whitefield. Sreenivas había pensado, después de que Baba dejara su cuerpo físico, que quería edificar un pequeño hospital en Delhi. Pero Baba le dijo: “No, no, no. No empieces un hospital pequeño; será grande, de superespecialidades. Vete a Raipur y comienza el hospital, Yo te daré los fondos, te mandaré la gente, tu solo vé y hazlo.” Si van allí ustedes, pueden ver el gran hospital de superespecialidades, levantado en solo 9 meses, igual de grande que el de Puttaparthi.
Swami sigue, ahora en su cuerpo sutil, haciendo el mismo trabajo. No podemos ver a Baba con nuestros ojos físicos, pero sus acciones sí pueden ser vistas. También lo podemos sentir en nuestro corazón. Baba es amor y compasión. Cuando Él estaba en Su cuerpo físico íbamos a Él no por Su cuerpo físico, sino por el amor y la compasión. Ahora miles de personas de todo el mundo vienen, no para verlo, sino para experimentar su amor y su compasión. Lo sentimos en nuestro corazón.
Si lo sentimos en nuestro corazón ¿para qué viene la gente aquí? Imagínense que hay azúcar en un recipiente. Las hormigas llegarán a él, no necesitan que nadie les anuncie que hay azúcar; las hormigas llegarán por sí mismas. Aunque el pote de azúcar tenga una etiqueta que diga sal, las hormigas llegarán. Algunas personas podrían decirle a las hormigas que no es azúcar sino sal, pero de todas maneras las hormigas van a llegar. Por eso los devotos que aman a Baba van a llegar adonde Él esté. Esto es lo que está sucediendo hoy. Él está dando el mismo mensaje, Yo soy Dios, tu eres Dios, vuélvete Dios. El camino es el servicio y el amor desinteresado. Si quieren conocer a Baba, a Swami, hagan lo que Él les dice.
Somos muy afortunados de estar aquí sentados con Él, hay millones de personas, y nosotros estamos aquí, con Él. Las cosas más bellas del mundo no pueden ser vistas ni tocadas, solamente pueden ser sentidas en el corazón. Para esto se necesita pureza de corazón, calma en la mente, y devoción. Y, como tenemos amor, estamos aquí reunidos, esperando que Baba nos dé una charla.
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